ISRAEL – El ex primer ministro Ehud Olmert ingresó hoy lunes en la cárcel de Ma’asiyahu, donde comenzará a cumplir una condena de 19 meses por soborno y obstrucción de la justicia en caso de corrupción urbanística de 1992-2003, cuando fungió como alcalde de Jerusalem.

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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – En un video publicado esta mañana, Olmert mantiene que es inocente, pero que acepta el veredicto con “gran dificultad,y expresó pesar de que su mandato como primer ministro haya concluido bajo la sombra de una investigación policial.

“Hoy soy un ex primer ministro que comienza a cumplir una pena de cárcel, un acontecimiento grave e excepcional, que algunos verán como una confirmación de la fuerza de la democracia israelí. Pero al mismo tiempo planteo la posibilidad de que el caso en mi contra es más bien una bola de nieve por razones no judiciales.

Quizás en un futuro el público mirará este triste momento con ojos críticos y equilibrados,” expresó.

Pese a que transcurrieron menos de siete años desde que terminó su mandato como primer ministro, Olmert aún se considera una “persona protegida”. El Sּistema Penitenciario de Israel ha renovado el ala 10 de la cárcel de Ma’asiyahu, una sección autónoma donde se alojarán los culpables en el caso de corrupción urbanística a fin de satisfacer las necesidades de los presos, que incluyen visitas, atención médica, educación y terapia.

La sección incluye seis celdas con tres camas cada una. Cada célula está equipada con una ducha y baño, un armario, una mesa, sillas y una televisión. En el pasillo se encuentran los teléfonos públicos, así como un aula, la sala de visitantes, dos salas de reuniones con abogados; una habitación que sirve como sinagoga, una biblioteca, un comedor, un patio, equipos deportivos, y las oficinas de la trabajadora social y el director de la sección.

El Sּistema Penitenciario de Israel se hace cargo de la seguridad del ex primer ministro desde que ingresó a la prisión, incluidas las horas de visita, sus apariciones ante la corte y sus permisos de salida.

Olmert pasó por el mismo proceso de admisión que los demás prisioneros, incluyendo el chequeo personal y la entrega de los objetos de valor para su custodia. Fue fotografiado, sometido a un examen médico, y entrevistado por un trabajador social, un oficial de inteligencia, y el director del ala antes de ser asignado a una celda.

Se le ha permitido traer consigo las mismas prendas de vestir y efectos personales como otros prisioneros.

Aún está pendiente la apelación de Olmert a la Corte Suprema por su condena y sentencia en el asunto de Talansky (sobres con dinero), a otros ocho meses de prisión por el Tribunal del Distrito de Jerusalem. El estado está apelando la sentencia suspendida por abuso de confianza en el caso del Centro de Inversiones, exigiendo un castigo más severo.

Fuente: Haaretz / Sharon Pulwer y Yaniv Kubovich

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