ESTI PELED

Hoy es Yom Hazikaron, el día más difícil en Israel, a mi parecer. A nivel personal, es un día en el que todos participamos, una oportunidad de escuchar, expresar, ver al otro, unirse y mostrar solidaridad.

Desde el atardecer del día anterior, el país entero se concentra en el duelo. El sonido de la sirena cala los huesos y hay una necesidad de estar ahí, buscar, tocar, compartir, envolverse en la música, sentir, saber, identificarse con el dolor.

En la noche, asistimos a la ceremonia de Tzofei Yam Haifa, un movimiento juvenil que refuerza la colaboración entre sus miembros mediante actividades acuáticas. La mayoría de sus egresados son reclutados más tarde a la marina israelí. El evento fue organizado y dirigido por los madrijim (guías) de la tn que en unos meses terminarán su preparatoria y formarán parte de las Fuerzas de Defensa de Israel.

Esta mañana, acompañamos a la madre de Elad Riben, el joven voluntario del servicio de bomberos que en diciembre de 2010, con sólo 16 años, perdió la vida al intentar extinguir el tremendo incendio en los Bosques del Carmel. Nos unimos a los amigos de siempre, sus amigos, y sentados todos en el suelo alrededor de la tumba, nos envolvimos en nuestras canciones, una por una.

Independientemente de dónde estuvimos o qué hicimos, existe la necesidad de pertenecer, formar parte, tal vez enfrentar el temor de perder a uno de nuestros hijos al tiempo que escuchamos lo que otros han vivido.

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