AMIR TAHERI/ GATESTONE INSTITUTE – En algún momento de esta semana, el presidente Obama tiene previsto firmar una orden ejecutiva para cumplir con el “día de la adopción” del 15 de octubre que ha fijado para el acuerdo nuclear que dice que ha hecho con Irán. De acuerdo con el calendario del presidente el próximo paso sería “el día del inicio de la aplicación”, fijado para el 15 de diciembre

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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO –Pero como están las cosas, Obama puede llegar a ser la única persona en el mundo que firme su contrato más buscado, de hecho, un tratado consigo mismo.

Los iraníes no han firmado nada ni se plantean hacerlo. El llamado Plan Conjunto de Acción General (JCPOA) aún no ha sido debatido en el Consejo de Ministros de la República Islámica. Tampoco se ha molestado el gobierno de Teherán en proporcionar siquiera una traducción oficial persa del texto de 159 páginas.

El Majlis Islámico, el parlamento de sustitución, está examinando un texto no oficial y debe expresar su opinión en una fecha no especificada en un documento “de más de 1.000 páginas”, según Mohsen Zakani, que dirige el “comité examinador.”

“Los cambios que buscamos requerirían la reescritura sustancial del texto”, añade enigmáticamente.

Tampoco han considerado necesario Gran Bretaña, China, Alemania, Francia ni Rusia, que estuvieron involucrados en las llamadas conversaciones del P5 + 1 que produjeron el JCPOA, proporcionar al “acuerdo” Obama algún fundamento jurídico propio. Los socios de Obama simplemente han decidido que el trato que está promoviendo es realmente sobre el levantamiento de las sanciones contra Irán y nada más.

Así que han empezado a hacer precisamente eso sin preocuparse de otras disposiciones del JCPOA. Gran Bretaña ha levantado la prohibición de los 22 bancos iraníes y las empresas de la lista negra por su presunta participación en ofertas vinculadas a la cuestión nuclear.

El comercio alemán con Irán ha aumentado en un 33 por ciento, por lo que es el tercer mayor socio de la República Islámica después de China.

China ha firmado acuerdos preliminares para ayudar a Irán a construir otros cinco reactores nucleares. Rusia ha comenzado la entrega de sistemas de misiles antiaéreos S300 y está comprometido en conversaciones para vender aviones Sukhoi a la República Islámica.

Francia ha enviado a su ministro de Asuntos Exteriores y una delegación de 100 hombres para negociar grandes acuerdos comerciales, incluyendo proyectos para duplicar las exportaciones de crudo de Irán.

Otras naciones también han interpretado el JCPOA como una luz verde para dejar caer las sanciones. El comercio de la India con Irán ha aumentado en un 17 por ciento, y Nueva Delhi está negociando una inversión masiva en un centro ferroviario y marítimo en el puerto iraní de Chah-Bahar en el Golfo de Omán. Con la ayuda de los bancos de Austria, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, las numerosas restricciones bancarias impuestas a Irán por su programa nuclear han sido dejadas de lado.

“La estructura de las sanciones construidas en las últimas décadas se está desmoronando”, cuenta el presidente iraní, Hassan Rouhani.

Mientras tanto, el proyecto nuclear está y seguirá estando “completamente intacto”, dice el jefe de la Agencia de Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi.

“Hemos empezado a trabajar en un proceso de fusión nuclear que será la tecnología de vanguardia para los próximos 50 años”, añade.

Incluso antes del “día de implementación” de Obama, los mulás están recibiendo un promedio de $ 400 millones al mes, no es una gran suma, pero lo suficiente para aliviar los problemas de liquidez del régimen y aumentar la remuneración para sus fuerzas represivas en torno al 21 por ciento.

El mes pasado, Irán y el P5 + 1 crearon una comisión conjunta para establecer las modalidades de aplicación de un acuerdo, un proceso que desean completar antes de diciembre 2017 cuando la primera revisión de dos años del JCPOA esté programado para llevarse a cabo y cuando Obama ya no estará en la Casa Blanca. (Si las cosas van mal Obama siempre podría culpar a su sucesor o incluso a George W. Bush.)

Tanto Obama como su secretario de Estado, John Kerry, a menudo han afirmado que, a pesar de sus deficiencias obvias, su acuerdo nuclear con la “facción moderada” en Teherán podría alentar cambios positivos en el comportamiento de Irán.

