“Vamos a luchar contra el terrorismo como si no hubiera un proceso de paz, y vamos a luchar por la paz como si no hubiera terrorismo”

                                                                                                                                                  Itzjak Rabin

“Hay que enfrentar a Irán como si no hubiera conflicto con los palestinos y hacer paz con los palestinos como si no existiera el peligro iraní”.

                                                                                                                                                   Jonathan Peled

Este 22 de noviembre, una foto de Itzjak Rabin dominaba el salón. A su alrededor, miembros del Centro de Estudios Judaicos (CEJ), de Bet El, del Grupo I. Rabin, de APEIM y de Moetzet Hatnuot se reunían para conmemorar el vigésimo aniversario del magnicidio más tristemente famoso en la historia del Estado de Israel.

El investigador Alberto Huberman y su esposa, Angelina Muñiz, prendieron una vela en memoria del gran estadista, cuya obra cumbre es, sin duda, los acuerdos de paz de Oslo.

Carlos Asse, perteneciente al movimiento juvenil “Hashomer Hatzair” dedicó unas sentidas palabras al gran líder del Estado judío.

Y quien mejor para hablar de Itzjak Rabin que el diplomático que estuvo muy cerca de él y parte de la delegación israelí en las pláticas de paz de Oslo: “nuestro” embajador de Israel en México, Jonathan Peled:” Para mí, Rabin simboliza en muchos sentidos al “israelí”, que tiene esta rugosidad, con timidez, alguien que nació en Israel antes de la creación del estado y pertenecía al Dor ha Palmaj, la generación del Palmaj.

Desde muy joven se notaba su determinación y liderazgo, así como su deseo de hacer lo mejor. Era un buen estudiante, y tuvo una carrera militar muy importante, pasando por ser soldado, general, Jefe de estado mayor, Embajador, Ministro de Defensa, y dos veces Primer Ministro. (1975-77) (1992-95). Todos los recordamos como un soldado que luchaba por la defensa de Israel. Sacrificó su vida por la paz. Uno de sus más importantes dichos es “Vamos a luchar contra el terrorismo como si no hubiera un proceso de paz, y vamos a luchar por la paz como si no hubiera terrorismo”. Creo que es el legado que nos ha dejado.

LA PAZ SE HACE CON EL ENEMIGO

Rabin también entendió que Israel no puede seguir siendo un “país que habite solo” y que tiene que abrirse al mundo.” Tenemos que asumir los procesos internacionales, por supuesto la paz pero también a la cooperación internacional, y empezar a desarrollarnos como un país entre las naciones”.

“Hoy que enfrentamos de nuevo una época de terrorismo y retos internos en Israel, es importante reconocer y seguir su ejemplo y su legado, de luchar contra la discriminación, la violencia, y buscar siempre la paz. Una de mis mayores preocupaciones es la sociedad interna (israelí), su intolerancia y sus discusiones. Por lo que siempre hay que recordar que la Tierra de Israel es una tierra sagrada y tenemos que cuidarla. Se tiene que hacer una introspección para ser una sociedad vibrante, pluralista y seguir anhelando la paz”.

Peled recordó haber ido a al Cairo en una serie de negociaciones y sentarse a la mesa con conocidos terroristas: “Me imagino que, en estas circunstancias, también los líderes tuvieron sus dudas; pero entendí que la única manera de lograr la paz era hacer amistad con el enemigo. Este concepto simbólico es algo que ha penetrado en la sociedad israelí: tenemos que estar dispuestos a ceder. Sin embargo, nos falta recibir este mismo mensaje de la sociedad palestina”.

Las negociaciones”, dijo Peled, “no son un juego de todo o nada, porque, a veces, uno puede quedarse sin nada”.

¿HA MUERTO OSLO?

Respecto al proceso de Oslo, la pregunta es: ¿ha muerto? ¿hubo avances?. “No hay que olvidar que antes de Oslo hubieron logros importantes” recuerda el Embajador.

“En 1979, la firma de la paz con Egipto, algo que era impensado con nuestro archi-enemigo (Egipto). Pero Sadat entendió algo: que con Israel no se iba a poder por la vía de la lucha. Hizo un viaje a Jerusalem, y tuvo un recibimiento increíble. Este amor, afecto y admiración del público abrió la puerta al acuerdo: entendió que la mano de paz es bien recibida en Israel.

En 1993, un buen día, el mundo se despertó con una gran sorpresa: el hecho de que secretamente se logró llegar a un acuerdo y entendimiento entre Arafat y la OLP por el lado palestino,  Rabin y Peres por Israel. Se firmaron los acuerdos de Oslo”.

Una de las grandes consecuencias de Oslo, según el Embajador, es, en 1995, la paz con Jordania: “Fue el resultado directo de los acuerdos de Oslo”.

“Veinte años después, este niño que nació en Oslo está creciendo más lentamente de lo esperado, pero está vivo y vigente”.

LOS OBSTÁCULOS QUE ENFRENTA OSLO

¿Quién controlará Gaza?
¿Quién mandará en Ramallá?
¿Qué hacemos con los asentamientos?
¿Cómo se manejará Jerusalem?

EL MITO DE LA HASBARÁ

“Ya no se usa la palabra Hasbará; se dice “diplomacia pública” explicó Peled.

“La idea de la Hasbará está basada en un error: pensamos que si hablamos bien, nos van a entender- y que nos nos entienden porque no hablamos bien.

Sin embargo, tenemos un Primer Ministro que es un gran orador; y no por ello nuestros enemigos nos ven de forma más “amable”.

OTRAS FRASES DE JONATHAN PELED

“El odio a los judíos no es nuevo y siempre existirá. No creo que, aunque haya paz con los palestinos, el mundo se ponga filojudío”

“El conflicto palestino israelí sigue siendo político; si se convierte en religioso…¡que D-os nos ayude!”

“Irán es considerado por las potencias como parte de la solución contra ISIS. Allí está el reto de Israel”.

“El islam no es nuestro amigo”

“El hecho de que yo tome café con Mahmoud Abbas no es una negociación. Israel no puede crear, solo, un Estado palestino”.