El presidente venezolano contesta la creciente tensión con la organización de maniobras militares

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que el viernes decretó un estado de excepción indefinido, ordenó ayer la toma de empresas que hayan parado su producción industrial y anunció maniobras militares. El chavista toma estas decisiones en medio de una creciente tensión interna, donde las manifestaciones en protesta por la acusada crisis económica y la falta de libertades son ya casi diarias.

Maduro ordenó en un mitin ante miles de seguidores en Caracas tomar las fábricas que estén paralizadas y encarcelar a los empresarios que tienen detenida la producción para «sabotear el país». «Tomemos todas las acciones para recuperar el aparato productivo que está siendo paralizado por la burguesía», dijo el presidente.

La medida podría implicar la toma de cuatro plantas cerveceras de Empresas Polar -la mayor productora de alimentos y bebidas del país- que están paralizadas desde abril por la falta de acceso a divisas para importar elementos básicos, según la compañía, dentro del severo control de cambios impuesto en 2003 por Chávez. «¡Planta parada, planta entregada al pueblo!», lanzó Maduro ante miles de seguidores durante un acto para activar el «motor de economía comunal».

Por su parte, las maniobras que emprenderá la próxima semana la Fuerza Armada venezolana y la milicia tienen como objetivo prepararse para «cualquier escenario», tras volver a insistir en la supuesta existencia de planes de intervención planeados en el extranjero. El presidente venezolano sitúa como principal instigador de estos planes al expresidente colombiano Álvaro Uribe. Con estos ejercicios de maniobras, dijo en el mismo acto ante sus simpatizantes, los venezolanos le dirán «al imperialismo, a la derecha internacional, y a Álvaro Uribe Vélez: “aquí está el pueblo, con su instrumento de labranza en una mano y en la otra con un fusil, con un misil, con un lanzamisiles, con un tanque para defender esta tierra sagrada”».

Maduro pidió a las autoridades venezolanas activar las acciones legales pertinentes contra Uribe, a quien calificó de ser «un paraco (paramilitar), asesino». «Lo que ha hecho Uribe constituye un delito internacional. Le pido al Ministerio Público, al Poder Judicial, que activemos todas las acciones nacionales e internacionales para enjuiciar a Álvaro Uribe y para solicitarlo a nivel internacional», dijo.

Piden la mediación del Papa
El líder chavista consideró importante que se incremente «la conciencia» de sus conciudadanos porque, según él, el plan que tienen quienes se oponen a su Gobierno «es perturbar la paz», generar violencia en el país «para justificar una intervención extranjera en Venezuela». «A algunos les sonará extremista, pero no es extremista que yo lo diga», agregó.

El estado de excepción y la «emergencia económica» decretadas este viernes por Maduro fueron rechazados ayer por toda la oposición con una manifestación celebrada en la avenida Casanova de Caracas. La protesta también criticó el retraso en el proceso del referéndum revocatorio contra Maduro.

Los líderes opositores acordaron continuar la movilización en la calle con la participación masiva de los electores para exigir una fecha del plebiscito presidencial este mismo año y denunciar la dilación del proceso. También pidieron la mediación del Papa Francisco ante la autoridad electoral para fijar la convocatoria del revocatorio antes de finalizar 2016.

La movilización fue convocada por la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) como una medida de presión callejera. En esa movilización, Henrique Capriles, impulsor del revocatorio, advirtió hoy que el país es «una bomba» que en cualquier momento podría estallar si las autoridades no hacen que este proceso pueda celebrarse este año. «Nosotros le decimos con toda la responsabilidad al Gobierno, si ustedes trancan (obstruyen) la vía democrática nosotros no sabemos lo qué pueda pasar en este país, Venezuela es una bomba que en cualquier momento puede estallar», dijo.

Maduro anunció el viernes el estado de excepción y la prolongación por 60 días más del estado de emergencia económica que en su opinión «sirve para frenar el golpe». El presidente sostuvo que este nuevo decreto está ayudando «a hacer frente a las fuentes de desestabilización».

El decreto de emergencia económica fue rechazado por la Asamblea Nacional de mayoría opositora, pero la decisión ha sido ignorada por Nicolás Maduro. Le apoya el Tribunal Supremo de Justicia que sostuvo que el decreto del presidente es constitucional.

Jesús «Chúo» Torrealba, secretario ejecutivo del frente opositor, afirmó que Maduro «se ha situado fuera de la constitución. Su decreto es un autogolpe que va a precipitar la crisis. Nosotros vamos a continuar exigiendo el cumplimiento de los periodos vigentes para revocarle el mandato». Henry Ramos Allup, presidente del Parlamento, rechazó también el decreto, y advirtió que «no vamos a acatar ninguna sentencia de la sala inconstitucional del Supremo. La Asamblea Nacional fue elegida por el pueblo y no por el hampa judicial».

Fuente: ABC España