Eso no ha sucedido.

Los mulás ven el “acuerdo” como un medio con el que Obama se opondría a cualquier sugerencia de tratar de frenar a Irán.

“Obama no hará nada que pueda poner en peligro el acuerdo”, dice Siba Kalam, un asesor de Rouhani. “Este es, si no el único, su mayor éxito en política exterior.”

Si ha habido cambios en el comportamiento de Teherán han sido para peor. Irán se ha asociado con Rusia para mantener a Bashar al-Assad en el poder en Siria, burlándose de la retórica de Obama de “Assad debe irse”. Más importante aún, Irán ha construido su presencia militar directa en Siria con 7.000 hombres. (Uno de los mayores generales de alto rango de Irán fue asesinado en Alepo el miércoles.)

Teherán también ha presionado al débil gobierno iraquí del Premier Haidar al-Abadi para que se distancie de Washington y se una a una coalición dudosa con Irán, Rusia y Siria.

Seguros de que Obama está paralizado por el miedo de socavar el “trato” inexistente, los mulás han intensificado su apoyo a los rebeldes Houthi en Yemen. La semana pasada una delegación estuvo en Teherán con una larga lista de compras de armas.

En el Líbano, los mulás han endurecido su postura para elegir al próximo presidente del país. Y en Bahrein, Teherán está trabajando en un plan para “garantizar una victoria temprana” de la revolución chiíta en el archipiélago.

Confiado en que Obama está decidido a abandonar a los aliados tradicionales de Estados Unidos, Teherán también ha aumentado la guerra de propaganda contra Arabia Saudita, ahora llamando abiertamente al derrocamiento de la monarquía allí.

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Presidente estadounidense Obama y presidente de la República Islámica de Irán Rouhani

Los mulás también están aumentando los contactos con grupos palestinos con la esperanza de desatar una nueva “intifada”.

“Palestina tiene sed de una tercera Intifada”, dijo el portavoz del Supremo Guía Jamenei Kayhan en un editorial el jueves pasado. “Es deber de todo musulmán ayudar a comenzarla tan pronto como sea posible”.

La esperanza de Obama de involucrar a Irán en otros temas se desvanecieron la semana pasada cuando Jamenei declaró “cualquier diálogo con el Gran Satán americano” será “prohibido”.

“No necesitamos a América”, añadió su asesor de Ali-Akbar Velayati más tarde. “Irán es una gran potencia en la región por derecho propio”.

Obama había esperado que adulando a los mulás al menos los persuadiría de moderar su “campaña de odio a Estados Unidos”. Ni una pizca.

Las consignas “Muerte a Estados Unidos” se han vuelto a pintar en los edificios oficiales en Teherán, junto con banderas de los Estados Unidos, pintadas en la entrada de las oficinas para que puedan ser pisoteadas. Ninguno de los ciudadanos de Estados Unidos aún rehenes en Irán ha sido puesto en libertad, y uno, el corresponsal del Washington Post Jason Rezai, está etiquetado como “jefe de una red de espionaje” en Teherán. Paralizado por el miedo de socavar el acuerdo inexistente, Obama ni siquiera pide su liberación.

En todo el país se anuncian eventos antiamericanos patrocinados por el gobierno para noviembre, aniversario de la toma de la embajada estadounidense en Teherán. La conferencia ​​anual de una semana de duración “Fin de América” está prevista para febrero y se centra en las “víctimas afroamericanas de la policía de Estados Unidos” y la posibilidad de “autodeterminación de los negros”.

Según fuentes oficiales, han sido invitados “familiares de víctimas estadounidenses negros” y una serie de “revolucionarios americanos negros”.

Dentro de Irán, los “socios moderados” de Obama han duplicado el número de ejecuciones y presos políticos. La semana pasada se aplastaron las marchas de los profesores pidiendo la liberación de sus líderes. Cientos de sindicalistas han sido detenidos y una nueva brigada “anti-insurrección” desfiló en Teherán para aterrorizar a los posibles manifestantes.

El acuerdo de Obama podría terminar como la mayor estafa diplomática en la historia reciente.

* Este artículo fue publicado por primera vez en el New York Post.

Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México

https://www.enlacejudio.com/2015/10/12/obama-sera-el-unico-en-respetar-el-acuerdo-de-iran/

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