RACHEL AVRAHAM

En una entrevista exclusiva con JerusalemOnline, la Dra. Dana Barnett, jefa de Israel Academia Monitor explica cómo el movimiento BDS ha adquirido importancia y se ha aprovechado de judíos e israelíes para no ser acusados de antisemitas.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La Dra. Dana Barnett, jefa de Israel Academia Monitor desde que terminó su doctorado en el King College de Londres en “post-sionismo y universidades israelíes: el nexo político académico,” dijo a JerusalemOnline que una de las razones por las cuales el Movimiento BDS ha tenido tanto éxito es porque hay mucha confusión entre la gente de izquierda y la de derecha: “Si eres joven y liberal, uno se considera de izquierda, ya que son de mente abierta y no homofóbica. Si usted es de derecha, se le considera ultra-ortodoxo, nacionalista, etc. El problema es que un prisma así no es realmente exacto. Muchas personas no son ni esto ni lo otro, sobre todo si hablamos de los israelíes, que están en algún lugar en el medio”.

“A veces la gente promueve ideas de izquierda, pero no son conscientes de que están promoviendo cosas contrarias a los derechos humanos”, explicó. “Si usted es liberal y apoya los derechos humanos de los palestinos y no tiene nada malo que decir sobre el estado de los derechos humanos en la Autoridad Palestina y los problemas internos palestinos, entonces usted ha caído en el juego del nacionalismo de derecha palestina. La gente confunde entre las percepciones y esto le hace el juego al extremismo”.

Según el Dr. Barnett, Israel solía ser considerado un estado legítimo en el pasado, pero un cambio de paradigmas tuvo lugar en la década de 1970 después de que Edward Said publicara su libro titulado Orientalismo: “Fue un punto de inflexión. A partir de entonces, el paradigma se desplazó al paradigma crítico neomarxista, donde la investigación no necesitaba aportar pruebas y bastaba llevar dictámenes a la mesa. La escuela neomarxista siguió la enseñanza de Antonio Gramsci que alentaba a los intelectuales a utilizar sus lugares de trabajo, es decir, las universidades para promover el cambio social”.

wall-palestine-BDS“Hoy, es lo que hacen los académicos críticos neo-marxistas”, señaló la Dra. Barnett. “Usan las universidades para promover el cambio social y el activismo político. Si Israel se veía en el enfoque positivista (corriente principal) como un Estado legítimo con una economía de mercado y democracia, en el enfoque neomarxista crítico, Israel es un estado ilegítimo de apartheid que explota a las mujeres, a los Mizrahim (orientales) y los palestinos. Esto es en lo que respecta a cómo ha cambiado la percepción de Israel en las ciencias sociales en los últimos treinta años”.

La Dra. Barnett dijo al JerusalemOnline que algunos activistas de BDS creen que si se boicotea Israel, el gobierno israelí cambiará sus políticas respecto a los palestinos, pero olvidan mencionar que el movimiento BDS también pide una solución de un solo Estado y el derecho al retorno de los palestinos, lo que significa el fin del Estado de Israel: “Además, si actualmente los palestinos israelíes apuñalan mientras hay algún tipo de separación, es posible imaginar lo que sucedería si hubiera un solo estado. Extrema violencia. Así, al mismo tiempo, la gente promueve todo tipo de ideas. Si, por ejemplo, los activistas promueven protestas no violentas pero mientras lo hacen sus compañeros miembros están involucrados en la violencia en el mismo tiempo y los ‘no violentos’ no dicen nada de la violencia que tiene lugar, y no se manifiestan en contra, significa de hecho que los activistas no violentos aceptan la violencia. No pueden llamarse a sí mismos activistas no violentos cuando sus compañeros de trabajo, familiares o conocidos actúan con medios violentos. Así, en otras palabras, existe una dicotomía en el campo de activismo”.

Según la Dra. Barnett, durante los últimos 40 años, los países árabes del Golfo que son ricos en recursos naturales e Irán han invertido mucho dinero en los campus americanos y europeos: “Es bien sabido hace unos 7 años que el gobernante de Libia Muamar Gadafi y su hijo invirtieron fuertemente en la London School of Economics. Esto fue muy difundido, pero muchas donaciones procedentes de países como Arabia Saudita y Qatar no reciben tanta atención en los medios de comunicación. Ambos han invertido millones en universidades occidentales y especialmente en los centros para el estudio de Oriente Medio, lo que nos lleva de nuevo al libro Orientalismo de Said, cuando en realidad tienen poder para decir quién enseña, quién es invitado, quiénes toman licencia, los presidentes, etc. Irán ha hecho lo mismo, pero no olvidar que Occidente es más sospechoso de Irán que de Arabia Saudita y Qatar. Ellos son más prudentes con el dinero de Irán”.

