Los judíos masones en México: La "sociedad secreta” que jamás fue secreta, sino discreta (Segunda Parte)

JSHBELL NAYMES PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

80 años de la Respetable Logia Simbólica Maimónides 71

Fui invitada a participar en una reunión extraordinaria de la Masonería en La Gran Logia Valle de México que se realizaría el jueves 10 de Septiembre del presente año. El motivo de la convocatoria de este encuentro abierto, fue el 80° aniversario de la fundación de la Respetable Logia Simbólica Maimónides 71, una Logia integrada exclusivamente por miembros masculinos de la comunidad judía, que arraigan una profunda tradición, costumbres y valores. Para ver la parte I de esta entrevista, relativa al evento… Sigue lo relacionado con la historia de la Masonería, en Israel y en nuestro país.

MASONERÍA Y JUDAÍSMO

Con mucho respeto y el querer aprender a comprenderlos y el difundir los vínculos entre Judaísmo y Masonería, que son bastante añejos. Dado que la Masonería fue una de las primeras instituciones que promovieron en Europa la igualdad entre sus miembros, sin distingos de credo; desde el siglo XVIII muchos judíos se integraron a sus filas. Varios de ellos se sentían cómodos por el hecho de que mucho del simbolismo masónico está tomado directamente de la Biblia, lo cual implica un vínculo especial con el Judaísmo. “Los símbolos judíos son la fuente de su presente tradición, y los tres grados de la hermandad son una suerte de estuche en el que, simbólicamente, se atesoran las reliquias de los misterios ancestrales de Egipto, que son la base del significado de la Iniciación Masónica y del contenido original de cada uno de los tres grados.

ORÍGENES

La Masonería o Francmasonería es una sociedad secreta o discreta, organizada en Logias, que se autodefinen como fraternidades filosóficas y humanistas (seculares y laicas) y que mantienen un atractivo propósito de la perfección espiritual y social del ser humano, de acuerdo a sus postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Su influencia ha sido evidente en la historia moderna y algunos de sus líderes han obtenido gran poder. Gran parte de los integrantes de estas organizaciones son gentiles que son atraídos bajo los ideales de la sociedad, en sus distintas jerarquías o grados, especialmente en la cúpula, además de que la mayoría de la parafernalia masónica (rituales, mitos y símbolos) denota una profunda raíz judía, si bien toma prestados simbolismos de muchas otras tradiciones dispares.

La francmasonería se autodefine como una institución no religiosa, libre de dogmatismos, y conformada por libre pensadores. Las logias tratan, en los denominadas “talleres masónicos regulares”, distintos temas que hacen a la sociedad: temas políticos, económicos, sociales. Los principios masónicos: La Igualdad, la Fraternidad y la Libertad, la filantropía, la ayuda a todos como hermanos y formando parte de un mismo Universo. La tolerancia más allá de cualquier pensamiento; como decía Voltaire: “Puedo estar absolutamente en contra de lo que pienses pero daría mi vida por el derecho que tienes a decirlo”. La masonería se basa en propiciar el Trabajo, la Justicia, dándole prioridad a la Familia, el Trabajo y luego a la Fraternidad sin límites de banderas políticas, religiosas o nacionalidades. Dentro de la Masonería hay integrantes de todas las religiones, partidos políticos, pensamiento filosófico. La tolerancia es un principio masónico como la construcción de ciudadanos responsables. La lucha permanente por la libertad, la igualdad y la fraternidad universal, son móviles que encuentran a los masones unidos para debatir ideas, creencias y valores, en definitiva para vivir despojados de ataduras.

LAS LOGIAS: GRADOS, SEDES, ESCUDO Y CONSTITUCIÓN

Todo comienza en el templo de Salomón. Jerusalén, cuyo nombre significa “Ciudad de paz”. Es la Ciudad de David, Rey de Israel, quién, en el siglo décimo A.C. unificó bajo su gobierno la Tierra Santa (Judea, posteriormente llamada Palestina para los romanos) y estableció en Jerusalén su capital. Su hijo, Salomón, rey de Israel, tuvo la civilización occidental, y un motivo central en las tradiciones Masónicas en todos sus grados; “el modelo del templo ideal que construye cada masón en el interior de su corazón”. El Templo del rey Salomón aparece ya en las antiguas obligaciones de los constructores operativos, existenciales en la Edad Media, y es fuente de muchas leyendas y características del simbolismo en distintos grados masónicos. Dentro de la historia de la masonería existe el postulado de que la misma tiene sus orígenes en el rey Salomón y en la construcción de su templo. De que Salomón caracterizó los grados masones y formuló un programa para cada uno de ellos.

