J.M. SÁNCHEZ

El emprendedor australiano acaba con años de especulaciones y revela que él es en realidad Satoshi Nakamoto, el pseudónimo con el que se oculta el inventor de la red que permite desarrollarse la criptodivisa.

Craig-Wright

Escondido bajo un nombre japonés, Satoshi Nakamoto ha resultado ser un emprendedor australiano llamado Craig Wright, declarado ante la policía como el «padre» del sistema Bitcoin que permite la creación de criptomonedas y el intercambio de monedas virtuales sin intermediarios. Desde que comenzara su actividad en 2008 se había especulado mucho sobre su identidad. Era uno de los personajes más misteriosos que pululan por internet. Ahora ha decidido quitarse la careta, aunque era un secreto a voces después de los últimos acontecimientos.

El emprendedor, doctorado en teología y con 45 años, ha confesado en varios medios internacionales (BBC, «The Economist» y GQ) que no es la única persona que hizo posible la creación del Bitcoin. Aunque su figura sobresale como el principal responsable, no ha sido el único miembro de la comunidad Bitcoin que han revelado su identidad. Varios miembros destacados pertenecientes al núcleo de su equipo de desarrollo han confirmado la versión de Wright, que hasta la fecha ya ha acumulado alrededor de un millón de bitcoins (equivalente a 450 millones de dólares en valores actuales, 392 millones de euros).

«Yo era la parte principal, pero otras personas me ayudaron», asegura en la cadena BBC, que aporta incluso una prueba técnica para confirmar su identidad. Para ello, el australiano firmó digitalmente unos mensajes utilizando las claves criptográficas creadas durante los inicios del desarrollo de Bitcoin, demostrando así que están vinculadas a los bloques de bitcoins creados por Nakamoto. Estos bloques se utilizaron para transferir una decena de bitcoins al ingeniero y criptógrafo Hal Finney en enero de 2009, fecha en la que se considera la primera transacción de bitcoin. Finney fue uno de los precursores que hizo posible establecer el protocolo Bitcoin sobre el que se basa toda la red.

Su nombre, no obstante, no ha supuesto una gran sorpresa. El pasado año Wright apareció en una lista de nombres relacionados con la creación del Bitcoin, el sistema monetario virtual que ha sacudido el sistema financiero tradicional canalizado por las entidades bancarias y ha atraído el interés de especuladores y supuestos delincuentes como una forma de evitar el rastro. De hecho, en 2014 se señaló erróneamente a Dorian Nakamoto como el inventor del bitcoin.

La motivación para desvelar su verdadera identidad se debe, en parte, a su deseo de poner fin a las especulaciones y evitar así que se haga daño a otras personas. En diciembre de 2015 dos medios especializados («Gizmodo» y «Wired») señalaron que el emprendedor podría ser el verdadero creador de Bitcoin después de recibir documentos que presuntamente fueron robados.

«No quiero adoración»

Pese a todo, Wright aspira a que, tras su confesión, pueda vivir tranquilo alejado de la figura de «padre» de los bitcoins. «No quiero ser el rostro público de nada», ha señalado, al tiempo que ha reconocido que la revelación de su verdadera identidad ha sido obligada: «hubiera preferido no hacerlo». Únicamente, ha dicho, desea trabajar y alejarse de la fama. «No quiero adoración, solo quiero que me dejen solo».

Sin embargo, persisten las dudas acerca de si este joven australiano es la persona que se oculta realmente bajo el pseudónimo de Nakamoto, aunque sus declaraciones podrían a ayudar a clarificar los verdaderos orígenes del Bitcoin. ¿Qué sucederá a partir de ahora? ¿Se mantendrán los fundamentos o esta declaración romperá con las bases?

La red Bitcoin se basa en una serie de «cadenas de bloques» o «blockchain». Cada unidad de bitcoin se genera a medida que una red de ordenadores privados conectados mediante un sistema «peer-to-peer» (intercambio de archivos) resuelven algoritmos matemáticos. A estos usuarios se les llama «mineros» y hay grupos que buscan resolver estos algoritmos. En caso de éxito, después se reparten el dinero en función de la potencia cedida.

Fuente:abc.es