Israel está experimentando una revolución en tres campos principales.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Una presentación de diapositivas particularmente alegre etiquetada “Israel: Isla de éxito económico” aterrizó en mi bandeja de entrada de correo electrónico esta semana. 

En lugar del pesimismo, amenaza existencial, las nubes en los escenarios económicos en el horizonte que oímos a menudo, la presentación tenía una perspectiva a largo plazo sobre la economía de Israel y exponía las razones por las perspectivas de Israel tienen mucho mejor aspecto que las de Europa y de la mayoría de países miembros de la OCDE. 

Hablé con Adam Reuter, CEO de la empresa de gestión de riesgos Inmunidades Financieras co-autor de la presentación junto con Noga Kainan, presidente del foro CFO de Israel, para ver por qué era tan optimista. Después de todo, las tasas de crecimiento de Israel en el último par de años no han sido precisamente desorbitadas, el costo de los precios de vida y la vivienda siguen siendo exorbitantes y los salarios medios son bajos. 

Resulta que todo es relativo.


Reuter hace hincapié en que la presentación se refiere a las tendencias a largo plazo y contrasta las perspectivas de Israel con las de la OCDE para las que tiene un pronóstico excepcionalmente sombrío. 

Después de describir los logros económicos de Israel de los últimos 20 años, el crecimiento del PIB, sus reservas extranjeras, la reducción de la deuda como porcentaje del PIB, la disminución de la tasa de desempleo, el aumento de la tasa de actividad, Reuter pasa a exponer sus ventajas con la vista puesta hacia adelante. 

En primer lugar está la “enorme ventaja demográfica” de Israel. Los estados miembros de la OCDE tienen una media de edad de 42 mientras que la de Israel es 31, la más baja, con diferencia, de los 34 estados miembros de la organización. En el grupo crucial de edad 20-34 la OCDE está sujeta a una “dramática” caída del 14 por ciento, señala Reuter, mientras que Israel se encamina a ganar un 28%. Descarta el contra argumento de que el Israel del futuro estará dominado por sus dos sectores pobres, árabes y ultra-ortodoxos, apuntando a la disminución de las tasas de natalidad en estos sectores demográficos – junto con el aumento de las tasas de natalidad seculares y un flujo constante de inmigración – y a una mayor participación de estos en la fuerza de trabajo y el deseo de educación. 

“No es que necesariamente vaya a ser estupendo aquí, pero las cosas van a ser malas en la OCDE”, dice Reuter. “Todo es relativo, el crecimiento es relativo, el desempleo es relativo, todo es relativo”. 

Otras áreas en las que Israel tiene ventaja, dice Reuter, es su ventaja tecnológica – Israel es uno de los únicos ocho países que lanzan satélites al espacio; Israel es líder mundial en empleados de I + D per cápita y primero en gasto empresarial en I + D, primero en seguridad cibernética y segundo en investigación científica por nombrar unos pocos. Luego viene la ventaja global de Israel – su enfoque orientado a la exportación; generaciones de inmigrantes de todo el mundo con su conocimiento de culturas y lenguas y redes de conexiones mundiales. 

En cuarto lugar en la lista de ventajas de Israel de Reuter es la ventaja empresarial – número uno en el mundo en iniciativa empresarial según el Anuario de Competitividad 2014 del IMD.

Israel también está experimentando una revolución en tres campos principales, dice Reuter: agua, donde ha “vencido al desierto” y ahora tiene superávit; energía, donde Israel tiene previsto conseguir la independencia y convertirse en exportador – “se puede decir lo que uno quiera sobre el marco del gas, pero al final del día hemos descubierto enormes cantidades de gas y eso es un milagro económico … estamos al borde de la independencia energética y eso es increíble”, y el transporte, donde la inversión masiva es traer la periferia más cerca del centro.

Otro punto positivo, dice Reuter, es que mientras el mundo está experimentando una pérdida neta de puestos de trabajo debido a la automatización, la industria de alta tecnología de Israel está creando nuevas profesiones y nuevos puestos de trabajo. 

Cuando intento amortiguar su entusiasmo y destaco que el crecimiento de Israel se ha desacelerado, Reuter regresa a la relatividad. “El crecimiento no es bajo”, protesta. Los que hablan de crecimiento bajo están viviendo en la era pre-2008. Vivimos en un mundo diferente a antes de la crisis financiera. Si nos fijamos en el crecimiento agregado de los países europeos en los últimos siete años apenas han crecido y lo mismo ocurre con Japón. El crecimiento de Estados Unidos ha sido moderado. En el mundo actual, si Israel crece alrededor de un 2,5% anual lo estamos haciendo bien”.

“Mira, no es que todo sea de color rosa, no soy un optimista iluso”, dice Reuter. “Hay varios problemas cardinales que necesitan ser atendidos”. 

En la parte superior de la lista viene el alto costo de la vivienda, que, según él, ha alcanzado proporciones de burbuja. 

“Si alguien pensaba que el mercado inmobiliario era igual que el mercado de las comunicaciones donde se puede reducir el precio de las llamadas se equivocaron”, dice, “es necesario de un serio tratamiento radical para hacer frente a graves problemas estructurales, pero creo que la dirección general es positiva … Creo que al final, los precios bajarán, pero tomará mucho tiempo”.

En segundo lugar, Reuter dice que los gastos de defensa siguen siendo demasiado altos, pero pueden reducirse gradualmente a medida que se hayan reducido las amenazas estratégicas que enfrenta Israel. Un ex oficial de inteligencia dice: “Como consecuencia de la primavera árabe, ya no hay Siria, Libia o Irak. La mayoría de nuestros enemigos estratégicos ya no existen por lo que las amenazas se vuelven tácticas. Con el debido respeto a ISIS, no es una amenaza táctica sino una amenaza estratégica. Hay una gran diferencia en el gasto que las FDI tienen que preparar para las amenazas tácticas, en contraste a las amenazas estratégicas por lo que creo que seremos capaces de reducir nuestros gastos”.

En tercer lugar, Reuter señala el salario medio que dice que es demasiado bajo, pero da crédito al ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, diciendo que se ha estado moviendo en la dirección correcta en ese frente. De nuevo encuentra causa para el optimismo, diciendo que el aumento de la recaudación de impuestos como resultado de la pinza contra la evasión de impuestos, la planificación fiscal agresiva y activos en el extranjero no declarados harán que sea posible reducir los impuestos directos. 

“Los impuestos en Israel son más o menos la media de la OCDE”, dice Reuter, “pero ¿por qué no tenemos impuestos más bajos que la media y por lo tanto aumentamos los sueldos netos de las personas? Entonces, ¿cuál es la conclusión? “Lo que estamos tratando de presentar”, dice Reuter, “es que en relación a dónde va el mundo nuestra situación está bien. No va a ser maravilloso aquí, pero será peor en otros lugares”.

Fuente: The Jerusalem Post / Ilan Evyatar Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico