1147823 THE WALL STREET JOURNAL

 

Otro viernes, otra juerga yihadista de asesinatos.

Al menos 22 personas están muertas en Bamako, Mali, después que terroristas islámicos irrumpieron en un hotel popular con visitantes de la ex colonia francesa.  El ataque siguió un guion hasta ahora conocido: Terroristas gritando “Alau akbar” capturan un objetivo blando, toman rehenes, permiten que los musulmanes se vayan, y matan a tantos del resto como pueden antes que pueda ser montado un intento de rescate. Este llega una semana después de la masacre de París.

El ataque del viernes fue el séptimo incidente letal este año en Mali. En el año 2013, una insurgencia liderada por un vástago de al Qaeda capturó muchas partes del país, incluyendo la ciudad histórica de Timbuktú. Esto fue revertido después de que el presidente francés François Hollande envió unas 5000 tropas -una lección de cómo una fuerza terrestre, pequeña pero moderna, apoyada en forma apropiada por poder aéreo, puede despachar a una milicia terrorista fanática pero inepta.

Los franceses mantuvieron sabiamente una fuerza residual en Mali y cuatro países vecinos, que han estado combatiendo a Boko Haram el afiliado al Estado Islámico y otros grupos. Las fuerzas especiales estadounidenses también entrenan a las fuerzas de Mali, y fuerzas estadounidenses y francesas tomaron parte en el rescate.

El ataque en Bamako es un recordatorio que Mali difícilmente es un lugar seguro aún cuando hay presentes fuerzas extranjeras. Pero al menos no es otro importante refugio terrorista, y al menos tiene un gobierno que trata de hacer lo correcto. Nada de eso sería así si París no hubiese actuado rápidamente y en forma decisiva en este país de mayoría musulmana.

Puede pasar algún tiempo antes que nos enteremos si hay una conexión directa entre los ataques de París y Bamako. Lo que está claro es que el ritmo de los ataques terroristas alrededor del mundo sigue aumentando. La respuesta occidental tiene que hacer más que simplemente mantener el ritmo.

 

 

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México