El Cinépolis de Plaza Carso fue el perfecto escenario para la alfombra roja de la inauguración del Festival Internacional de Cine Judío en México que, el pasado martes 12 de enero, en su décima tercera edición, celebró su “bar mitzvá”: de acuerdo con la tradición judía, este paso significa que ha alcanzado su etapa de madurez como organización y como proyecto cultural.

DIEGO BOLAÑOS PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO- Así lo aseguró el presidente del consejo directivo del FICJM, Mark Liwerant Bokser, quien indicó que este encuentro cinematográfico, que finalizará el 13 de febrero. “El bar mitzvá es hoy nuestra realidad y metáfora: festejamos nuestra propia maduración y la consolidación de una trayectoria. Hemos llegado a este momento gracias al interés y compromiso del público que reconoce en el cine un arte en el cual se une la estética de la imagen, la actuación y la música, que nos permite conocer sociedades y culturas diferentes”, declaró a los medios e invitados.

“Somos parte de este México, que se construye como un mosaico de diversidades, que enriquece y fortalece a la sociedad”, agregó

Isidoro Hamui, director del FICJM,  dio la bienvenida al público asistente, acompañado por el director de relaciones públicas de Cinépolis, Ramón Ramírez; la consejera Vivian Silberstein, y el Embajador de Israel en México, Jonathan Peled.

El Festival presenta una selección de siete películas de varios países y otros eventos especiales, a lo largo de cuatro semanas, en diversas sedes en la Ciudad de México, Guadalajara, Querétaro, Monterrey y Cancún.

El FICJM tiene un arraigo cada vez más sólido y definido en México, ya que cuenta con el respaldo de Cinépolis, sede principal que este año ofrece 16 complejos en siete ciudades, además de la presencia en la Cineteca Nacional, el Autocinema Coyote, el Pepsi Center WTC, el Museo Memoria y Tolerancia, Sinagoga Histórica, el Centro Cultural Digital y la Biblioteca de México.

 Durante la inauguración se proyectaron las cintas: “Nono, el niño detective”, del director Vicent Bal; “El mercader de arte”, de François Margolin; y “Piel naranja”, de Hanna Azoulay Hasfari.

¡Mazal Tov, Festival!