ANA JEROZOLIMSKI

No sería lógico esperar ni pretender que los palestinos analicen su conflicto con Israel en los mismos términos que lo hacen los israelíes. Ni viceversa. En las narrativas y percepciones de la situación, entran no solamente los hechos tal cual ocurrieron en la realidad, sino también su interpretación, en lo cual inciden experiencias personales, cultura, idiosincracia de cada pueblo.

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Pero hay cosas que no se pueden comprender, que no deben ser comprendidas ni respetadas con ningún tipo de consideración. Presentar  como héroes imitables y ejemplares a quienes asesinaron civiles inocentes, es pecaminoso. Y pagarles premios a ellos y sus familias, por haber matado, es una aberración.

Eso es lo que hacen tanto el liderazgo palestino como la República Islámica de Irán.

No, en el mapa geopolítico actual, no están del mismo lado. Irán apoya abiertamente a Hamas, enemigo de la Autoridad Palestina, pero en lo que respecta a este punto concreto, tanto la ANP como Teherán están actuando de modo muy similar.

En abril del 2001, la Autoridad Palestina publicó una resolución del gobierno de entonces, por la que se concedía a todos los presos palestinos en Israel un salario mensual. Así lo publicó en su momento el periódico Al -Hayat al-Jadida, el 15.4.01.Esa decisión formalizaba, según explicó en un informe especial el Palestinian Media Watch, una situación que en la práctica existía ya mucho antes.

Aquí lo central es recalcar que no se trata de presos de conciencia, sino de palestinos encarcelados por crímenes de seguridad, entre ellos numerosos responsables de cruentos ataques que terminaron con muertos y heridos.

De acuerdo a la definición dada por la AP, los que entraban en la categoría aprobada, no serían por ejemplo ladrones comunes, sino asesinos sean de Hamas o de Fatah. Más allá de la discusión política legítima entre las partes, nos  parece claro que la medida, es un aliento a la violencia.

Las sumas a pagar saldrían, se decidió, del presupuesto oficial de la ANP, el cual, en gran parte, es financiado por países donantes, por lo cual hubo ante ellos protestas por parte de Israel.

Cuando países europeos hablaron al respecto con la ANP y se mencionó la posibilidad de cambiar, no la práctica sino su denominación, de “salario” a “ayuda”, varias figuras palestinas aclararon formal y explícitamente que “se pagan salarios, ningún otro término es aplicable” (Qadura Fares, a la edición de internet de Al Quds, 21.12.12).

Las sumas pueden ascender a unos 3,500 dólares, dependiendo por cierto del tiempo pasado en prisión. Y casi de más está recordar que ello depende de la gravedad del crimen cometido.

Con esta actitud, se alienta y financia al terrorismo.

Y lo mismo está haciendo Irán, cuyo embajador en Líbano Muhammad Fateh Ali, declaró días atrás que la República Islámica pagará 7 mil dólares a la familia de cada palestino involucrado en incidentes en Cisjordania y 30 mil dólares a cada familia cuya casa haya sido demolida por Israel a raíz de ello. Aquí se está apoyando al terrorismo. Quienes participan en los incidentes violentos, son quienes llegan armados con cuchillos y hachas decididos a matar. Y no sólo en Cisjordania, sino también en el territorio soberano de Israel. Han atacado civiles, mujeres y niños.

Más allá de la polémica acerca de la demolición de casas, medida a la que Israel ha vuelto a recurrir últimamente en un intento de disuadir a futuros terroristas, claro está que la intención de Irán no es ayudar a la familia que se queda sin techo por las acciones de su hijo, sino convencer a los palestinos de que serán recompensados y que no deben verse amedrentados de cometer ataques por temor a lo que pueda pasar a su familia, ya que recibirán el dinero.

El Dr.Ely Karmon, experto en terrorismo en el Instituto Interdisciplinario de Hertzlia, recordó en un análisis publicado esta semana en el portal “The Tiimes of Israel”, que el trasfondo lo planteó ya en julio del 2014 el líder supremo Ali Khamenai, en un discurso en el que llamó a “armar Cisjordania , como Gaza, para destruir al régimen sionista”.

Claro que lo constante fue el intento de agitar los ánimos en Cisjordania y Gaza, garantizar inestabilidad y situación permanente de conflicto y violencia. Eso se manifestó también en el intento de enviar barcos con armas hacia Gaza, que han sido interceptados por Israel. Y sus intentos de agitación, fueron impulsados directamente por la milicia pro iraní Hezbolá.

“Cuando Israel logró mitigar la ola de ataques suicidas, miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, el brazo militar de Fatah, revelaron que Hezbolá estaba ofreciendo pagar por los ataques destinados a romper el frágil alto el fuego con Israel, antes de la desconexión israelí de Gaza planeada para julio del 2005”, escribió el Dr. Karmon. “Habían recibido pagos de hasta 9 mil dólares enviados por Hezbolá a Cisjordania, por ataques contra Israel en el transcurso de los cuatro años anteriores. Sabían que el dinero venía de la Inteligencia iraní y de las Guardias Revolucionarias”.

Meses atrás, cuando se firmó el acuerdo nuclear entre las potencias occidentales e Irán, una de las advertencias centrales de Israel se refería a los fondos de los que Irán dispondría, al levantarse las sanciones de las que había sufrido durante años.Serán usados para el terrorismo, advirtió Israel.

No era paranoia, sino lectura clara de una ya conocida situación.

Irán lo cumple. Financió y apoyó el terrorismo cuando estaba bajo sanciones. Nada indica que lo deje de hacer cuando sus arcas se llenan. Sus autoridades lo confirman.

Y sin grandes análisis políticos de por medio, pensamos en el terrible significado de usar el dinero para mandar matar, en lugar de usarlo para construir.

Fuente:uypress.net