GRANT RUMLEY

La legisladora palestina Najat Abu Bakr se refugió en el edificio del extinto parlamento de la Autoridad Palestina el viernes, después que los servicios de seguridad de la AP trataron de arrestarla. Abu Bakr, un miembro del partido Fatah del Presidente Mahmoud Abbas, fue convocada para interrogatorio anteriormente la semana pasada después de acusar al ministro de gobierno local de la AP, un asociado cercano de Abbas, de embolsarse cerca de un cuarto de millón de dólares en un acuerdo para invertir en pozos de agua en la Margen Occidental. El lunes, ella completó el cuarto día de su ingreso en el edificio del Parlamento.

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Abu Bakr ha sido una espina en el costado de la AP por años. La funcionaria de Fatah, de  52 años de edad, ha atacado con regularidad a Abbas y al entonces primer ministro de la AP, Salam Fayyad, por corrupción, tanto así que un ex fiscal general de la AP destacó en el año 2012 que Abbas la llevaría a juicio si sólo pudiera quitarle su inmunidad diplomática. Fayyad incluso presentó una queja oficial contra Abu Bakr en el 2012 por acusaciones relacionadas a que él estaba utilizando la ayuda extranjera para beneficio personal.

En diciembre, la legisladora estuvo también detrás de un intento para presionar a Abbas para volver a convocar al Parlamento de la AP y celebrar nuevas elecciones, una demanda común entre los críticos de Abbas. El Parlamento ha estado cerrado desde que estallaron choques sangrientos entre Fatah y Hamás en 2007 por la victoria sorpresiva del último en las elecciones parlamentarias del año anterior. A raíz de la breve guerra civil, Hamas ganó el control de la Franja de Gaza mientras que la AP retuvo la Margen Occidental. Desde entonces el Parlamento no se ha convocado.

Abu Bakr fue acusada también de fomentar la agitación durante una huelga de maestros que ha llevado a un punto muerto al sistema educativo palestino en las últimas semanas. Los maestros a lo largo de la Margen Occidental se han negado a abrir las escuelas en protesta por la falla de la AP en cumplir con un acuerdo del 2013 aumentando sus salarios. A principios de este mes, los servicios de seguridad de la AP arrestaron a más de 20 maestros antes de establecer puestos de control a lo largo de la Margen Occidental para impedir que protesten en Ramala. Los informes estimaron que cerca de 50,000 manifestantes sacudieron de facto la capital palestina la semana pasada – la mayor protesta palestina en años.

El ataque de la AP contra Abu Bakr llega tras los talones de una entrevista de Reuters con el zar anti-corrupción de la AP, Rafiq al-Natsheh, quien insistió en que su investigación había resultado “muy debil.” Al-Natsheh dijo que la comisión anti-corrupción había recuperado unos u$s70 millones en finanzas ilícitas para la AP, incluyendo “éxitos” contra tres ministros y un funcionario prominente del Ministerio de Finanzas. Pero las acusaciones de corrupción siguen siendo un punto de irritación en la política palestina, y el intento de arresto de una parlamentaria del propio partido de Abbas pone de relieve que la guerra contra el disenso en la AP se está recalentando.

Cuando Abbas ingresa en el undécimo año de un mandato presidencial de cuatro años, sus tendencias autocráticas se están volviendo más evidentes. En los últimos dos años, Abbas ha atacado a los jefes sindicales obreros por organizar protestas, encarceló a disidentes por comentarios en Facebook, y despidió en forma punitiva a políticos rivales. Los ataques de la AP contra periodistas se han triplicado desde el 2013 al 2015, según grupos palestinos de derechos humanos. La persecución a Najat Abu Bakr es otro ejemplo de los límites de la libertad de expresión en la Margen Occidental y del creciente autoritarismo de un líder que está años más allá de su mandato.

 

Fuente: Informe Político de la Fundación para la Defensa de las Democracias

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México