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MORDECHAI KEDAR

El discurso de Abbas en la ONU es parte de un plan maestro y su nombre es Yihad. La doctrina de la Yihad Islámica ordena la inclusión de un elemento de engaño, y Mahmoud Abbas es un maestro del engaño.

Israel está experimentando un agudo incremento en la actividad terrorista en la forma de lanzamiento de piedras, bombas Molotov, y municiones reales dirigidas a vehículos judíos, la que comenzó a ser advertible hace muchos meses y se ha intensificado rápidamente durante las últimas semanas. Está sucediendo en Judea y Samaria, pero el foco de la violencia está en Jerusalem, donde cualquier incidente que involucre al Monte del Templo -Al Haram Al Sharif, en árabe- atrae la atención regional e incluso mundial.
¿Estamos siendo testigos de una serie organizada de ataques terroristas o una secuencia continua en curso de hechos espontáneos? ¿Es el presagio de una tercera intifada? Y si no, ¿qué es? El jurado parece estar sesionando.

El indeciso debate interno sobre el significado de la violencia es expresado por la elección selectiva de las palabras por parte de los medios de comunicación. ¿Las acciones de las personas jóvenes deben ser etiquetadas como actos perpetrados por “jóvenes”, una palabra que hace hincapié en su edad, pero no afirmando que son menores? ¿En cambio deben ser llamados “activistas”? ¿”Terroristas”? ¿”Militantes”? ¿”Matones violentos”? No hace falta decir que la elección del término hace una declaración sobre la posición del orador con respecto a la violencia tanto como de su opinión sobre el castigo que deben recibir los perpetradores siempre y cuando sean arrestados. Hay una gran diferencia entre “conductor muerto por lanzamiento de piedras por parte de jóvenes” y “conductor muerto por piedra arrojada por terroristas.”

Es triste ver la falta de comprensión real de parte de los israelíes y del resto del mundo en cuanto a lo que está sucediendo realmente allí, porque hay sólo una palabra que describe la verdad acerca de lo que la otra parte ve como realidad -o sea, la parte que grita por los judíos que ascienden al Monte del Templo, arroja piedras, arroja cantos rodados y bombas Molotov, apuñala y dispara. Esa palabra, y es la única palabra aplicable, es “Yihad.” Ésta, para muchos israelíes es la palabra “que no debe ser dicha” porque lo que nos cuenta es lo que estamos experimentando en Israel en el presente es una guerra religiosa islámica.

Sin embargo, la negación no cambiará nada, porque hay al menos siete formas diferentes de probar que Israel es, como fue siempre, un objetivo de la “Yihad.”

1- Primero y principal, la lucha hoy, como en el pasado, es por la cuestión de la supremacía religiosa. De acuerdo con el Islam, la religión judía está pasada de moda, Din al-Batil, mientras que el Islam es la religión verdadera, o Din al-Haqq. Según el Islam, los judíos pueden vivir bajo el gobierno islámico si cooperan y aceptan el rol humilde de “dhimmi”, protegidos, sin soberanía, armas y estatus de ciudadanos. La situación hoy día donde los judíos gobiernan “Palestina”, una tierra a la que el islam considera santa sólo para los musulmanes, y ellos son capaces de decir a los musulmanes que tienen permitido y que no tienen permitido hacer, contradice el principio islámico más básico: “Al-Islam Ya’lu walla, yu’la ‘alahyi” -el Islam es supremo, y nada puede estar por encima de él.

Una situación donde otra religión, y ciertamente el Judaísmo, controla a los musulmanes y una tierra islámica, ordena una “Yihad.”

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2- En segundo lugar, según la doctrina islámica, la “Yihad” puede asumir distintas formas dependiendo de las circunstancias prevalecientes. Gritos, maldiciones, golpes, piedras, cantos rodados, petardos, bombas incendiarias, cuchillos, disparos -todos son armas, cada una elegida después de evaluar la situación particular. Las cámaras también son armas, especialmente para los medios de comunicación, que actúan como el escenario yihadista preferido. El fotógrafo y periodista son combatientes en la “Yihad de las comunicaciones.”

La “Yihad legal” continúa la lucha en las salas de los tribunales e instituciones internacionales, mientras que la “Yihad legal” es librada en los llamados del BDS a boicotear a Israel, retirar las inversiones financieras en el estado judío e imponer sanciones.

El Beduino en el Sinaí ha estado llevando a cabo una Yihad contra Israel al contrabandear infiltradores -muchos de ellos musulmanes (¡sorpresa!) -y armas dentro de Gaza y dentro de territorio israelí. El líder de los infiltradores en Israel es un musulmán, y sus actividades contra el estado, sus ciudadanos y leyes pueden ser agrupadas como “Yihad migrante.”

