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El canciller de El Salvador, Hugo Martínez, ha dirigido una carta al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en el que le pide que reconsidere la decisión de cerrar la embajada de Israel en San Salvador, una de las cinco embajadas que desaparecerán próximamente por recortes presupuestarios.

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“Nuestro canciller envió una nota al primer ministro Netanyahu expresando nuestra sorpresa y profunda preocupación por esta decisión y que apela a las muy buenas relaciones históricas” con el fin de solicitarle que “reconsidere la decisión” del cierre de la legación diplomática, explicó hoy a Efe el embajador salvadoreño en Herzeliya (norte de Tel Aviv), Werner Matías Romero.

Israel anunció en diciembre el cierre de sus embajadas en Bielorrusia y El Salvador, así como sus consulados en Marsella (Francia) y Filadelfia (EEUU) y una embajada itinerante para El Caribe, según un plan para recortar gasto público en 2016 que afectará a todos los ministerios.

El diplomático salvadoreño lamentó la decisión y resaltó que su país sostiene “profundos lazos de cooperación, de diálogo político y de comercio” con Israel, “todo gracias a que han tenido embajadas residentes en los respectivos países”.

Recordó además que las relaciones diplomáticas entre ambos datan del año de la creación del Estado de Israel, en 1948, puesto que El Salvador, junto a otros países de Centroamérica, fue uno de los primeros países en reconocer a la nueva nación.

“En la carta también se recuerda la gran labor del coronel José Arturo Castellanos, que fue nuestro cónsul en Ginebra en los años 40 y emitió 13.000 certificados de nacionalidad salvadoreña que ayudaron a salvar a unos 40.000 judíos de los campos de concentración nazis”, afirma Romero.

El embajador se muestra sorprendido por la decisión del cierre y lo considera contradictorio con el mensaje israelí de su deseo de “profundizar sus relaciones con América Latina”.

Además, cree que “el mensaje que se enviaría al cerrar la embajada en San Salvador es un mensaje equívoco, de no querer estar cerca de la región centroamericana”, puesto que en la capital salvadoreña alberga la sede de Sica (Sistema de Integración Centroamericana).

El Salvador, recuerda, ve en Israel un socio importante, en concreto en los retos de seguridad que enfrenta el país.

El embajador niega que, tal como se ha publicado recientemente en medios israelíes, su país esté valorando cerrar en represalia su embajada en Herzliya.

“El Salvador no está pensando en mover ninguna representación”, asegura, y afirma que “no hay sustituto para un embajador residente, que puede llegar a los actores políticos y avanzar una agenda no solo nacional sino también regional”.

Su país, dijo, ha hecho “un gran esfuerzo para reajustar el presupuesto y ha considerado siempre que nuestra red diplomática es intocable y que lejos de cerrar embajadas hay que abrirlas”.

El digital israelí Ynet aseguraba ayer no solo que El Salvador valora cerrar su embajada en Israel, sino que plantea moverla a Ramala, sede del gobierno de la Autoridad Nacional Palestina, o a El Cairo y reducir a un mínimo su personal diplomático en este país.

Fuente:latribuna.hn