MORRIS STRAUCH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO

 

Rachel Rudnitzki y sus compañeros partisanos en la liberación de Vilna, Lituania. Archivo Yad Vashem, original de los Archivos del Gobierno Central, Moscú.
Rachel Rudnitzki y sus compañeros partisanos en la liberación de Vilna, Lituania. Archivo Yad Vashem, original de los Archivos del Gobierno Central, Moscú.

La última vez que canté el himno partisano, זאָג ניט קיין מאָל, Zog Nit Keyn Mol, -Nunca Digas- fue precisamente con un partisano, Yesha Baruhovich, en un Yom Hashoa en Acapulco 70, hace unos 10 años aprox.

El himno partisano fue escrito por Hirsh Glik, cuando tenía 20 años, usando música de Dimitri Pokrass, de la película Hijos del Pueblo Trabajador. Dicen que fue inspirado por el levantamiento del Gueto de Varsovia y que fue escrita para la Organización de Partisanos Unidos de Vilna, FPO. Glik nació en 1920 en Vilna, Lituania, y desde los 13 años demostró sus dotes poéticas y compositoras, al parecer heredadas de su madre. Cuando los nazis intercambiaron Lituania con los soviéticos Glik comenzó a publicar sus obras en la prensa soviética israelita. Después de la re-invasión nazi de 1941 Hirsh trabajó en el campo de Rzeza y después fue deportado al gueto de Vilna en 1943. En 1944 huyo con otros compañeros y se unió a un grupo de partisanos que murieron combatiendo a las fuerzas nazis.

Con transliteración y una traducción corregible, pero de las mejores que encontré, este Yom Hashoa volveremos a cantar el Himno Partisano:

זאָג ניט קיין מאָל, אַז דו גייסט דעם לעצטן וועג,

כאָטש הימלען בלײַענע פֿאַרשטעלן בלויע טעג.

קומען וועט נאָך אונדזער אויסגעבענקטע שעה –

ס׳וועט אַ פּויק טאָן אונדזער טראָט: מיר זײַנען דאָ!

פֿון גרינעם פּאַלמענלאַנד ביז ווײַסן לאַנד פֿון שניי,

מיר קומען אָן מיט אונדזער פּײַן, מיט אונדזער וויי,

און וווּ געפֿאַלן ס׳איז אַ שפּריץ פֿון אונדזער בלוט,

שפּראָצן וועט דאָרט אונדזער גבֿורה, אונדזער מוט!

ס׳וועט די מאָרגנזון באַגילדן אונדז דעם הײַנט,

און דער נעכטן וועט פֿאַרשווינדן מיט דעם פֿײַנט,

נאָר אויב פֿאַרזאַמען וועט די זון אין דער קאַיאָר –

ווי אַ פּאַראָל זאָל גיין דאָס ליד פֿון דור צו דור.

דאָס ליד געשריבן איז מיט בלוט, און ניט מיט בלײַ,

ס׳איז ניט קיין לידל פֿון אַ פֿויגל אויף דער פֿרײַ,

דאָס האָט אַ פֿאָלק צווישן פֿאַלנדיקע ווענט

דאָס ליד געזונגען מיט נאַגאַנעס אין די הענט.

טאָ זאָג ניט קיין מאָל, אַז דו גייסט דעם לעצטן וועג,

כאָטש הימלען בלײַענע פֿאַרשטעלן בלויע טעג.

קומען וועט נאָך אונדזער אויסגעבענקטע שעה –

ס׳וועט אַ פּויק טאָן אונדזער טראָט: מיר זײַנען דאָ

 

Zog nit keyn mol, az du geyst dem letstn veg,
himlen blayene farshteln bloye teg.
kumen vet nokh undzer oysgebenkte sho,
s’vet a poyk ton undzer trot: mir zaynen do!

Fun grinem palmenland biz vaysn land fun shney,
mir kumen on mit undzer payn, mit undzer vey,
un vu gefaln s’iz a shprits fun undzer blut,
shprotsn vet dort undzer gvure, undzer mut!

S’vet di morgnzun bagildn undz dem haynt,
un der nejtn vet farshvindn mit dem faynt,
nor oyb farzamen vet di zun in der kayor –
vi a parol zol geyn dos lid fun dor tsu dor.

Dos lid geshribn iz mit blut, un nit mit blay,
s’iz nit keyn lidl fun a faygl oyf der fray,
dos hot a folk tsvishn falndike vent
dos lid gezungen mit naganes in di hent.

To zog nit keyn mol, az du geyst dem letstn veg,
himlen blayene farshteln bloye teg.
kumen vet noj undzer oysgebenkte sho –
s’vet a poyk ton undzer trot: mir zaynen do!

Nunca digas que esta senda es la final,

Aunque cielos plomizos oscurezcan días azules;

La hora que estamos esperando llegará,

Nuestros pasos sonarán: ¡aquí estamos!

De tierras verdes de palmeras a tierras blancas de nieve,

Llegamos con nuestro dolor, con nuestro pesar,

Y donde cayó una gota de sangre,

Allí brotará nuestra fuerza, nuestra valentía.

El sol de la mañana matizará nuestro día con oro,

Y el ayer se desvanecerá con el enemigo,

Pero si el sol y el amanecer se retrasan:

Como una consigna, esta canción pasará de generación en generación.

Esta canción está escrita con sangre y no con plomo,

No es una canción sobre un pájaro libre

Un pueblo, entre los muros caídos,

Cantó esta canción con pistolas en las manos.

Por lo tanto, nunca digas que esta senda es la final,

Aunque cielos plomizos oscurezcan días azules;

La hora que estamos esperando llegará,

Nuestros pasos sonarán: ¡aquí estamos!