GEORGE CHAYA

Había sido condenado por planificar ataques contra objetivos estadounidenses en Europa. Pero el Tribunal Europeo evaluó que Bélgica se extralimitó al enviarlo a EEUU para que terminara de cumplir su condena.

Nizar Trabelsi, un ex futbolista que luego se vínculó al grupo terrorista de Al Qaeda, fue condenado en 2004 por un tribunal belga por planear ataques contra objetivos de los Estados Unidos en Europa. Ahora, según informó el diario panárabe As-sharq al Awsat, acaba de recibir 78,000 euros en concepto de indemnización del gobierno de Bruselas. El abogado belga que defiende a Trabelsi había afirmado el año pasado, al entablar la demanda, que “sus derechos humanos fueron violados con su extradición a los EE.UU”. Un tribunal de alzada de Bruselas ratificó la indemnización al reo.

Trabelsi era un conocido terrorista que se encargó de la captación de combatientes, y un experto en explosivos. El expediente de su detención y la investigación lo demostraron palmariamente. Sin embargo, la compensación económica al yihadista, que fue condenado por planificar un ataque a gran escala contra una base aérea estadounidense en territorio belga y un asalto a la embajada de Estados Unidos en París, fue aprobada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El tunecino Trabelsi llegó a Europa luego de destacarse como futbolista en su país. Jugó en el Standard Lieja, de Bélgica, y en el Fortuna Düsseldorf, de la Bundesliga alemana, donde fue contactado por islámicos radicales. En 1998 se perdió su rastro. Trablesi pasó por una madrasa de La Meca y en 2000 volvió a Alemania para avisarle a su esposa que estaba decidido a mudarse a Afganistán y convertirse en un martir de Alá. Se radicó en Jalalabad y fue allí donde conoció a Osama bin Laden. En el juicio posterior en Bélgica, reconocería tres encuentros con el líder de Al Qaeda.

Su primera misión fue participar en la destrucción de las estatuas de los Budas de Bamiyan, en marzo de 2001. Y luego fue integrado a un comando encargado de los ataques en Bélgica.

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No llegó a concretarlos porque fue apresado. Fue enjuiciado por planear ataques contra objetivos estadounidenses, incluyendo la base aérea de Kleine Brogel, en Bélgica. La base es el asiento de escuadrilla 7361 de Logística y Municiones de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. También fue acusado de planificar un atentado contra la embajada de Estados Unidos en París.

En 2004, fue condenado por un tribunal belga a 10 años de cárcel por actos de conspiración criminal, intento de destrucción de delegaciones extranjeras con explosivos y posesión de armas de combate y explosivos a gran escala, que fueron hallados en su vivienda. En 2013, mientras cumplía su condena, fue extraditado a los EE.UU. y ha estado en una cárcel de ese país desde entonces.

De acuerdo con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que recibió la demanda y el reclamo de indemnización por parte del abogado del terrorista, la extradición de Trabelsi a los EE.UU. “lo expuso a un riesgo de un trato contrario al artículo 3 de la Convención” y “también sostuvo que la ejecución de la decisión de extraditarlo había vulnerado su derecho de protección individual,” un instituto jurídico receptado por la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH).

El tribunal Europeo ordenó indemnizar al yihadista en una cifra no menor de €90.000 (unos USD 100.000). El tema ha generado malestar en segmentos de la sociedad belga. “Es normal que así sea”, reveló una fuente policial que pidió anonimato al diario árabe: “Los acontecimientos sucedidos en Europa bajo recientes ataques del terrorismo yihadista del ISIS y los luctuosos saldos de vida humanas han sensibilizado a la sociedad”.

La familia de Trabelsi, que vive en Bélgica, ya recibió los primeros €30.000 del pago, que deberá completarse a finales de junio, y esperan que para mediados de ese mismo mes Trabelsi esté nuevamente en suelo belga y en libertad, en consideración de que la pena que le fue impuesta ya estaría cumplida.

La Policía belga y las fuerzas de seguridad, que se mantienen alertas ante la inminente posibilidad de nuevos ataques islamistas en territorio europeo, también deberán extremar medidas de protección para Trabelsi y su familia, según lo ordenado por el tribunal de garantías que se encargará del papeleo para la liberación del terrorista. No son pocos los grupos ultranacionalistas que han amenazado a la familia Trabelsi y son muchos los ciudadanos que están mostrando su fastidio al haber conocido la indemnización que percibirá, que es dinero de sus impuestos.

La controversia está abierta entre ciudadanos de la UE que defienden las garantías de su legislación y otros sectores preocupados por la radicalización creciente de jóvenes musulmanes que viven en Europa y que han organizado los últimos atentados en ese territorio. En el medio, los grupos ultraxenófobos lucran con esta desgracia.

Fuente:infobae.com