Este domingo nuestras instalaciones se vistieron de gala para que padres, alumnos y maestros celebráramos el Año Nuevo de los Árboles.
THELMA KIRSCH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO
La tarde estuvo llena de actividades de gran creatividad; hubo juegos organizados por el Moré en el que los niños (y los adultos) aprendimos cómo la Torá se relaciona con la naturaleza y con los árboles desde los principios de la creación. Mientras tanto, los niños más pequeños se encargaron de decorar unas macetitas en las que más tarde sembrarían sus plantitas para llevarlas a su casa como recuerdo de esta fecha.
Como es costumbre año con año, se sembraron árboles en las zonas donde son más necesarios, en en el colegio mismo o en el patio del Centro Israelita, y se les instruyó a los niños para que tengan la responsabilidad de encargarse de que estos crezcan sanos y con ramas capaces de protegernos de los fuertes rayos del sol de Monterrey.
Además, cada niño adoptó, por así decirlo, un árbol sin importar el lugar donde se encontrara y se le encargó alimentarlo, nutrirlo y cuidarlo por diez semanas, siendo responsables de llevar un diario de lo que sucedía cada día y la reacción que tuvo la planta. Al mismo tiempo aprenderían a preparar la composta para cuidar las plantas de su hogar.
El Centro Israelita, confiando en la responsabilidad de la Sra. Ivonne Sandler y de su administradora, la Sra. Sara Rosenfeld, preparó una tarde perfecta para chicos y grandes. Todos tuvimos la oportunidad de participar de una u otra manera, y al final, como era de esperarse, el Keren Kayemet estuvo presente en el evento, repartiendo gorras y pequeños obsequios a todos los niños. Además, se sirvió un delicioso refrigerio relacionado con la fecha: frutos secos, nueces, pastelitos de fruta y el delicioso pastel de plátano, preferido por muchos de nosotros y preparado por la Sra. Leiche Pipco.
Agradezco por este medio a los Morim que dieron tanto de ellos para que la actividad fuese un éxito, al igual que a Ivonne, que siempre está al tanto de las necesidades del colegio y de la comunidad.
Para terminar, sólo deseo recordar a todos que si servimos, respetamos y cuidamos de la naturaleza correctamente, ella nos servirá a nosotros mientras la tierra sea tierra, y el hombre sea quien la habite.
