Según la última encuesta realizada por el Centro Palestino de Investigación Política, alrededor de dos tercios de los palestinos que viven en Cisjordania y la Franja de Gaza apoyan el uso de cuchillos en las confrontaciones actuales con los israelíes, desean la renuncia del presidente palestino, Mahmoud Abbas y rechazan los acuerdos de Oslo firmados con Israel.

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Los encuestadores observaron varias tendencias en comparación con la encuesta anterior realizada en septiembre. Actualmente, “una creciente mayoría desea una Intifada armada, y sigue rechazando la solución de dos Estados”. Mientras que el 68 por ciento de los 1,270 adultos encuestados rechaza los acuerdos de Oslo, el 67 por ciento considera que Abbas no tiene intención de implementarlos. Los investigadores se refieren a la “generación de Oslo,” jóvenes de 18 a 22 años, que son los que más apoyan una Intifada armada y menos respaldan una solución de dos estados.

Si las elecciones presidenciales entre Ismail Haniyeh, de Hamas y Abbas, se celebrasen hoy, Haniyeh ganaría el 41 al 51 por ciento de los votos. La única figura de Fatah que podría vencer a Haniyeh es Marwan Barghouti, que cumple cinco cadenas perpetuas en una prisión israelí por su participación en el asesinato de israelíes durante la segunda Intifada.

Abbas: La escalada de violencia surge de la desesperación

Abbas dijo este lunes que las negociaciones con Israel se reanudarían sólo en base a la liberación de la cuarta ronda de presos por parte de Israel, el congelamiento de los asentamientos, el control de la agresión de colonos y una fecha fija para el establecimiento de un Estado palestino, así como la implementación de todos los acuerdos firmados entre Israel y los palestinos desde 1993.

En una conferencia contra la corrupción celebrada en Ramala, Abbas dijo que el levantamiento popular surge de un sentimiento de desesperación que caracteriza a la joven generación de palestinos, que según él se ha desilusionado de la solución de dos Estados y tiene que lidiar con puestos de control y asentamientos, además de colonos agresivos como los responsables del asesinato de Mohammed Abu Khdeir, el incendio fatal de la casa de la familia Dawabsheh, y los ataques contra la mezquita al-Aqsa.

En cuanto a la actual ola de violencia, el 67 por ciento apoya el uso de cuchillos, pero el 73 por ciento se opone a la participación de niñas de escuela en ataques punzantes.

Irónicamente, el 47 por ciento cree que los palestinos abatidos por israelíes no habían apuñalado ni pretendían apuñalarlos, pese a que respaldan estas acciones.

El público palestino se muestra dividido acerca de hacia dónde se dirige la violencia. El 37 por ciento considera que el levantamiento se transformará en una nueva Intifada armada, y el 18 por ciento cree en enfrentamientos populares pacíficos. Un 19 por ciento opina que se mantendrá el nivel actual de violencia, en tanto que otro 10 por ciento espera que los ataques se disipen.

Alrededor de la mitad de la población palestina cree que los intereses nacionales palestinos se verían más beneficiados por una nueva Intifada armada que por la reanudación de las negociaciones, y un número similar piensa lo mismo con respecto a la actual ronda de violencia.

La encuesta, dirigida por el Dr. Khalil Shikaki se llevó a cabo del 10 al 12 de diciembre, en cooperación con la Fundación Konrad Adenauer Stiftung de Ramala con un margen de error del 3 por ciento.

Fuente: Haaretz/Jack Khoury

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