Un informe del Canal 2 sobre acciones de Rompiendo el Silencio, el grupo israelí de derechos humanos alega que la organización intenta obtener información clasificada sobre tácticas y operaciones de las FDI.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El primer ministro Benjamín Netanyahu subrayó que Rompiendo el Silencio ha cruzado otra línea roja e indicó que los órganos de investigación de las autoridades de la defensa están revisando el tema.

El informe del Canal 2 se basa en imágenes de la cámara oculta recopiladas por la organización de derecha Ad Kan, con el objeto de exponer lo que llama las acciones ilegítimas de los grupos de derechos humanos.

El grupo documentó una entrevista realizada por miembros de Rompiendo el Silencio con uno de sus “agentes” sobre su servicio militar. Muchas de las preguntas dirigidas al hombre eran de carácter táctico, tocando temas como el despliegue de tropas, métodos y procedimientos operacionales de misiones.

Un segundo video encubierto sobre la ONG fue filmado en una manifestación en Cisjordania a la que asistieron los miembros del grupo de derecha. Las imágenes muestran a una mujer diciendo a un activista de Ad Kan que cuando fue reclutada al ejército tenía intenciones expresas de recopilar información para Rompiendo en Silencio.

La mujer agregó que consultó con un alto miembro del grupo antes de ser reclutada y él le sugirió que intentara enrolarse a la Administración Civil de las FDI – el cuerpo que se encarga de la interacción del ejército con la población civil palestina. Según ella, al finalizar su servicio daría testimonios sobre sus acciones.

Avi Dichter, diputado del Likud y ex jefe del servicio de seguridad Shin Bet dijo al Canal 2 que las imágenes son preocupantes, ya que dan la impresión de tratarse de un espionaje.

“Esto parece ser un interrogatorio de alguien que intenta extraer información sobre operaciones tácticas,” señaló el ex jefe del Comando Central de las FDI, Avi Mizrahi. “No tiene nada que ver con ética y moral de la guerra.”

El grupo negó las acusaciones y dijo al Canal 2 que sus miembros trabajan en estrecha colaboración con la censura militar israelí para asegurar que la información que publica no es clasificada o de carácter sensible.

“Ustedes han aceptado la interpretación de Ad Kan, cuyos intereses son claros,” dijo la directora general Yuli Novak al programa de noticias. “Hay cuerpos certificados en el país que se encargan de autorizar los datos para su publicación. Nuestro trabajo consiste en recoger información y publicarla de acuerdo con los dictados de la censura.

Novak agregó que el informe beneficia a “una serie de organizaciones que junto con los legisladores del Likud y de Habayit Hayehudi intentan silenciar a todo aquel que critica el gobierno y la ocupación.”

El informe fue condenado por legisladores de izquierda y derecha, exigiendo una investigación policial sobre las actividades del grupo.

La ministra de Justicia Ayelet Shaked expresó que “es evidente para todos que los que recogen dicha información intentan dañar a su nación a través de medios ilegítimos, de una manera que recuerda el espionaje,” y añadió que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley revisarán el informe y determinarán si hay aspectos penales en las acciones del grupo.

El ministro de Absorción de Inmigrantes Zeev Elkin (Likud) dijo que el informe suscita serias sospechas de que la organización es “una herramienta de espionaje contra las FDI.” El viceministro de Defensa, Eli Ben Dahan (Habayit Hayehudi) llamó al grupo “una quinta columna”. Ambos instaron a que sea investigada por la policía y por el Shin Bet.

El líder del partido Yesh Atid Yair Lapid acusó aRompiendo el Silencio de “socavar a la nación y causar daños desde dentro y fuera del país.”

El diputado Itzik Shmuli de la Unión Sionista señaló que el informe es “grave y muy preocupante. En lugar de acciones para apoyar los derechos humanos, vemos actividad subversiva que involucra recopilación de inteligencia sensible y clasificada, así como información operacional. ¿Quién sabe en qué manos caen estos datos y con qué propósito?”

Por otro lado, el diputado Ilan Gilon de Meretz defendió al grupo, diciendo que su actividad se realiza “de forma transparente y responsable y todos los testimonios recopilados pasan por la censura.”

Es triste ver que la perversa campaña contra los grupos de observación y de derechos humanos vuelve a tomar fuerza, mientras que el gobierno israelí lega sus bienes morales y económicos a los grupos de colonos más extremos que financian actividades de manera poco transparente e incluso criminal en el peor de los casos,” apuntó.

Fuentes: Haaretz, The Times of Israel

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