Si los miembros más destacados del autodenominado Estado Islámico (EI), esto es, los combatientes (muyahidines) -unos 50 mil hombres- o los extranjeros (muhajirines) no logran celebrar matrimonio o, una vez casados, no pueden consumarlo, el grupo terrorista dispone que sean agraciados con esclavas sexuales.
ESTADO ISLÁMICO

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Y esto por la generosidad y misericordia de Dios, señala uno de los edictos firmados por el Departamento de Investigación y Fatuas, y a los que tuvo acceso el investigador experto en yihadismo Aymenn Jawad al Tamimi.

Estos documentos, con los que el EI fija las bases de la esclavitud de mujeres, se unen a los difundidos esta semana por la agencia Reuters del archivo incautado al dirigente abatido en Deir al Zor, en Siria, Abu Sayyaf.

“Para aquellos (muyahidines) que lleven separados con sus esposas mucho tiempo por servicios en el frente o expediciones, o para los muhajirines (los que hayan emigrado al califato desde el extranjero) que hayan dejado atrás a esposa e hijos y tengan por delante un largo exilio (…), la gracia divina y maravillosa generosidad les trae a las cautivas y esclavas”.

Tanto los papeles de Al Tamimi como los filtrados por EU tras la operación de Abu Sayyaf están fechados a principios de 2015.

Durante este año, a través de testimonios de mujeres liberadas por las tropas iraquíes y las milicias kurdas, sobre todo de las yazidíes que fueron aprehendidas en 2014 alrededor del monte Sinjar, organizaciones independientes y la ONU acusó al EI de la esclavitud y violación sistemática de las presas.

En líneas generales, según los edictos del Departamento de Investigación y Fatuas, el grupo terrorista permite tomar como esclavas a las mujeres y niños de los combatientes que llaman “infieles” -lo prohíbe en el caso de no musulmanes (cristianos, judíos) que vivan en el seno del califato- , comprar y vender a estas cautivas; permite dejarlas embarazadas, y obliga a mantenerlas, alimentarlas y mostrarles compasión.

El dictado del EI especifica, no obstante, que será el imam (autoridad religiosa) el responsable de autorizar las relaciones sexuales con ellas.

“No está permitido yacer carnalmente con ellas o disfrutarlas simplemente porque sean cautivas”, dice uno de los edictos difundidos por Al Tamimi.

En uno de los documentos a los que tuvo acceso Reuters, elaborado tras las denuncias de violaciones contra mujeres, se marcan las 15 normas que debe seguir el miembro del EI con sus esclavas.

“No está permitido por el propietario de una mujer cautiva, tener relaciones sexuales hasta que ella haya tenido su ciclo menstrual y esté limpia”, dice uno de los puntos del edicto 64.

La fatua desautoriza también la práctica del sexo con las embarazadas; el sexo anal; que un padre y un hijo mantengan relaciones con la misma mujer, o que en caso de madre e hija, las relaciones sólo puedan tener lugar con una de ellas.

Chicas yazidíes liberadas precisamente en la operación contra Abu Sayyaf revelaron que el líder del grupo, Al Bagdadi, mantenía varias esclavas sexuales.

Entre las mujeres en su poder estaba la estadounidense Kayla Mueller, violada por el yihadista iraquí, según reveló la propia familia de la cooperante tras recibir información de la inteligencia norteamericana.

Fuente: Reforma