La investigación fue presentada como un ensayo clínico en el American College of Cardiology en Chicago, y publicada en la revista médica The Lancet.

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Según  un estudio realizado por el Instituto del Corazón del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles, EU.U, un tratamiento experimental con células madre obtenidas de la médula ósea propia de los pacientes, ha mejorado los resultados de forma significativa  en aquellos con insuficiencia cardiaca grave.

“Este es un importante avance, particularmente para los pacientes cardiacos, y para la medicina de células madre en general“, dijo Timothy D. Henry, director de la División de Cardiología del Instituto del Corazón en Cedars-Sinai y uno de los autores principales del estudio. “Los resultados indican que las células madre podrían estar marcando el comienzo de una nueva era brillante en los tratamientos para la insuficiencia cardiaca“.

Conocido con el nombre de  Ixmyelocel-T, el nuevo tratamiento con células madre se deriva de la médula ósea. Para realizarlo, una muestra de médula ósea se extrae del paciente y se envía a un laboratorio, donde se somete a un proceso de dos semanas para multiplicar rápidamente el número de células madre y mejorar su calidad. Posteriormente, la médula ósea, rica en células madre, se infunde en el músculo cardiaco del paciente en un procedimiento mínimamente invasivo, basado en catéter.

“Nuestra intención es aumentar el número de células que funcionan en el músculo cardiaco, lo que, a su vez, fortalece el corazón y alivia o retrasa el avance de la insuficiencia cardiaca severa“, destacó Henry.

En el estudio de fase II, los médicos dieron seguimiento a 109 pacientes durante un periodo de 12 meses. Todos fueron diagnosticados con cardiomiopatía isquémica, un tipo de insuficiencia cardiaca que suele manifestarse después de un ataque al corazón o debido a enfermedad de las arterias coronarias. Los 58 pacientes que recibieron la terapia de células madre mostraron una reducción del 37% en la tasa de mortalidad, hospitalizaciones y empeoramiento de los síntomas, en comparación con 51 pacientes que recibieron un placebo.

De los pacientes que recibieron las células madre, solo un 3.4 por ciento murió, en comparación con el 13.7 por ciento de los pacientes que fallecieron y fueron tratados con el placebo.

37.9 por ciento de los que recibieron las células madre fueron hospitalizados con problemas cardiovasculares durante el estudio. En contraste, el 49 por ciento de los pacientes que recibieron el placebo fueron hospitalizados durante el estudio.

El Instituto del Corazón de Cedars-Sinai tiene un gran historial en cuanto al desarrollo de tratamientos con células madre para pacientes cardiacos. En 2009, Eduardo Marbán, director del Instituto del Corazón, dirigió un equipo que desarrolló el primer procedimiento en el mundo que utiliza tejido del corazón del propio paciente para cultivar células madre cardiacas especializadas. Dichas células se inyectaron de nuevo en el corazón del paciente, en un esfuerzo para reparar y regenerar el músculo sano de un corazón que había sido herido por un ataque cardiaco. Los resultados, publicados en la revista The Lancet en 2012, mostraron que un año después de recibir el tratamiento, los pacientes con ataque al corazón mostraron una reducción significativa en el tamaño de la cicatriz del músculo cardiaco surgida tras el infarto.

Después de este logro, los médicos del Instituto del Corazón iniciaron varios ensayos con células madre para beneficiar a una variedad de pacientes cardiacos. También inauguraron una clínica de medicina regenerativa para evaluar a pacientes con enfermedad cardiovascular, a fin de que participaran en estudios médicos de células madre a lo largo de Estados Unidos.

“Nuestra atención se centra en hallar, para cada uno de nuestros pacientes, el tratamiento más avanzado para su enfermedad“, afirmó Marbán. “Las células madre nos ofrecen una oportunidad para mejorar la atención cardiaca, ampliar las opciones de tratamiento y transformar el futuro de la medicina para el corazón“.