En la literatura infantil y juvenil hoy habitan mariposas vampiros, magos, duendes, extraterrestres, ladrones de sueños, el terror, budismo y santería.

En la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, el premio juvenil Gran Angular se otorgó a Tamar Cohen Abadi por Al rescate de un año terrible. El premio consiste en la publicación de la obra y un estímulo económico de 150 mil pesos, que le fue entregado el 22 de octubre en el Museo Nacional de Antropología.

La novela de Tamar Cohen Abadi muestra la situación desoladora de un personaje con un mínimo de recursos textuales, en una obra que aborda con franqueza, lejos del melodrama y el sentimentalismo, las relaciones, las dificultades y padecimientos de una adolescente.

Ana Arenzana, gerente de literatura infantil y juvenil de Fundación SM, interrogada por La Jornada, dijo que el premio que se concede de manera conjunta desde hace 20 años. Informó que esta vez se recibieron 50 obras de autos residentes en México para la categoría infantil y 21 para la juvenil, con temas de gran diversidad, de relevancia social, como el de las personas que desaparecen contra su voluntad, la violencia y la corrupción.

Encontramos a Cohen en el Centro Social Monte Sinaí, quien nos dijo lo siguiente:

“Desde que tenía yo nueve años me gustaba mucho escribir; cada noche escribía en mi diario lo que había sucedido- así fue durante muchos años.

Hace trece años, después de que nació mi tercer hijo, decidí formalmente escribir una novela. La primera novela fue infantil: una la voz que salió de mí. Una niña de doce años.

Llevo escritas cuatro novelas infantiles y la última “El Año Terrible” fue mi primera novela juvenil. Acabo de ganar el premio Gran Angular, es un premio que se da a mayores de diez y seis años. Lo otorga CONACULTA, La Fundación SM y la editorial SM.

El tema del libro es acerca de Dana, una joven de preparatoria de diez y siete años que está deprimida; el libro es acerca de todo este proceso a lo largo del cual Dana visita doctores y busca ayuda en su familia y entre sus amigos.

Va descubriendo a través de este libro quién es ella y como salir adelante. Esta es una novela que conmueve por el tema; Dana tiene mucho sentido del humor, muy ácido y negro, amén de un lenguaje muy “arriesgado”, que hace que la novela sea divertida.

Esta novela está basada en un experiencia personal: hace tres años, sufrí una depresión. La describí en un mes , en madrugadas, cuando no podía dormir… Fue una necesidad de plasmar en palabras lo que yo estaba viviendo, el desorden y caos que tenía en la vida. La novela no es ningún manual para la depresión, es ficción, los personajes son creados por mí. No es un libro de auto ayuda.

No soy ninguna experta en el tema de la depresión, pero sí se han acercado a mí personas que me comentan acerca de conocidos que están pasando por este padecimiento. Cada vez, más jóvenes sufren de depresión- y cada vez son más jóvenes.

Lo que es importante es que la palabra “depresión” ya no es un tabú, la gente ya habla abiertamente del tema.

En relación con la lectura, la tecnología es una gran competencia, pero los jóvenes se despiertan y se duermen con palabras. Hay un nicho de jóvenes que siguen amando los libros.

Estuve en la Feria del Libro en Guadalajara y en la FILIJ en México, había mucha gente y muchos jóvenes vi que compraban libros. El libro sigue siendo algo importante para ellos”.