Entre los resquicios de los imponentes sillares de piedra con que fue construido el Muro de las Lamentaciones -el Kotel- crecen ,desde siempre, hasta seis diferentes tipos de plantas y arbustos.
P HUERGO CASO PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO –
Una de ellas, el Tsaláf -alcaparra- quizás la más vistosa, tiene una leyenda. El Muro de los Lamentos, dicen, toma ese nombre del Emperador romano que destruyó el Templo, Tito. Dejó en pie esta parte de las murallas del Templo como advertencia de las lamentaciones que habría de sentir quien osara desafiar el poder de Roma. Cuando fue a destruirlo, desde la misma muralla se lanzaban flechas con el ánimo de impedirlo. Pero los legionarios romanos entraron desde atrás y apresaron al arquero. Era un niño y se llamaba Tsaláf. Los romanos estaban asombrados. Pero aún más lo estuvieron cuando al ir a apresarle se convirtió en alcaparra; quizás de ahí su amargo sabor avinagrado. Por supuesto, hoy , en hebreo, Tsaláf significa alcaparra.
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Otra de las plantas que crece en El Muro es el Shikarón, una planta cuyo nombre tiene la misma raíz hebrea que la palabra borrachera. El Henbane, como se conoce en el mundo occidental -beleño en español- es tremendamente venenosa y narcótica, maloliente, usada en la antigüedad como componente de los filtros de amor y hasta como remedio de los delirium tremens. En dosis adecuadas, es un gran alivio contra el insomnio.
Otra de las más comúnes plantas del Kotel es es el Fagnalón saxatile; saxatile quiere decir que se abre paso entre los roquedales donde suele crecer, como si amara el mundo calcáreo para ser, como en el Monte Carmelo, donde crece por doquier. Es un tipo de manzanilla y surte los mismos efectos digestivos, sedantes y diuréticos que todas las manzanillas.
Los nombres de las otras tres plantas son Podosnoma, Escamas de Dragón y la Cola de Caballo (una de las plantas más usadas en todas las recetas de medicina vegetal) testigos mudos de las plegarias de todos los judíos a través de los siglos, además de sombra y refugio de palomas y otras aves de Jerusalén a la hora de la canícula.
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