México es el primer país en aprobar un medicamento basado en la clorofila bacteriana para el tratamiento del cáncer de próstata en su etapa inicial. La técnica innovadora inventada por científicos israelíes que puede evitar la extirpación de la próstata también se encuentra en proceso de aprobación en Europa.

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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El novedoso medicamento inventado en el Instituto de Ciencia Weizmann de Rehovot y aprobado clínicamente en colaboración con Steba Biotech de Luxemburgo es una combinación de Tookad soluble e iluminación láser.

La terapia, administrada como un procedimiento ambulatorio de sólo unas horas, ha sido aprobada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para el tratamiento local del cáncer de próstata en su etapa inicial.

La idea es atacar al tumor sin tocar el tejido sano, ya que muchos tratamientos contra el cáncer son generalmente venenosos o rechazados por el cuerpo. Esta técnica es lo último en el tratamiento del cáncer de próstata, y es una alternativa al tratamiento de toda la glándula, que culmina en la escisión radical de la glándula enferma.

El paradigma de la terapia, desarrollada por el Prof. Yoram Salomon del Departamento de Regulación Biológica y el profesor Avigdor Scherz del Departamento de Plantas y Ciencias Ambientales del Instituto Weizmann consiste en una infusión intravenosa de Tookad, seguida por un láser “insertado” en el tejido enfermo mediante fibras ópticas delgadas, guiadas por ultrasonido.

Las plantas usan clorofila para convertir la energía solar en alimento. Ciertas bacterias pueden hacer lo mismo. Scherz es el que primero combinó el Tookad con la bacterioclorofila en su laboratorio.

Una vez que se administra el medicamento, la luz láser “enciende” la droga que circula a nivel local. El resultado es una serie de moléculas tóxicas inestables, oxígeno y óxido nítrico que dañan los vasos sanguíneos que alimentan el tumor. A falta de sangre y oxígeno, el tejido tumoral muere sin afectar a otros tejidos.

El exitoso medicamento fue aprobado en las pruebas clínicas de la fase III que tuvieron lugar en México, Perú y Panamá, con la participación de 80 pacientes. Las pruebas confirmaron la eficacia y los “efectos secundarios mínimos” revelados en previos ensayos clínicos, informó el Instituto Weizmann.

Los investigadores explicaron que los efectos secundarios son “transitorios y están relacionados con el procedimiento y no con el medicamento, tales como ardor y dificultad para orinar causados por la inserción de un catéter. Otros pacientes pueden sentir náuseas por la anestesia, pero el propio Tookad no tiene efectos secundarios.

Mientras tanto, un segundo ensayo clínico de la fase III se llevo a cabo recientemente en Europa. El estudio comparó la progresión de la enfermedad, la tasa de ausencia del cáncer, así como las funciones urinarias y de erección en pacientes tratados con Tookad y los sometidos a vigilancia activa con un seguimiento de dos años, entre más de 400 pacientes en 11 países de Europa. Los resultados están siendo evaluados por la Agencia Europea de Medicamentos.

Weizmann y Cofepris no han iniciado el proceso de comercialización debido a que todo medicamento israelí requiere la aprobación del FDA de Estados Unidos o Europa. “Israel es demasiado pequeño para mantener un sistema de análisis reglamentario de los medicamentos, ya que éste es extremadamente caro y complicado,” señaló Yivsam Azgad, portavoz del instituto.

Fuente: Haaretz / Ruth Schuster

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