Un nuevo estudio en pediatría revela que el contacto directo de recién nacidos prematuros o de bajo peso con la piel de su madre reduce el riesgo de mortalidad infantil en un 36 por ciento. Estudios recientes destacan los beneficios de esta simple técnica.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Un estudio que examina el efecto del contacto directo sugiere que el tacto con la piel beneficia tanto al recién nacido como a la madre.

Kathryn dio a luz a gemelos prematuros. Su hijo varón llegó a casa inmediatamente después del parto, pero la bebé permaneció en una incubadora, lo que impidió el contacto directo con su madre durante semanas.

“Cuando uno tiene un bebé, lo primero que busca es tocarlo, sostenerlo,” comenta Kathryn.

Cuando Camila se recuperó, las enfermeras en el Centro Médico Cedars Sinai la enseñaron a sostener a su bebé piel con piel.

Una nueva investigación del Instituto para la Salud del Niño en Estados Unidos reveló que el contacto con la piel del bebé disminuye los niveles de estrés en la madre.

Esos momentos íntimos de unión y contacto directo mediante la piel realmente ayudan a disminuir la ansiedad de la madre, sugiere Gedi Esqueda, enfermera de Cedars Sinai.

La incubadora impide el contacto directo con el recién nacido. El estudio halló que las madres que mantuvieron a su bebé en contacto con la piel mejoraron su estado de ánimo y se sintieron menos ansiosas acerca de los problemas de salud de su recién nacido.

El contacto con la piel debe comenzar inmediatamente después del parto o cuando el bebé se estabiliza, y practicarse en sesiones de al menos 45 minutos.

Estudios previos han demostrado que dicho contacto ayuda a normalizar la digestión, estabilizar la frecuencia cardíaca y regularizar el sueño de bebés recién nacidos.

García Castro agrega que el contacto directo es un instinto maternal: exactamente lo que uno debe hacer como madre.

Fuente: CBS News / Danielle Nottingham

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