Hay personas que viven la guerra todos los días. Otras en medio de la violencia, la hambruna o todas a la vez. Ante la situación es importante que las religiones se unan sin importar los diferentes credos, las muchas creencias o las distintas celebraciones.

JANUKA


AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – “El mundo requiere que la gente de fe nos juntemos a pedir que esto se resuelva de alguna manera, no solamente es el tema de pedirle a Dios, sino estar todos juntos dando un mensaje que esto ya no tiene que pasar”, explica Graciela Ciociano, presidenta de la Comunidad Hebrea de Guadalajara, al referirse a “Luces por la Paz”, evento que se llevará a cabo hoy en el Instituto Cultural Cabañas como culminación del Hanukkah que comenzó el pasado 6 de diciembre.

La idea surgió hace apenas dos semanas —detalla la líder— cuando la congregación, al percatarse de sucesos lamentables que estaban ocurriendo en el planeta, decidió reunir a representantes de distintos credos: “Nos parece que es una buena ocasión, coincidiendo con las fechas navideñas, pensar en celebrar a partir del mensaje de la luz y del milagro la necesidad de paz en el mundo”.

En el evento, que iniciará a las 18:30 horas en el Patio de los Naranjos, están convocados los representantes religiosos de algunas comunidades de Guadalajara para encender una vela y hacer una oración conjunta en favor de la paz.

“Está abierto al público en general. Probablemente nos acompañe el Cardenal,  los budistas, los taoístas, la iglesia anglicana y más… la idea es que la luz sea lo que nos una”.

Del conocimiento nace el respeto 

Las diferentes creencias no deberían ser motivo de intolerancia, ya que las religiones tienen objetivos y valores en común que acercan, al contrario de esa cultura de intransigencia, considera Graciela Ciociano. “Tendremos que dar un paso importante en abrirnos a conocer, aceptar y entender en qué cree el otro. Podemos hacer muchas cosas manteniendo nuestras diferencias, como una orquesta en la que cada uno toca un distinto instrumento, pero juntos hacemos una melodía”

Cuenta que en la Comunidad Hebrea el respeto siempre ha sido primordial, incluso por esa línea han hecho eventos como el de “Cien por ciento tolerancia”: “Para nosotros es muy importante entender que estamos todos hermanados en la fe y que podemos hacer cosas juntos y conocernos, y profundizar nuestros lazos, siempre estamos abiertos al trabajo conjunto”.

Aunque es la primera vez que se realiza un festejo de esta magnitud para Hanukkah —al cual podrán asistir niños, habrá música y en el que distintos líderes religiosos podrán compartir un discurso—, la mira al futuro es abrir el camino para futuras colaboraciones. “Más que la festividad lo que queremos es fortalecer y dar muestra de una posición en donde necesitamos abrirnos y trabajar juntos por la paz. Lo que queremos poner en la mira es lo interconfesional. Pretendemos poner en la mira no la fiesta sino utilizar la luz como un factor interesante y convocante para unirnos todos”.

¿Qué es el Hanukkah? 

El Hanukkah es una tradición milenaria. Graciela Ciociano explica que es una fiesta que se celebra durante ocho días y que este año comenzó el domingo 6 de diciembre con el encendido de una vela en un candelabro típico llamado “janukiá”. Cada día se agrega una vela hasta llegar a ocho. “Lo que festejamos es la recuperación del Templo de Jerusalén. Cuando los macabeos, así se llamaba el grupo que hizo la rebelión, recupera el templo de mano de la cultura helénica, que estaba profanado, encuentran una vasija de aceite que iba a durar un solo día  y el milagro es que dura ocho días. Son dos milagros, el milagro de la luz y el milagro de los pocos, porque era un grupo reducido que logra una victoria militar importante”.

La fiesta data del año 164 antes de la era común, y además del encendido del candelabro se juega “sevivón”, conocido también como perinola, una especie de trompo con seis lados en los que se graban indicaciones como “toma uno” o “toma todos” y que se retoma de la época cuando estaba prohibido el estudio del Torá. “Lo que pasaba es que los niños se juntaban a estudiar, pero cuando pasaban los guardias lo sacaban para que creyeran  que estaban jugando y no estudiando. Se mantiene la tradición de jugar y se comen cosas fritas, nosotros siempre festejamos con comida”.

Ciociano señala que la Comunidad Hebrea de Guadalajara fue fundada hace 12 años, por lo que en realidad es bastante joven. “Somos aproximadamente 100 familias que tenemos nuestras actividades habituales de la religión y de la cultura judía”.

Recuerda que en la congregación tienen un rabino, quien se encarga de lo religioso, y un consejo directivo —el cual preside— encargado de promover las partes educativa y social. “También participamos en la cátedra Primo Levi junto con la UdeG  y por supuesto que tenemos vínculos con el resto de las comunidades judías de Guadalajara. Quisiera pensar que a partir del encuentro de todos los líderes religiosos podemos seguir trabajando juntos en otras actividades, esa es la intención”.

FUENTE: El informador