AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El destacado analista económico y periodista judeo-mexicano, Ezra Shabot, participó en un desayuno de la WIZO, y dio una interesante charla sobre la evolución y el papel de los medios de comunicación de nuestra Comunidad Judía.

Explicó cómo estos han sido un reflejo fiel de la realidad del país. De ese modo, se han ido transformando desde los años 20’s y 30’s -cuando era muy evidente la militancia política en todas las publicaciones judías- hasta la actualidad -en la que la apertura democrática nos ha permitido abordar temas que antes eran considerados tabú, tales como la discapacidad en los niños o la homosexualidad-, pasando por las época en las que los temas más recurrentes eran los que tenían que ver con la inmigración judía a México (en los años 40’s), o los tiempos en los que se podía palpar la cerrazón y censura que no permitían cuestionar un sistema de poder que era hegemónico (en los años 60’s y 70’s).

Señaló que el periodismo, aún en los márgenes comunitarios, no puede ser una actividad arbitraria y tiene que desarrollarse con responsabilidad, especialmente por los nuevos retos que representan el desarrollo tecnológico y las redes sociales. Lo más complicado, explicó, es lograr que el medio se posicione en la opinión pública como una fuente de información creíble y confiable.

Tanto su exposición como las preguntas que luego respondió estuvieron llenas de señalamientos relevantes. Por ejemplo, sobre el trabajo del periodista, dijo: “El trabajo de la prensa y del medio de comunicación es no defender a nadie. Yo no vengo aquí a defender a nadie, yo trato de dar la información con la mayor cantidad de puntos de vista. Pero no existe la verdad absoluta, la objetividad pura. Somos hombres (y mujeres) interpretando actos de hombres. Sociedad interpretando sociedad, y ahí hay valores, preferencias; la objetividad ahí radica en decir: ‘Bueno yo vengo de aquí, conozco y creo que esto es así’. No hay verdades absolutas”. Luego agregó: “A mí, créanme que me encanta entrevistar a gente que está de acuerdo conmigo; es padrísimo, me encanta, pero esa no es mi chamba”.

Respecto a una pregunta relacionada a si él defiende a Israel, señaló: “Yo no me puedo poner a defender a nadie, pero mi pertenencia hace que al ver una nota relacionada con el tema, analice: soldado israelí mata a niño palestino; pero cuando vas a fondo ves que el niño palestino traía una bomba molotov. Es igual con los de Ayotzinapa; sale la nota de represión de los granaderos en contra de manifestantes, cuando en realidad son los pobres granaderos protegiéndose de manifestantes. Entonces ¿donde esta la objetividad? Hay que ver la otra parte”. Luego, ampliando el tema hacia la situación de los judíos, dijo: “Desgraciadamente, están aquellos que no nos quieren (ni modo); hay gente a la que el tema judío se le puede explicar, y que pese a su ignorancia te va a entender, pero hay gente a la que le digas lo que digas, piensa que los judíos somos lo peor, y que hay una conspiración judía”.

Y siguió: “Hay debate con quien esta dispuesto a entender; lo que no podemos hacer es tratar de complacer a todos, o decir ‘yo no voy a decir esto porque van a decir que soy judío’. Y aquí en la prensa en México hay un montón de judíos. Estamos hechos bolas, está Leo (Zuckerman), Micha (Adela), yo, montón de gente… Parte de la bronca del mundo judío es que, por razones históricas, nos hemos enfocado mucho en tratar de sobrevivir en profesiones y oficios que terminan siendo muy vinculantes para la sociedad, y por eso terminas teniendo tanto judío en medios de comunicación; en Estados Unidos es igual, así es la chamba”.