El Primero, de Aprendiz, contenía las pruebas físicas preparatorias en las iniciaciones de los misterios egipcios. El segundo, de Compañero, encerraba las enseñanzas que los sacerdotes daban a aquellos durante el curso preliminar que precedía a la iniciación, las conferencias y exámenes que tenían lugar para su calificación en virtud de los resultados obtenidos. Por último, el tercero, el de Maestro. El templo de Salomón era originariamente alegórico, no literal; ese templo no significaría ni más ni menos que el templo o bóveda Celeste, de la que el sol es el rey, o centro. El templo Sagrado, el templo de Salomón, el templo del Señor; son todas expresiones de la estructura Celeste que los rodea, el Altar en el que está la constelación de Aries, el signo del oriente.

La decoración de las Logias, son impactantes: Abraham Lincoln y George Washington, ex presidentes de Estados Unidos, encabezan los bustos que rodean el espacio renovado, “el salón de los Libertadores”; entre los que destacan héroes de la Independencia, como Ignacio Allende y una mujer, Josefa Ortíz de Domínguez (fue heroína de la Independencia), a pesar de que, oficialmente, no pudo pertenecer a la masonería, debido a que el rito escocés antiguo y aceptado no permite miembros femeninos; el edificio sigue luciendo antiguo, a pesar de las remodelaciones. La renovación no ha alcanzado todo el lugar. Parece instalado en las glorias pasadas, destacando en sus paredes personajes como Benito Juárez y Lázaro Cárdenas, y conservando reliquias que obsequiaron personajes como Mario Moreno, “Cantinflas”, y Joaquín Pardavé, también masones. En el escritorio del Muy respetable Gran Maestro, Dr. Martín Dávila Bello, se aprecia una bella piedra color grisácea tallada con algunos símbolos (un compás y una escuadra, y en el medio una gran “G”), esta Piedra Angular, es un regalo de los masones de Tlaxcala. El techo y paredes del templo están pintadas imitando la bóveda Celeste y a su alrededor los signos del zodíaco. Dentro de las logias, el Oriente es el lugar más importante donde está el Trono de Salomón y donde toma asiento el Venerable Maestro. Desde principios del siglo XVIII, se menciona expresamente dos palabras, que son los dos pilares que representan “fuerza” y “estabilidad”. Otros aspectos interesantes del templo de Salomón se refieren a los objetos sagrados como que se encuentran en su interior. Tal vez, el más importante es el Arca de la Alianza, que teóricamente contenía en su interior las Tablas de la Ley que D-S, le entregó a Moisés en el Monte Sinaí; así como parte del Maná y la Menorah. Otros objetos del templo eran el célebre mar de bronce; una piscina u objeto cilíndrico sostenido por doce toros y capaz de albergar 30.000 litros de agua. Otro elemento importante es la conocida Tabla de Salomón, una mesa llamada “Espejo de Salomón”; donde estaba escrito el conocimiento global del universo, la génesis de la Creación mediante esquemas geométricos, y formulada la palabra esencial del nombre de D-s. Los instructores de Compañeros y Aprendices tienen un sitial especial cada uno.

Aunque anterior a la existencia de la primera Gran Logia, el Rabino Yejuda Yacob León (1603-1675), merece ser mencionado por haber aportado unos nuevos diseños del templo de Salomón, que merecieron gran atención en Ámsterdam y en Londres; hasta el punto de pasar a ser conocido como “Lion Temple”. Mucho más tarde, la Gran Logia de los “Antiguos” (creada en 1751), adoptaría uno de aquellos diseños incluyéndolo en su escudo heráldico, perdurando tal símbolo también en el escudo de la posterior Gran Logia Unida de Inglaterra (1813). Poco después de su fundación, se le encargó al pastor protestante James Anderson que recopilara los antiguos manuscritos de las cofradías masónicas medievales para redactar los principios según los cuales se regirían los masones en el futuro. Así se gestó el conocido Libro de Constituciones de la masonería inglesa, piedra fundamental de la masonería mundial.