MARISSA NEWMAN

Netanyahu acaba de convertir a su peor rival en su aliado, y a su aliado en su peor rival; Yaalon se va – pero volverá; el activista del Monte del Templo Yehuda Glick está dentro; y Herzog puede haberlo perdido todo

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – En sólo tres días, la 20ª Knesset ha visto más drama que en toda su sesión de invierno.

El miércoles, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa, Moshe Yaalon parecían públicamente haber superado su disputa sobre la moral del ejército y el derecho de los generales de expresar su opinión, el líder de la oposición, Isaac Herzog, estaba ansioso por entrar en la coalición, incluso en a expensas de la división de su (cada vez más furioso) Partido del Trabajo (Avodá), el líder de Lista (árabe) Conjunta Ayman Odeh se iba preparando como líder de la oposición (aunque era poco probable), y el líder de Yisrael Beytenu Avigdor Liberman sacudía el dedo en señal de desaprobación a Netanyahu desde la oposición.

La tarde del viernes, llevando a la práctica el principio de “mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca”, el Liberman de línea dura era presunto ministro de Defensa, Yaalon tomaba bruscamente un descanso de la vida política por el distanciamiento con Netanyahu y su degradación, el activista del Monte del Templo Yehuda Glick estaba a punto de entrar en el gobierno como próximo legislador en la lista del Likud, Herzog volvía con las manos vacías a su partido acusando a los “extremistas de extrema izquierda” de torpedear una “oportunidad única” para la paz, la MK de Israel Beytenu Orly Levy-Abekasis renunciaba a su facción por las negociaciones de coalición, y altos miembros del Likud competían por posiciones en la reorganización del gabinete – incluyendo el Ministerio de Asuntos Exteriores, codiciada vacante, que se esperaba sería el premio de consolación de Yaalon.

Y con las conversaciones de coalición en curso, aun puede haber algunas sorpresas más. Mientras tanto, estas son las cifras israelíes que están emergiendo como “ganadores” y “perdedores” de tres días tumultuosos de maniobras políticas.

El ganador / perdedor – El primer ministro Benjamin Netanyahu: Con Liberman en dirección a la coalición, Netanyahu aparentemente ha resuelto los problemas de extorsión política en su muy estrecha coalición de 61 escaños, en el que cada miembro de la Knesset, con el peso de su voto, tiene el potencial para hacer demandas graves.

Gideon Saar
Gideon Saar

Después que dos miembros de la Knesset del Likud omitieran todos los votos de la Knesset durante semanas para cerrar el proyecto de inmigración para la comunidad falash Mura de Etiopía, el primer ministro se vio obligado a llegar a un acuerdo con ellos. Ahora, con cinco asientos de Liberman (menos de seis, con la renuncia de Levy-Abekasis), el primer ministro puede en la práctica pasar un presupuesto de dos años y ha reforzado la estabilidad de su coalición, aplastando a los renegados. (Todo suponiendo, por supuesto, que las conversaciones no finalizadas-con Liberman culminen en un acuerdo.) A cambio, Netanyahu según los informes, se ha comprometido a apoyar la pena de muerte para los terroristas (que es poco probable que pase) y asignar NIS 2.5 mil millones a las pensiones de inmigrantes de la colapsada Unión Soviética que llegaron a Israel en la década de 1990 demasiado mayores para ahorrar para la jubilación – los mismos inmigrantes que conforman la base política de Liberman.

Netanyahu también logró castigar a su flamante oponente Yaalon, aparentemente aferrado a la esperanza de que el humilde legislador del Likud acepte el Ministerio de Asuntos Exteriores y permanezca a su lado. Pero la medida fue contraproducente, con Yaalon dejando por completo la Knesset y prometiendo volver a la política.

En sólo tres días, el primer ministro convirtió a su mayor rival de derecha en su aliado, mientras desplazaba a su aliado de largo plazo y creando un nuevo rival en la derecha. Y el popular Yaalon podría en el futuro – aliado con el ex diputado del Likud Gedeón Saar, por ejemplo – implicar una amenaza creíble para Netanyahu.

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico