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El judaísmo haredí no es un grupo institucionalmente cohesivo ni homogéneo. Está compuesto de una gran diversidad de grupos con orientaciones culturales y espirituales particulares, tanto en su ideología, su estilo de vida, en su práctica religiosa y en su grado de aislamiento.

MARCOS GOJMAN

El judaísmo haredí es una rama del judaísmo ortodoxo que se desligó de la cultura secular moderna. Surge como una de las respuestas a los cambios que la era moderna impuso a los judíos. Los haredim han mantenido una estricta adhesión a las leyes religiosas judías, segregándose de la sociedad moderna. Haredí quiere decir en hebreo “el que tiembla” ante la palabra de Dios.

Antes de la emancipación judía, la mayoría de los judíos vivían segregados en guetos, a donde la cultura y la observancia religiosa clásica eran su única opción. Rabinos como Moisés Shraiber, el Jatam Sofer, se opusieron a cualquier cambio en la práctica del judaísmo. En 1912, poco después del X congreso sionista, donde se votó en contra de apoyar con fondos a las escuelas religiosas, se fundó la organización Agudath Israel, como una opción diferente al movimiento religioso sionista “Mizrahi”. Agudath Israel estaba dirigida por rabinos jasídicos y jefes de yeshivot lituanas. Su objetivo era fortalecer las instituciones religiosas ortodoxas e independizarlas del sionismo.

En 1919, los rabinos Yosef Jaim Sonnenefeld y Yitzjok Yerujam Diskin fundan en la tierra de Israel la organización “Edah Hahareidis”, como parte de Agudat Israel. A pesar de ser una minoría en el comité que representaba a los judíos ante el mandato británico, Sonnenfeld consiguió que los haredím tuvieran una representación separada ante el alto comisionado británico. Alegaban que cooperarían en asunto municipales con la representación judía general, pero que buscaban proteger sus convicciones religiosas de una manera independiente. Este simple hecho se considera como el punto de ruptura de la comunidad haredí con el resto de la comunidad judía.

En la década que se iniciaba en 1945, al terminar la segunda guerra mundial, hubo un fuerte impulso para reconstruir el estilo de vida religioso haredí, destruido en el Holocausto. En el naciente Estado de Israel lo hizo el Jazon Ish y en los Estados Unidos el rabino Aharon Kotler, quien estableció muchas de las escuelas y yeshivoth americanas. Rabi Joel Teitelbaum tuvo un papel importante en la revitalización de los jasidim, especialmente la dinastía Satmar. En Israel, la formación y propagación del estilo de vida haredí entre los judíos sefaradí empezó en los años 1980, dirigida por el rabino Ovadia Yosef y el partido político Shas. Los judíos sefaradí adoptaron la cultura de los haredím lituanos, sin ninguna base histórica ni cultural para hacerlo.

El judaísmo haredí no es un grupo institucionalmente cohesivo ni homogéneo. Está compuesto de una gran diversidad de grupos con orientaciones culturales y espirituales particulares, tanto en su ideología, su estilo de vida, en su práctica religiosa y en su grado de aislamiento. Hombres y mujeres estudian en escuelas separadas y esa separación por sexos la han llevado hasta el ámbito público. Muchos de los varones continúan estudiando después de casarse. Las familias haredim son muy numerosas. No ven televisión ni cine, ni usan el internet ni la computadora en la casa.

Los haredím se opusieron al establecimiento del Estado de Israel y no celebran el día de su independencia. Algunos grupos participan en la política israelí, integrando partidos políticos, pero sólo para conseguir ventajas y beneficios para sus agremiados. Otros son anti sionistas, como los Neturei Karta. Como sea, la vida haredí es como regresar a la vida en el gueto medieval.

Fuente:alreguelajat.com