GEORGE CHAYA

Entre varios líderes religiosos musulmanes que han comenzado a levantar la voz, Abdullahi Ahmed Na’im, que enseña derecho en los Estados Unidos y es estudioso del Islam, invita a la reforma de la Sharia (la ley islámica) a partir del propio Corán. El clérigo sostiene que “así se debe desmitificar la violencia de lo grupos de musulmanes terroristas como el Estado Islámico y a todas las organizaciones criminales, sean sunitas o chiitas”.

El Imán Suhaib Webb, realiza video chats mensuales a través de su cuenta de Periscope para refutar los fundamentos religiosos del Estado Islámico, contó The New York Times. Con un vuelta de tuerca irónica, denomina esos encuentros virtuales con sus seguidores “Ice Cream ISIS“. Últimamente, Webb también ha comenzado a realizar pequeños videos de ocho segundos en Snapchat para responder consultas.

El sheik Hamza Yusuf, un profesor musulmán de la Universidad de Berkeley, suplica a los musulmanes no ser engañados por los “estúpidos jóvenes” de ISIS. Millones han visto extractos de su sermón “The crisis of ISIS (la crisis de ISIS)”, en el que llora mientras le pide a dios no culpar a los musulmanes “por lo que estos tontos entre los nuestros hacen”.

El Estado Islámico ya está al tanto. Recientemente lanzó amenazas contras once imanes y profesores occidentales llamándolos “apóstatas” que deben ser asesinados. Un número reciente de la revista de propaganda del Estado Islámico Dabiq los calificó como “blancos obligatorios” y pidió a los seguidores que utilicen cualquier arma a mano para “escarmentarlos”. El FBI ya se ha puesto en contacto con algunos de los amenazados para darles consejos de cómo proteger mejor sus vidas.

“Es un honor ser denunciado por ISIS”, dice el imán Webb. “Lo considero uno de los grandes logros de mi vida. Sólo me da más energía para seguir brindando el antídoto para el veneno de ISIS”.

“Se puede luchar contra el Estado Islámico con el Corán. Sólo en el libro sagrado del Islam, y no en la política ni en la sociología, se puede encontrar una respuesta concreta a los radicales del Islam y movimientos como el Estado Islámico, que utilizan las suras como pretexto y justificación para sus acciones“, señala el profesor Na’im, que invita a descubrir en el propio Corán, en sus versos más antiguos que se remontan a la época de Mahoma en La Meca, el camino a la reforma de la religión y se opone a los movimientos extremistas y fanáticos que buscan en el mismo libro sagrado la justificación de sus acciones.

“LO QUE NECESITA LA HUMANIDAD ES DESMITIFICAR EL ISIS”

“La cobertura mediática de los crímenes terroristas que han ensangrentado París y Bruselas, así como la guerra civil siria y los acontecimientos de Irak, parecen haber creado la imagen de un Estado Islámico casi mítico. Lo que necesita la humanidad, sin embargo, es precisamente desmitificar el ISIS colocándolo en lo que es: una organización criminal“, señaló Na’im.

La gran mayoría de los musulmanes está a disgusto por la violencia perpetrada tanto por el ISIS como por el tirano Al Assad. Ya son varios los clérigos suníes que han salido públicamente a denunciar estos ataques, a los que califican de “horribles y odiosos”.

Sin embargo, la esencia de la cuestión gira en torno al hecho de que “los líderes del ISIS y sus partidarios pueden contar con apoyo, y no faltan quienes dentro de nuestras comunidades brindan ese apoyo, lo mismo sucede con las comunidades musulmanas chiitas que apelan a una multitud de fuentes extraídas de las Escrituras y de la historia para justificar sus acciones”.

Interpretaciones tradicionales de la Sharia, la ley islámica, apoyan la yihad ofensiva que tiene como objetivo difundir el Islam. Se autoriza de ese modo la ejecución de prisioneros y la esclavización de niños y mujeres en el campo contrario; gestos que el Daesh (la denominación árabe del Estado Islámico) no deja de hacer para perseguir a los yazidis en Siria. “Yo soy un erudito musulmán y especialista en la Sharia”, señalo Na’im, quien agregó: “La proclamación de la legitimidad islámica de la que se envuelve el Daesh no puede ser contrarrestada si no se usa una interpretación alternativa de la misma ley islámica. Debemos buscar un consenso que lleve a un impasse para entender mejor el papel del Islam en la política, se debe saber que ninguna autoridad puede -sea cual sea el sujeto y el tema- establecer o modificar la doctrina de la sharia para otros musulmanes”.

Lo que señala Na’im se apoya en una lógica: no hay nada que se parezca al Vaticano o a la infalibilidad papal dentro del Islam. La forma en que la sharia es interpretada por las diferentes comunidades musulmanas (chiíes o suníes, desde los sufíes a los salafistas) es, en el fondo, el producto de un consenso intergeneracional desplegado por los eruditos y líderes de cada comunidad. La fe musulmana y su práctica son necesariamente individual y voluntaria. Ningún musulmán puede ser responsable de las opiniones y acciones de otros.

Una consecuencia positiva de esta falta de autoridad religiosa es el hecho de ser capaz de poner el foco y volver a interpretar de manera diferente los principios de la Sharia. Al mismo tiempo, puede presentarse un inconveniente ya que cualquier musulmán puede decir algo sobre la sharia si obtiene el consentimiento de una masa crítica de fieles. Se puede mencionar, por ejemplo, la forma en que el ayatollah Khomeini utilizó la doctrina de la “wilayat al-faqih” (gobierno de las leyes divinas) bajo la custodia de la doctrina, para reclamar el derecho a establecer en 1979 la República Islámica de Irán.

Fuente:cciu.org.uy