En la mente del líder de la oposición israelí, y presidente del partido Unión Sionista Isaac Herzog, las amenazas acuales en Oriente Medio son una oportunidad histórica para Israel.
ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Sí, los palestinos apuñalan a israelíes casi día con día. El gobierno actual de Netanyahu tiene sin duda la mayor representación de partidos de derecha desde su primer mandato como primer ministro. Funcionarios de la administración de Obama confirmaron la semana pasada que han renunciado a la posibilidad de lograr un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos durante el resto del mandato del presidente, que termina en enero de 2017.
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Sin embargo, según la visión de Herzog, el ascenso del Estado Islámico y la amenaza de un Irán nuclear representan una extraordinaria oportunidad para una alianza “similar a la OTAN” entre Israel y los países árabes moderados.
En vista de los intereses y enemigos comunes, el Estado judío puede colaborar con Egipto, Jordania, los Estados del Golfo y otros para frenar la expansión del poder iraní, contener al Estado Islámico, facilitar el intercambio de inteligencia, e impulsar nuevas negociaciones entre israelíes y palestinos, sugiere Herzog.
“Pese a la actual ola de terrorismo, apuñalamientos, lanzamientos de piedras y víctimas, debemos mirar más allá y tomar medidas que pueden cambiar el curso de la historia en la región,” dijo Herzog a un grupo de periodistas en una reunión de Manhattan organizada por el Foro de Política de Israel.
“Existe una oportunidad única en esta región como resultado de intereses comunes con nuestros vecinos árabes moderados como Egipto y Jordania, aunados a países como Marruecos, Arabia Saudita, los Estados del Golfo y otros – para los que el Estado Islámico e Irán son una amenaza importante.”
La pregunta es: ¿Cómo planea Herzog acercarse a estos países árabes?
Netanyahu posee un firme control del poder. El partido laborista ha prevalecido sólo una vez desde el asesinato de Yitzhak Rabin hace 20 años, y las tendencias demográficas de Israel son un mal presagio para la izquierda israelí. Los ultra-ortodoxos representan el segmento de mayor crecimiento en la población, la mayor parte del millón de inmigrantes de habla rusa que llegaron a Israel en la década de 1990 son de línea dura y los israelíes liberales del área metropolitana de Tel Aviv se encuentran divididos entre la Unión Sionista y los partidos de centro como Yesh Atid en cuestiones socioeconómicas.
A pregunta expresa sobre su estrategia para conseguir un éxito electoral bajo esta realidad política, Herzog argumentó que los israelíes finalmente se darán cuenta de que el enfoque de Netanyahu de “vivir por la espada” no puede prevalecer. El líder opositor ofrece una especie de guía por la cual el reconocimiento se traduce en votos para el laborismo.
Y paradójicamente, aunque el miércoles describió a Netanyahu como aquel que carece de una visión de esperanza para Israel, Herzog dijo que lo apoyaría si el primer ministro optara por un “cambio histórico” en la región.
Herzog dejó abierta la posibilidad de que Netanyahu de tomara tales medidas. Pese a su experiencia en su trato con él, ya sea respondiendo u oponiéndose a Netanyahu, Herzog aún no comprende al primer ministro en su totalidad.
Por otro lado, llamó al presidente palestino, Mahmoud Abbas una “persona complicada y difícil,” pero insistió en que él “actúa contra el terrorismo.”
Herzog propone reanudar el proceso de paz, y congelar la construcción de asentamientos fuera de los grandes bloques de asentamientos que Israel espera conservar como parte de un acuerdo de estatus final, hablaría ante el parlamento palestino en Ramala y demostraría que cada lado “comprende el dolor del otro.“
Cualquier acuerdo de estatus final debe basarse en un mutuo reconocimiento del Estado-nación de cada uno y las medidas de seguridad elementales para ambas partes. En este marco, Israel mantendría el control sobre el valle del río Jordán como un corredor de seguridad, afirmó.
Herzog arribó a Estados Unidos para hablar en la Asamblea General de las Federaciones Judías de Norteamérica, en Washington, DC, y asistió al evento de las Naciones Unidas que conmemoró el 40 aniversario de la infame resolución que compara al sionismo con el racismo cuando su difunto padre, el entonces embajador de Israel ante las Naciones Unidas Haim Herzog, rompió una copia de la resolución en su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
Aunque la visita de Herzog a Estados Unidos esta semana recibió mucha menos atención que la de Netanyahu, el líder de la oposición pretende seguir expresando su visión alternativa para Israel.
“Yo, como jefe de la oposición, reitero una y otra vez que no estoy dispuesto a darme por vencido. Me rehuso a pensar que no hay esperanza. Debemos seguir adelante, intentar de nuevo.”
“Pese a que por el momento la realidad parece sombría, triste y horrible, pese a que un niño de 13 años apuñala otro de su misma edad, pese a que existe un gran lavado de cerebro envuelto en odio y las relaciones entre judíos y árabes se encuentran en uno de sus puntos más bajos, uno tiene que crear esperanza,” concluyó Herzog.
Fuente: The Times of Israel/Uriel Heilman
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