El 22 de noviembre se inauguró en el Museo Judío y del Holocausto “Tuvie Maizel” de la Kehila Ashkenazi, la exposición de una parte de la obra de Roman Vishniac, organizada por el afamado cronista de la Comunidad Judía en México, Manuel Taifeld, quien ha reunido miles de fotografías de judíos en México desde los inicios de su llegada a nuestro país.


ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO- Al realizarse la inauguración de la exposición,  Jaime Bernstein, Presidente del Museo Judío y del Holocausto “Tuve Maizel”, señaló: “Roman Vishniac logró conformar el registro fotográfico más reconocido y reproducido de la vida judía en Europa durante el período entre guerras. Las imágenes reproducidas en el libro “Un Mundo Desaparecido” recogen escenas cotidianas de los barrios judíos de grandes ciudades como Viena y Varsovia. Así como de los pequeños pueblos en donde los judíos se habían asentado desde hacía siglos”

Al tomar la palabra, Manuel Taifeld nos dio una semblanza de la vida y obra de Vishniac: “Esta exposición es un anhelo que he tenido hace tiempo , desde que vi por primera vez las imágenes del extraordinario fotógrafo Roman Vishniac, que me impactaron debido al hecho de que, a través de ellas, pude conocer algo de aquel mundo de donde provenían mis padres.

Existen innumerables imágenes captadas por algunos fotógrafos reconocidos y muchos anónimos que ilustraros cómo era la vida de los judíos en la Europa Oriental antes del Holocausto. Sin embargo,  fue Roman Vishniac, Aunque Vishniac, conocido en el medio científico por sus invaluables aportaciones a la microfotografía biológica, quien dejó el mayor testimonio gráfico e indudablemente artístico de ese mundo que desapareció”.

Vishniac nació el 19 de agosto de 1897, en el seno de una familia acomodada, en Povlosk, lugar de veraneo cercano a San Petersburgo, Rusia. Su familia tuvo el privilegio de contar con un permiso especial para residir en Moscú, la cual estaba vetado para los judíos. Así, el pequeño Roman tuvo la oportunidad de estudiar en una escuela particular.

Desde niño estaba fascinado con la biología y fotografía; a la edad de siete años, le obsequiaron una cámara fotográfica y con el microscopio de su abuelo encontró el camino para combinarlos y produjo sus primeras microfotografías. Su recámara siempre estaba llena de insectos, peces y animales pequeños con los que hacía experimentos.

En 1918, a causa del antisemitismo impulsado por la Revolución Rusa, escapó disfrazado de bolchevique y gracias al salvoconducto que le otorgó León Trotsky pudo viajar a Berlín, donde conoce a Luta Bagg con la que contrajo matrimonio y procreó a sus hijos Mara y Wolf.

En la década de los 30´s, cuando iniciaban los primeros brotes antisemitas en Alemania, Vishniac, que vivía en Berlín, se llegó a disfrazar de Nazi para captar las escenas de antisemitismo, fue en ese tiempo que la oficina del American Jewish Joint Distribution Center lo contrató para documentar gráficamente la gran pobreza y la vida judía que prevalecía en los poblados y ciudades de Polonia, Ucrania, Rumanía, Checoslovaquia, Hungría y Lituania. El objetivo era utilizar ese material para hacer campañas para ayudar a la gente necesitada de aquellas regiones.

Fue entre los años de 1935 y 1939, que actuando como agente de ventas de telas, se dedicó a recorrer los ghettos de aquellos lugares donde, muchas veces con su cámara Leica oculta, tomaba instantáneas, para captar cómo vivía la gente en sus humildes viviendas, en los jeiders (cuartos de estudio para niños), yeshivot (cuartos de estudio religioso para jóvenes y adultos) y en los templos.

Para las escenas exteriores utilizaba su cámara Rolleiflex, esto le acarreaba problemas: en varias ocasiones fue arrestado por la policía, acusándole de espía, debido a que a los judíos no se les permitía cargar cámara y mucho menos tomar fotografías.

En 1943 montó su primera exposición sobre los judíos en Europa en la Universidad de Columbia en Nueva York. En 1947 se publicaron treinta y una de sus fotografías en el libro “Un Mundo que Desapareció” en idish e inglés, editado por Raphael Abramovich, mismo que contiene una gran riqueza de imágenes sobre las poblaciones que habitaban los judíos.

Para entonces su esposa Lutta había fallecido; contrajo matrimonio con su amiga Edith Ernest y se dedicó de lleno a la fotografía científica, fue inventor de un sistema de fotografía a través de los ojos de una luciérnaga, trabajó en la macro fotografía a color. Sus trabajos aparecieron en importantes publicaciones científicas y en la Revista Life.

Su último acaba de salir a la luz el 15 de octubre pasado con el título “Rediscovering Roman Vishniac”.

Posteriormente, Manuel Taifeld presentó un video con parte de las fotos de Roman Vishniac, ambientado con cuatro piezas de música en idish.

Cabe mencionar la modestia de Taifeld, enfatizada por David Ross, retratista de personalidades, quien calificó de “obra maestra” el video presentado.