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DAVID HORNIK- Ha habido un embate terrorista aquí, en Israel, durante la última semana y media. Aquellos de nosotros que nos molestamos en revisar los medios noticiosos extranjeros hemos advertido que hay relativamente poca cobertura. Esto es principalmente bueno, ya que, por supuesto, la cobertura de los conflictos de Israel con los palestinos y vecinos tiende a ser bastante hostil hacia Israel.

Pero plantea la pregunta en cuanto a por qué el interés no es mayor esta vez. Esos principios sagrados de “si sangra, lidera” y “los judíos son noticia” parecerían no aplicar.

Cierto, no aplican en la escala de la guerra de Gaza del año pasado, que atrajo enorme cobertura. Pero eso puede dar una pista en cuanto a la explicación.

En esa guerra murieron cantidades mucho mayores que en la actual acometida terrorista -y dadas las capacidades militares superiores de Israel y el uso de civiles como escudos humanos por parte de Hamás, ellos estuvieron predominantemente del lado palestino. Fueron transmitidas gran cantidad de escenas desde hospitales en Gaza. El “texto” era: ¡vean lo que han hecho ahora los israelíes!

En esta campaña actual, hasta ahora han sido asesinados cuatro israelíes y heridos muchos más. El número de palestinos muertos es, nuevamente, mayor -pero ellos resultaron muertos principalmente por fuerzas de seguridad que estaban repeliendo los ataques, con algunos casos de muerte colateral de civiles.

Sin embargo, mucho de lo que está sucediendo parecería ser “digno de ser noticia.” Incluso en Israel, con su larga historia de agresiones por parte de poblaciones circundantes, organizaciones terroristas, y países, lo que está sucediendo ha sido casi único.

Junto con los acostumbrados lanzamientos de piedras y emboscadas con armas de fuego,  ellos han estado arremetiendo contra nosotros -en las calles y veredas, en centros comerciales y estaciones de autobús- con cuchillos y destornilladores. Estos atacantes “lobos solitarios” no son terroristas per se.  Están enloquecidos de odio, no buscan una solución de “dos estados”,  y definitivamente no la “paz.” El odio en gran medida asume la forma de un frenesí religioso -después de meses que las organizaciones islámicas y la Autoridad Palestina están haciendo sonar en sus cabezas el mensaje difamatorio de que Israel está conspirando para destruir la mezquita Al Aqsa en el Monte del Templo en Jerusalem.

Incluso para los medios de comunicación con su sesgo anti-israelí, puede ser difícil manipular estos ataques enloquecidos de odio y motivados religiosamente dentro de su marco “Israel victimiza a los palestinos.” Se vuelve aún más difícil cuando uno observa los casos individuales.

El 3 de octubre, por ejemplo, Aharon Banita, su esposa Adele y sus dos hijos pequeños fueron atacados por un palestino con puñal en la Ciudad Vieja de Jerusalem. Viendo a su esposo fatalmente herido y habiendo sido apuñalada ella misma, el Times of Israel informó sobre Adele:

“Grité… ¡por favor, ayúdenme!, y [los tenderos palestinos de los alrededores] sólo me escupieron…”

Banita dijo que jóvenes palestinos que vieron el ataque se rieron y la maldijeron mientras ella gritaba por ayuda.

Ella dijo que uno de ellos la abofeteó y otro se rio en su cara y le dijo “cáete muerta” cuando ella le dijo que le daría un  millón de shekels si la ayudaba a salir con sus dos bebés.

“Ellos vieron que estábamos con dos cochecitos de bebé”, dijo ella.

 El 7 de octubre, en la ciudad de Kiryat Gat, en el sur de Israel, hubo este incidente:

Un hombre palestino apuñaló a un soldado de las FDI y robó su arma… Luego escapó a un departamento en un cuarto piso…

El soldado fue herido levemente en el ataque, con heridas en su cabeza, aparentemente infligidas con un par de tijeras…

Liat Ohanna dijo que encontró al terrorista en la cocina de su departamento, y que lo empujó dentro de la cocina, donde lo escuchó hurgando en los cubiertos, aparentemente buscando un cuchillo. El arma que él había robado no tenía balas.

 Ella y su madre escaparon gritando y luego escucharon disparos de armas de fuego.

 “No pensé que saldría viva, pero estaba determinada a luchar,” dijo Ohanna más tarde. Las fuerzas de seguridad le dispararon en mi cocina”, dijo a Radio Ejército.

En otras palabras, Liat Ohanna es una heroína. Y han habido otros casos de heroísmo por parte de civiles israelíes, como los que inmovilizaron a un atacante con puñal en un centro comercial el 7 de octubre, y la mujer soldado en Tel Aviv el 8 de octubre que, aunque apuñalada con un destornillador, cayó sobre su arma e impidió que el atacante la obtuviera.

¿Israelíes heroicos repeliendo a asesinos palestinos? Parece “dramático”  -no siendo los israelíes los únicos bajo ataque islámico- incluso inspirador. Pero no es la materia de la que están hechas las historias de los principales medios de comunicación, y sólo los que siguen los medios noticiosos israelíes es probable que sepan sobre estos casos.

Por supuesto, la medida en que los medios han cubierto los hechos, ha estado a la altura de sus travesuras habituales. El titular de la BBC para el ataque mencionado anteriormente que involucra a los Banita, en el que fueron asesinados Aharon Banita y otro hombre antes de que las fuerzas de seguridad mataran al atacante, fue: “Palestino muerto a tiros después de ataque en Jerusalem que mató a dos.”

Honest Reporting da una avalancha de ejemplos similares recogidos en un sólo día.

En este momento no está claro aún si esta ola de terror morirá o se intensificará. Si es lo último, puede asumirse con seguridad que los medios de comunicación aumentarán su cobertura del lado del ataque.

Sabemos que los atacantes palestinos son impulsados por una rabia religiosa y nacionalista inculcada sistemáticamente. ¿Qué impulsa la deshumanización de los israelíes por parte de los medios de comunicación occidentales y la identificación con los atacantes?

Fuente: Front Page

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México