En anteriores ocasiones hemos platicado que el dueño de los Patriotas, Robert Kraft, es una de las personas más influyentes dentro de la comunidad judía en Estados Unidos y a nivel mundial.
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Gracias a las donaciones, aportaciones y obras benéficas en las que ha participado, Kraft se ha vuelto un ícono en la comunidad judeo-estadounidense y en un hombre muy respetado en Israel; al ver las lamentables acciones terroristas que se han presenciado en el mundo, Kraft y sus Patriotas volvieron a tomar protagonismo y aunque varios en el mundo callan, ellos levantaron la voz y nos mostraron una vez más de lo que están hechos.
El jueves 19 de noviembre otro atentado más se presenció en Israel, éste llevó consigo la muerte de Ezra Schwartz, un joven judeo- estadounidense de 18 años que cursaba sus estudios en Israel. Ezra era un fan apasionado de los Patriotas de Nueva Inglaterra y al momento de enterarse de esto, Kraft alzó la voz y comentó que los atentados terroristas nos afectan a todos, dijo que los Patriotas estaban de luto gracias a la perdida de uno de sus jóvenes aficionados, pero esto no acabó ahí, para el siguiente partido de lunes por la noche, los Patriotas y su afición guardaron un minuto de silencio en memoria de Ezra Schwartz. Miles de personas en el mundo vieron el gran gesto que la gran institución tuvo con el difunto, pero no vieron que pasó después y es que en realidad ahí no se acabó la historia, ya que además de que Kraft dio un donativo al estado de Israel en nombre de Ezra, fue a la “shive” (7 días de luto donde se hacen rezos en casa de la familia del difunto) a visitar a los padres y a los familiares del joven para darles el pésame.
Esta no es la primera ni será la última obra de buena fe donde Kraft y los patriotas muestran ser una institución de primera en todas las áreas.
