“Después de la destrucción del Templo de Jerusalem, los judíos dejaron la Tierra Prometida, pero lo hicieron con la esperanza de volver. Tal anhelo se expresó en ritos, plagarias y festivales. Entiendo así el sionismo, como una expresión política y social de esta añoranza”
Juan Ramón de la Fuente

El municipio de la ciudad de Jerusalén, la Organización Sionista Mundial y el Consejo Sionista de México entregaron el 24 de noviembre el Premio Jerusalem 2015 al ex secretario de Salud Juan Ramón de la Fuente. Con ello, reconocen el apoyo que el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha ofrecido a los judíos e israelíes establecidos en el país.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO- El Premio Jerusalem se otorga anualmente de manera internacional a una persona o institución que no forma parte de la comunidad judía, pero que tiene mucha hermandad con ella.

En el salón Mural del Centro Comunitario Ramat Shalom, el Dr Juan Ramón De la Fuente, en su intervención, expresó tener muchos amigos de la comunidad Judía de México. Entre ellos, Jacobo Zabludovsky ocupa un lugar destacado, pues ambos compartieron la afección taurina: “Jacobo sabía mucho de toros, y de todo lo que tocaba: de tangos como de política”

Aún así, afirmó el ex Rector de la UNAM, “hay dos instituciones con las cuales he estado muy vinculado. Una de ellas es el Instituto Cultural México Israel, que me ha permitido conocer aspectos de la migración judía a nuestro país; a este Instituto llegué acompañado por Marcos Moshinsky, con quien tuve una amistad muy cercana. La otra es el Museo Memoria y Tolerancia, de cuyo patronato formo parte; conocí este proyecto desde sus inicios, cuando Sharon Zaga y sus colaboradoras me lo plantearon- y reconozco que se ha convertido en uno de los mejor logrados (del país)”.

Cuando De la Fuente fue Secretario de Salud, una de sus primeras visitas oficiales fue al Estado de Israel. Le interesó su sistema de salud, el cual funciona, según el catedrático “razonablemente bien”; además, la vinculación de dicho sistema con los institutos de investigación y la Universidad.

El ex rector de la UNAM reconoció que intentó implementar en nuestro país uno de los elementos que encontró en la Universidad de Tel Aviv, así como en el Instituto Weizman: la capacidad de fomentar la creatividad entre los jóvenes: “Aprendí a entender cómo la innovación es dar a los conocimientos generados por la investigación un valor en bienes y servicios: que sea capaz de generar no sólo recursos económicos, sino mejores servicios y mayor bienestar”.

Otro resultado de su visita a Israel fue el generar vínculos entre México e Israel, lo cual resultó en la apertura de mercados para importar medicamentos; el intercambio de residentes y las investigaciones conjuntas entre los sistemas de salud de ambos países.

“Israel es un país que ha sido transformado por el hombre, en un alarde de voluntad colectiva, para ser habitable, para ser un lugar de desarrollo y prosperidad”.

A su vez Jerusalem, que otorga su nombre al Premio, es, para el galardonado, centro de interés, de fe, de curiosidad y también de reflexión:

“Reconozco a Jerusalem por ser una capital de trascendencia humana y al pueblo judío por sus aportes al conocimiento y a la cultura universales”

“Poseo un cuadro minimalista que representa a Jerusalem con su cúpula dorada. Me lo regaló Mathias Goeritz y siento que lo que quiso expresar es que Jerusalem podía resplandecer”.

“Jerusalem está viva, está vigente- y seguirá siendo un territorio controvertido – y así hay que entenderle, admirarla y quererla”.

Mencionó lo dicho por David Ben Gurión: “El valor de Jerusalem no puede ser medido ni puesto en palabras. Si la tierra tiene un alma, Jerusalem es el alma de la Tierra de Israel”.

Este premio, para De La Fuente, refleja “los valores fundamentales de un pueblo epopeico, de enorme intensidad desde sus orígenes- y que tiene una ciudad emblemática, Jerusalem”.

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