Un miembro de la Kneset musulmán que difama a Israel desde el podio de la Kneset es un “yihadista político.” El podio de la ONU no es diferente.

El discurso de Mahmoud Abbas en las Naciones Unidas y otros foros mundiales y el intento de la Autoridad Palestina de recibir reconocimiento internacional como estado, son un tipo de “Yihad política” cuyo objetivo es el establecimiento del estado musulmán número 58 sobre las ruinas del único estado judío. Estos intentos son camuflados como actividad política legítima a través de la cual, al presentar una imagen falsa que los describe como “amantes de la paz”, los musulmanes que viven tanto en Israel como fuera de sus fronteras están tratando de persuadir al mundo para que acepte destruir al estado judío. La doctrina de la Yihad Islámica ordena la inclusión de un elemento de engaño, y Mahmoud Abbas es un maestro del engaño.

No se equivoquen, todo lo anterior son distintos tipos de Yihad islámica.

3- En tercer lugar está la participación creciente del Movimiento Islámico, particularmente la filial norte liderada por Raed Salah (también conocido como el Jeque Aksa) al escenificar incidentes, incitación, financiar a las organizaciones al-Murabitoun y al-Murabitat y en su coordinación creciente con Hamas.

Cada una de estas organizaciones lleva a cabo su Yihad anti-Israel en la medida de sus posibilidades, pero todos comparten un objetivo religioso en común: transformar toda “Palestina”, extendiéndose desde el Río Jordán hasta el Mar Mediterráneo en una parte del califato islámico, con su capital en Al-Quds (Jerusalem). El primer líder religioso de los árabes en el área designada como la Patria Judía -el Muftí Haj Amin el Husseini- estuvo involucrado en Yihad militar contra los judíos de Israel pero también estuvo involucrado activamente en la aniquilación de medio millón de judíos húngaros en 1944.

4- La cuarta es el significado de los nombres histórica y religiosamente importantes de las organizaciones mencionadas más arriba. Se refieren a la tierra entera y especialmente a las áreas que limitan con ella, donde los musulmanes combaten a los infieles a fin de fortalecer al Islam y establecer su control sobre ellos y sus países. Han habido organizaciones con nombres similares fuera de Israel, todas ellas yihadistas islámicas en carácter.

5- El quinto indicio es la expresión utilizada para alguien muerto en hechos contra Israel. Hoy, tanto como en el pasado, el término empleado es “shahid”, un término religioso que significa alguien que vive en el Paraíso cerca de Ala y recibe la recompensa para el martirio en el nombre del Islam de la mano de Ala.

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Salió ayer a la calle y apuñaló a un adolescente. Fue ejecutado. Sobre su photo, la mención: Al Quds, Jerusalem en árabe.

6- ¿Y la sexta prueba? Sólo observen lo que está sucediendo en el mundo musulmán. Todos los musulmanes que viven al occidente del Río Jordán, en Israel y en la Autoridad Palestina, están bien informados sobre los acontecimientos en Siria, Irak y el Sinaí.

Ellos tienen el privilegio de ver en tiempo real como el Islam original, fundamentalista, puro y no adulterado está pasando una Yihad audaz y exitosa -incluyendo decapitaciones en cámara- contra infieles alauitas, yazidíes, drusos y chiíes, tanto como contra extranjeros como los estadounidenses, a quienes no temen en lo más mínimo.

Todos saben lo que está ocurriendo en la tierra de la Yihad que ha florecido en el Desierto del Sinaí, y cómo los yihadistas están luchando con éxito una guerra sin cuartel contra las fuerzas militares egipcias, el ejército más grande en el Medio Oriente. La alegría por los éxitos de la Yihad en los países que rodean a Israel ha encontrado su camino hacia los corazones de los musulmanes que viven al occidente del Río Jordán y los motiva a unirse a la Yihad contra los judíos, los “enemigos de Ala y el Islam”, y a volverse parte de la ola de éxitos islámicos que tienen al mundo entero temblando de miedo.

7- Séptima, la construcción ilegal árabe que está sucediendo en todo Israel al occidente del Río Jordán es un tipo de Yihad conocida como “Yihad de construcción.”
No por coincidencia ése es el nombre de la empresa constructora propiedad de Hezbolá, sin problemas porque la idea de una Yihad conjunta contra Israel es una parte integral del Islam tanto para suníes como para chiíes y es uno de los pocos puntos de acuerdo entre ellos.

