Mi nombre es Ariela Tenembaum, soy de Guatemala. Llegué hace dos años a Israel e hice Aliyá. Desde los siete años, mi sueño fue ser soldado, así que, cuando llegué tomé un curso de hebreo y hace año y medio entré a la Tzavá (Fuerzas de Defensa Israelíes).

 

Gracias a una llamada telefónica, conocimos a Tenembaum, quien es soldado de las FDI. Ella nos relató su experiencia al hacer Aliyá a Israel.

EL INICIO

Conoció Israel cuando realizó su Shnat Hajsahará (en el cual jóvenes viven un año en el Estado judío): ” Volví a Guatemala con la idea de regresar a Israel lo más pronto posible”.

Al principio mis padres estaban preocupados, pero hoy se sienten orgullosos y me apoyan en todo.

SER MUJER EN EL EJÉRCITO ISRAELÍ

En el ejército israelí, hay igualdad entre hombres y mujeres. Aún así, ser mujer soldado a veces es un poco difícil: tenemos que trabajar un poco más duro pero siempre se puede; podemos hacer lo mismo que un hombre.

Mi trabajo en las FDI es ser mecánico de aviones. Es un trabajo que todos dirían que es para hombres.

Lo que hago es cargar el avión de combustible, cambiar las llantas y hacer revisiones antes y después de los vuelos. Nos encargamos de que la nave se encuentre lista. Es mucha responsabilidad, ya que hablamos de aviones.

EL FUTURO

Mi futuro está acá, en Israel: primero, empezar a estudiar. Con el tiempo, decidiré.

UNA MUJER LATINA EN ISRAEL

Ser una mujer latina en Israel fue difícil, ya que uno siente que no encaja con la sociedad, pero poco a poco uno se va adaptando y ahorita me siento increíble e integra. Las costumbres son diferentes y tienes que acostumbrarte. Una de las cosas que más se extraña es la comida.

Yo que vengo de Guatemala acá me siento libre: puedo caminar en las calles, transportarme en autobús y es muy distinto a América Latina. ¡La libertad en Israel es increíble!

EL MOMENTO QUE LA MARCÓ

“El día en que entré al ejército, y cuando me puse por primera vez mi uniforme. Sentí que, después de 12 años, lo había logrado. Mi sueño se había cumplido”.