Hace dos años, un acuerdo de hermandad de 20 años fue firmado entre el Consejo Regional de Eshkol y Huixquilucan. Ayer, 11 de abril 2016, en el Colegio Hebreo Yavne, Gadi Yarkoni, alcalde de Eshkol, visitó México para refrendar, con el Presidente Municipal de Huixquilucan, Enrique Vargas del Villar, el compromiso de acercamiento de ambas regiones.

El acuerdo que acerca a dos regiones de dos lados del océano, una israelí y otra mexicana, fue confirmado por ambos países y ratificado durante la visita de Shimon Peres en el 2013.

 

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO- “No tengo pies pero tengo una vida”: es el slogan de Yarkoni, quien vino acompañado de Eitan Hay Am, ex CEO del hospital israelí Soroka y Presidente de la “Shutafut” (hermandad) con México; así como de Doron Rubin, representante de la Agencia Judía.

Daniel Liwerant, a su vez, es el “autor intelectual” de la “Shutafut”. La fundó y preside el voluntariado de la misma: simplemente se enamoró de Eshkol, esta región israelí limítrofe con la Franja de Gaza y que, por ello, ha sido uno de los blancos favoritos de los ataques con cohetes desde el territorio palestino gobernado por Hamás.

Participó al acto el Embajador de Israel en México, Jonathan Peled, quien declaró que, hoy, se buscan más acuerdos que resulten en beneficios concretos que declaraciones de hermandad.

Gadi Yarkoni, alcalde de Eshkol, no es una persona común y corriente. Durante la Operación Borde Protector, este habitante del Kibutz Nurim estaba reparando una línea de alta tensión cuando un misil de Hamás cayó. Yarkoni perdió ambas piernas – y dos amigos.

Lo triste es que eso sucedió tan sólo una hora antes de que un alto el fuego entrara en vigor.

Después de un largo y difícil proceso de rehabilitación, Yarkoni, “en vez de llorar en mi cama” y compadecerse de sí mismo optó por ser candidato al liderazgo del Consejo Regional Eshkol; esta pelea, también la ganó.

Yarkoni llegó al Colegio Yavne, sede de la ratificación del acuerdo de hermandad, con un bastón pero sobre sus dos pies.

Con una voz serena y con una sonrisa plácida, se declaró orgulloso del Consejo Regional y explicó que perdió las piernas, mas no la determinación: “No aceptaremos túneles del terror bajo nuestras casas, ni que nuestros niños salgan a tirar la basura y les aparezca alguien desde las entrañas de la tierra”.

“Como ves, estoy vestido de traje y corbata,y no con uniforme: mi trabajo es cuidar a mis pobladores y desarrollar la zona. La labor del ejército es actuar contra los terroristas; confío en que lo hace de la mejor forma”.

En cuanto al futuro de las relaciones con Gaza, es realista: “No estamos buscando paz, sino vivir con tranquilidad unos al lado de los otros, a sabiendas de que ni los palestinos ni nosotros iremos a ninguna parte. Somos los sionistas del año 2000 y viene el Día de la Independencia de Israel: nuestros enemigos no se quedarán con nuestra Independencia”.