La Yihad múltiple contra Israel descrita aquí no es anunciada públicamente (o explicada en detalle como yo lo he hecho), porque los musulmanes saben muy bien que el mundo no apoyará la Yihad si sus combatientes están tratando de destruir abiertamente a Israel.

Ése es el motivo por el cual los líderes, portavoces y medios de comunicación de Israel, hasta el último de ellos, deben comenzar a sacar sus cabezas de la arena, llamar a la “Yihad” por su nombre y hablar sobre lo que está ocurriendo aquí en términos reales, o sea, los religiosos. Es hora de decir desde la mañana a la noche que lo que nosotros -y no sólo nosotros- estamos enfrentando es una yihad, no otra cosa, y los combatientes -mujeres, niños, adultos y jóvenes- son combatientes de la Yihad. Con eso es con lo que ellos se identifican, ése es el motivo por el cual ellos se están enrolando.

Piedra, canto rodado, bomba incendiaria, cuchillo y pistola junto la cámara, tribunales, boicot y migración- son todas armas en las manos de los combatientes de la Yihad, todas destinadas a derrocar la seguridad, la sociedad, la economía y la posición israelíes. Israel debe tomarlas seriamente -y recordar que es una guerra.

Nuestra gente en los medios de comunicación, que todavía está soñando con un nuevo Medio Oriente como fue postulado por su líder delirante y flautista de Hamelin, Shimon Peres, temen al yihadismo, porque ellos, como todos los liberales, no tienen ninguna herramienta para luchar una guerra religiosa contra soldados que tienen la alabanza de Alá en sus labios.

Cada vez que trato de decir a los medios de comunicación israelíes que Israel está combatiendo a yihadistas, los entrevistadores me calman temerosamente y me dicen que no cambie el conflicto nacionalista israelí-palestino por una guerra religiosa islámico-judía. Hago un esfuerzo para decirles que con o sin mi palabra y quieran o no admitirlo, la guerra es religiosa. De hecho, agrego que aún si ellos no me permiten decirlo, las raíces del conflicto entero son islámicas y religiosas.

Puede ser presentada como una lucha nacionalista, territorial, legal, política o de cualquier otro tipo, pero eso es un ejercicio en auto-engaño. El conflicto se deriva de una fuente de fuego religioso, una que quema en los corazones de los hombres y dentro de las bombas incendiarias. En la Guerra de la Independencia, los árabes gritaban “Idbah al-Yahud -masacren al judío.” Noten que ellos no decían israelí o sionista, sino judío. Es de los judíos que ellos se quieren librar.

Shimon Peres, Yossi Beilin, Alon Liel y las otras figuras alucinatorias trataron de convencernos que hay una diferencia entre los yihadistas malos de Hamas y los “encantadores” y “agradables” de la OLP, esos verdaderos amantes de la paz y la tranquilidad, esos cuyo líder archi-yihadista Yasser Arafat fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Ni siquiera el discurso incendiario de Abbas en la ONU cambiará sus formas de pensar.

El de ellos fue un punto de vista infundado y absolutamente alucinatorio, pero costó las vidas de 1500 israelíes muy reales, porque la única diferencia entre Hamas y la OLP es que Hamas declara abiertamente que es una organización combatiente de la Yihad, mientras que algunos miembros de la OLP ocultan el hecho que ellos también lo son. Algunos de ellos -aquellos en las Brigadas al-Aksa- no se molestan en ocultarlo y su presidente, Mahmoud Abbas, los financia. Aquellos de nosotros que estamos cansados de guerra tratamos de purificar al parásito yihadista de la OLP así como ellos trataron de pasar por alto la parte de Hajj Amin el-Husseini en el Holocausto de la judería europea.

Despertemos y digamos la verdad -a nosotros y al mundo. Sólo la verdad puede ayudarnos a comprender la realidad y a lidiar con ella apropiadamente. La verdad es que somos un objetivo de la Yihad para Hamas y la OLP, cada uno utilizando sus propios métodos de tratar de ocultar y tirar de la lana ante nuestros ojos, y si caemos -en parte gracias al dinero europeo vertiéndose dentro de las arterias de la Yihad de la AP- Europa será el siguiente objetivo de esa misma Yihad, la que ya está en medio de exportarse a Europa por medio de la inmigración musulmana masiva al continente anciano y en deterioro.

Ésta es una Yihad. Nuestros enemigos, sin importar qué otra cosa son, son todos combatientes de la Yihad. Tenemos que adaptar nuestra forma de hablar acerca de esta situación y lidiar con ella en forma acorde. Cuanto más rápido lo hagamos, mejor será para nosotros y el mundo.

Fuente: Arutz Sheva- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México

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