Ayer, otros dos israelíes fueron asesinados en otro ataque terrorista palestino en Jerusalem.  Además de las dos víctimas mortales, otros dos resultaron heridos, entre ellos un bebé de dos años de edad. Esa misma noche, otro israelí resultó herido en un ataque independiente en la capital. Esto fue sólo dos días después de que una pareja de judíos fuera asesinada a sangre fría delante de sus hijos por otros terroristas palestinos en Cisjordania. 

Por Jonathan S. Tobin

OBAMA-ABBAS
AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Tampoco se trata de una serie aislada de acontecimientos dado que los ataques diarios palestinos contra civiles israelíes con armas de fuego, bombas de gasolina, cuchillos y piedras letales se han vuelto tan comunes en el último año que reciben muy poca o ninguna cobertura de la prensa internacional. Pero mientras algunos todavía intentan desestimar estos incidentes como ataques de lobos solitarios sin coordinación, el apoyo a los terroristas que están recibiendo de la Autoridad Palestina deja claro que hay un método detrás de esta locura.

En los últimos años la Autoridad Palestina se cuidó de mantener su imagen – al menos a los ojos de los observadores occidentales – como una fuerza para la moderación. Podía esperarse que la Autoridad Palestina y su líder, Mahmud Abbas, condenaran los ataques terroristas, aunque tardíamente y de mala gana. Pero ya no. La Autoridad Palestina (AP) guardó silencio sobre el ataque a tiros contra Eitam y Naama Henkin el jueves. Pero su reacción a los apuñalamientos en Jerusalem aún fue más lejos en el camino de la incitación. La AP rompió su silencio sobre el terror y de hecho condenó a las autoridades israelíes porque la policía disparó a los terroristas palestinos después de que lograran sus espeluznantes actos. Un portavoz de la AP pidió a la comunidad internacional que intervenga para protestar por “el asesinato de dos jóvenes en la Jerusalem ocupada y la serie de incursiones en ciudades y pueblos de Cisjordania”. Fue una referencia a los terroristas muertos y a los esfuerzos de las autoridades israelíes por encontrar a los asesinos de los Henkin. La declaración de AP no contenía siquiera una condena superficial de los ataques contra los israelíes.

Aunque el presidente Obama ha elogiado a Abbas como moderado y una fuerza valiente por la paz, este sorprendente apoyo a los asesinos no llama la atención. Abbas ha avivado las llamas del odio entre su pueblo repitiendo mentiras diciendo que Israel trata de evitar que los musulmanes recen en sus mezquitas en el Monte del Templo y Jerusalem. Tampoco EE.UU. lo condenó especialmente cuando el mes pasado [Abbas] dijo  no querer que sucios pies judíos” “profanaranlos lugares santos de Jerusalem.  Igual de importante, los medios de comunicación oficiales de la AP que controla Abbas han mantenido un constante flujo de incitación antijudía en la que los terroristas son elogiados como héroes.

Pero esto también tiene lugar en el contexto del discurso de Abbas ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la semana pasada en el que declaró que los palestinos ya no se considerarían obligados por los Acuerdos de Oslo. Esto fue ampliamente visto – incluso por los partidarios de la causa palestina – como un farol hueco dado que Abbas se beneficia tanto, si no más, de la cooperación establecida en el mandato de Oslo que los israelíes. Aunque el discurso cayó plano, debe verse como parte de un esfuerzo para explotar una abierta hostilidad del gobierno de Obama hacia Israel.

Pero aquí hay algo más que en otros intentos de persuadir a EE.UU. de no vetar una resolución de la ONU que conceda a la AP un estado sin antes obligarlo a hacer la paz con Israel. Lo que Abbas quiere realmente es distraer al mundo de su enfoque actual sobre la masacre masiva de los árabes por los hermanos musulmanes en Siria – un conflicto que demuestra que presionar a Israel no es la clave para la paz en Oriente Medio – y orquestar una nueva ola de condenas al Estado judío.

En ese contexto, la reciente ola de ataques terroristas y la retórica violenta de Abbas y las amenazas se vuelve fácil de comprender. Los palestinos saben que el creciente antisemitismo en Europa y en otras partes hará que la comunidad internacional trate los esfuerzos israelíes para combatir el terrorismo como el problema, en lugar de los asesinos. De hecho, algunos miembros de la prensa ya lo han hechocomo señala el periodista Tom Bruto, con titulares sobre los ataques de la noche anterior mencionando la muerte de palestinos, mientras enterraban el hecho de que fueron asesinados cometiendo actos de terrorismo.

El silencio ensordecedor sobre las amenazas de destruir a Israel y los ataques a los judíos en las calles de Jerusalem no hace más que alentar más incidentes de este tipo. Refuerza la creencia palestina de que pueden conseguir más apoyo internacional con la escalada del conflicto y rechazando ofertas israelíes de la condición de Estado que haciendo la paz.

Estas tácticas dejan claro que el objetivo palestino no es una solución de dos Estados en igualdad de condiciones más generosas que Israel ya les ha ofrecido. Desde sus inicios, el nacionalismo palestino siempre ha estado íntimamente ligado al esfuerzo de negar a los judíos soberanía sobre ninguna parte del país. Los bulos sobre el Monte del Templo que Abbas continuó promoviendo esta semana en su discurso en la ONU tienen un solo propósito: centrar a los palestinos en presionar a los judíos y movilizar a la opinión internacional contra las medidas de defensa israelíes para asegurar que los judíos puedan vivir sin miedo.

Esta progresión lenta a una tercera intifada tiene que ver con odio anti-judío no con quejas por los asentamientos o las fronteras. También muestra que cualquier presión extra de la administración de Obama a Israel para potenciar aún más a Abbas – cuyo propio partido Fatah estaba detrás de la filmación de los Henkin – también sería una locura. Del mismo modo que la retirada de Israel de Gaza en 2005 permitió a Hamas crear una base de terror allí, así, también, la retirada de Cisjordania haría posible el establecimiento de refugios más seguros para los terroristas. Aunque ninguna de las partes quiere el status quo, tal alternativa es impensable.

El gobierno de Obama continúa presionando por más “luz del día” entre su posición y la de Israel y desaira a Netanyahu mientras se niega a condenar a Abbas o responde a los asesinatos de judíos con poco más que declaraciones de boca harinosa instando a ambas partes a mostrar moderación. Pero eso es exactamente con lo que Abbas está contando para tan sutilmente orquestar una ola de terrorismo sangriento. Abbas también sabe que la indiferencia internacional al asesinato de judíos alimentada por el antisemitismo continúa trabajando en su favor para crear más presión sobre Israel en lugar de los palestinos. La única manera de detener el derramamiento de sangre es una postura americana inequívoca a favor del derecho de Israel a tomar medidas duras para reprimir el terrorismo y una clara declaración de Abbas de aceptar la oferta de Netanyahu de negociaciones sin condiciones previas u olvidarse de mayor respaldo de Estados Unidos.

Desafortunadamente, Abbas sabe que Obama está más interesado en su feudo con Netanyahu y el apaciguamiento de Irán que defendiendo un Israel democrático contra asesinos terroristas. Eso significa que la culpa por el creciente número de derramamiento de sangre del terrorismo palestino en la próxima semana será atribuible tanto a un Obama indiferente como a Abbas.

Fuente: Commentary Magazine / Jonathan S. Tobin

Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México

https://www.enlacejudio.com/2015/10/06/un-metodo-detras-de-la-locura-palestina/

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