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LEÓN OPALÍN PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Opera y Cine

El sábado pasado iniciamos nuestra primera visita del año al Centro Cultural Universitario, en el que se encuentra el Teatro Juan Ruíz de Alarcón, distante a 10 minutos de nuestra casa, un día cuando el tránsito es “ligero”. Asistimos a la función de las Operas Cavallería Rusticana y Pagliacci, libretos de Giovanni Taargioni-Tozzetti y, Guido Menasci, respectivamente, Cavalleria Rusticana está basada en la obra de Giovanni Verga y Pagliacci con libreto y música de Ruggero León Cavallo.

Cavalleria Rusticana fue estrenada en el Teatro Constanzi de Roma en mayo de 1890; por su corta duración las empresas discográficas las presentan simultáneamente. Ambas operas tienen una gran importancia en la última corriente del siglo XIX, escuela verista, concepto relacionado con narraciones de la vida común y corriente de la gente. Obras características que acompañan a los compositores que los marcaron, es decir, los hicieron sobresalientes y no volvieron a tener otro logro importante.

Por otra parte, la versión que vimos de estas dos operas está contemporizada, en contraposición a la que asistimos el año pasado en este mismo teatro, que está ambientada en el final del siglo XIX y que aquí describí en su oportunidad un comentario sobre el tema central de ambas operas: la infidelidad y el asesinato de los infieles. La transmisión de ambas obras en el 2015 fue en vivo desde el Met de Nueva York y la de enero del 2016 en un video grabado en una función de la majestuosa Royal Opera House de Londres, asentada en el edificio del Covent Garden en el Centro de Londres.

El Covent Garden es además el sitio original de la Casa de la Opera, el hogar de The Royal Ballet y la Orquesta de la Royal Opera. En 1734 se presentó el primer ballet y un año más tarde la primera temporada de Opera; el majestuoso edificio actual es el tercer teatro después de los incendios de 1808 y 1856; la fachada, la entrada y el auditorio datan de 1858; los demás edificios del complejo del Covent Garden son fruto de una extensa reconstrucción de los noventas del siglo pasado; la Royal Opera House tiene capacidad de 2,254 asientos. Previo a la presentación de las operas el Maestro Gerardo Kleinburg, escritor, crítico y promotor musical, dio una plática sobre las mismas.

En cuanto al cine, fuimos a ver la película estadounidense Spotlight (en primera plana) dirigida por Thomas McCarthy y escrita por McCarthy y Josh Singer. El reparto estuvo integrado por Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel Mcada Brian d´Arcy James, Liev Schreiber y Stanley Tucci. La película se estrenó en noviembre del 2015.

El filme cuenta la historia de cómo la unidad de investigación del periódico Boston Globe, llamada “Spotlight”, desenmascaró en el 2002 un escándalo en el que la Iglesia Católica de Massachusetts ocultó un sinnúmero de abusos sexuales perpetrados en 1976 por distintos sacerdotes de Boston, más de 70, y por el cual el Globe ganó el Premio Pulitzer al Servicio Público en el 2003.

Spotlight presenta a “una sociedad acostumbrada a los crímenes de la Iglesia, donde la ley encubre y la prensa hace mutis, mientras sacerdotes pedófilos aprovechan la devoción bostoniana para cazar niños de familias desavenidas”. La escrupulosa investigación de Spotlight demuestra que los altos jerarcas de la Iglesia Católica del Estado de Massachusetts tenían conocimiento de los abusos y resolvían el problema trasladando a los pederastas a otras iglesias de la Arquidiócesis de ese Estado o de otros Estados.

Las entrevistas de los periodistas a víctimas de la pedofilia muestran las graves secuelas que estos reprobables actos dejaron en la estabilidad emocional de las mismas. Por lo demás, resulta aberrante que cuando fueron denunciados los abusos, la solución de la Iglesia a éstos fue indemnizar económicamente a los abusados. La Iglesia a través de sus tribunales juzgó a los sacerdotes pederastas, aplicándoles sanciones mínimas; lo cierto es que este tipo de acciones tendrían que ser juzgadas fuera de la jurisdicción de la Iglesia y sancionadas corporalmente (cárcel) y pecuniariamente (indemnizaciones). Por lo demás, las demandas de los niños afectados se convirtieron en un “jugoso negocio” para los abogados que los defendieron; muchos de ellos sin escrúpulos.

Cabe destacar que el guionista y director de esta película se crió en un ambiente católico, por lo que entiende muy bien a la Iglesia; explica que siente gran respeto  admiración por ella y que la película no trata de despotricar contra la Iglesia, trata de preguntar ¿Cómo sucedió algo así?.

Spotlight no busca el amarillismo periodístico sino “un distanciamiento emocional que permite, mediante el lenguaje periodístico, hablar de las cosas por su nombre, ser explícito y preciso. Spotlight habla de que en el filme se trata de un perfil de depredador sexual, que ataca sutilmente a sus víctimas, las prepara para el acto pedófilo. Lo que se presenta es una repetida historia dolorosa y brutal, que también he visto en varias películas de hospicios religiosos en Irlanda. Cuentan la crueldad con la que son tratados los niños en los mismos y el epitome, la violación.

Las víctimas de la pederastia de la Iglesia Católica en el mundo, están vinculadas al celibato sacerdotal que con el tiempo impuso esa institución a religiosos y que es contra natura; el Papa Juan Pablo II expresó en julio de 1993 que “el celibato no es esencial para el sacerdocio; de hecho el primer Papa de la Iglesia Católica, Pedro, y la mayoría de los apóstoles de Cristo, eran hombres casados. El escritor Jean Mayer, geógrafo e historiador francés (1942), naturalizado mexicano en 1979, sustenta que el celibato no es un dogma de fe inamovible, sino un asunto de disciplina convencional.

La pederastia ha traído consecuencias para la Iglesia Católica, “cuyo corazón se ha perforado”; un número no determinado de fieles católicos ya no concurren a las iglesias; asimismo numerosos donantes, empresas e instituciones diversas y personas han suspendido sus aportaciones a la Iglesia; a nivel internacional le ha costado a esta última más de 2,000 millones de dólares por el pago de indemnizaciones por abusos sexuales. Lo que es invaluable, son los miles de víctimas, niños y adultos vulnerables, que cambiaron para siempre sus vidas y los que abrumados por los daños que les causaron los pederastas, optaron por suicidarse o están recluidos en hospitales siquiátricos.