No es de extrañar entonces que el Dr. Neve Gordon, de la Universidad Ben-Gurion escribiera su libro La Ocupación de Israel en 2005, mientras que estaba de año sabático en Berkeley bajo Nezar Al Sayyed, que presidía el Centro de Estudios de Oriente Medio en Berkeley que le dio su apoyo. Como se afirma en el prólogo del libro, “empecé a escribir el libro en 2004 durante un año sabático en la Universidad de California, Berkeley, donde Nezar Al Sayyad, del Centro de Estudios de Oriente Medio me dio la bienvenida y me proporcionó los recursos necesarios para escribir. ‘Igualmente sorprendente es que el Prof. Oren Yiftachel también de la BGU recibiera un trofeo de Michael C. Hudson, director del Instituto de Oriente Medio en la Universidad de Singapur, que es radicalmente anti-Israel”.

Omar Barghouti
Omar Barghouti

En este punto, JerusalemOnline preguntó a la Dra. Barnett cómo se relacionan estos desarrollos con el antisemitismo a lo que respondió que desde el año 2005, el Centro de Observación de la UE creó la definición de trabajo para el antisemitismo, en la que declararon que criticar a Israel solo por violaciones de los derechos humanos y no hacer referencia a violaciones de derechos humanos en otros países es, de hecho, antisemitismo: “Por lo tanto, Israel y los eruditos judíos están promoviendo el BDS porque la gente en Occidente tiene miedo a ser considerado antisemita. Reclutaron a los israelíes porque no quieren ser antisemitas aunque digan cosas antisemitas, como Shlomo Sand que escribió en la edición en rústica de su libro: “Este intento de justificar el sionismo a través de la genética … identificando un marcador genético específico de judíos … es una amarga ironía ver a los descendientes de los supervivientes del Holocausto dispuestos a encontrar una identidad judía biológica: Hitler estaría ciertamente muy contento! Y es tanto más repulsivo que este tipo de investigación se lleve a cabo en un estado que ha librado durante años una política declarada de judaización del país'”.

Como académica israelí la Dra. Rachel Geora afirmó en su artículo BDS desde dentro: “El principal papel del movimiento BDS israelí ha sido apoyar llamadas internacionales de BDS contra Israel y legitimar a ambos como claramente no antisemitas. “Según la Dra. Barnett, es por eso que reclutan judíos e israelíes: “Volviendo al cambio de paradigma y esto se discute en mi tesis doctoral en longitud, en Inglaterra durante la década de 1980, Roger Owen, profesor en la Universidad de Oxford que quería avanzar la narrativa palestina, preparó a tres académicos israelíes. Todos escribieron en contra de Israel. Buscaba israelíes que escribieran contra Israel para no ser culpados de antisemitismo. Entonces preparó a Ilan Pappe, Benny Morris y Avi Shlaim y todos ellos escribieron sobre el plan israelí de limpieza étnica de los palestinos”.

Estudiantes de Univ California
Estudiantes de la Universidad de California

“Buscaban judíos israelíes para hacerlo porque si criticaran a Israel de esa manera y fabricaran los hechos, serían considerado antisemita”, proclamó la Dra. Barnett. “Es por eso que hay mucha confusión hoy y mucha gente tiene algo que decir acerca de Israel, pero no de Hamas y no hablan de la falta de derechos humanos en la Autoridad Palestina entre árabes y árabes u otras sociedades musulmanas. Sólo culpan a Israel y no son críticos con nadie más. Esto es antisemitismo”.

Según la Dr. Barnett, los países árabes, además de patrocinar académicos israelíes y judíos anti-Israel también apoyaron grupos como Estudiantes por la Justicia en Palestina, que promueven las Semanas del movimiento BDS y el apartheid de Israel en el campus: “Por lo tanto, es un círculo vicioso que Arabia Saudita esté pagando estudiantes y académicos árabes y los lleva a muchos campus de Occidente y así tiene gran cantidad de actividades y peticiones contra Israel. Todo está relacionado entre sí. Las ciencias sociales se convirtieron en motivos de activismo político a través de la investigación crítica neomarxista según las enseñanzas de Antonio Gramsci acerca de convertir el mundo académico en un lugar de cambio social”.

A principios de esta semana, JerusalemOnline informó que un evento de Día de la Nakba tuvo lugar en la Universidad de Tel Aviv. La Dra. Barnett explicó que este evento demostró que este mismo fenómeno que está sucediendo en el extranjero también afecta a las universidades en el interior del Estado de Israel: “Me di cuenta de que muchos estudiantes árabes se inscriben en las universidades israelíes e incluso consiguen subvenciones y entonces son reclutados para centrarse en el activismo anti-Israel del campus, tal como el Día de la Nakba y el Día de la Tierra. Un ejemplo viene a la mente, Omar Barghouti, co-fundador del Movimiento BDS, que vive en Israel, pero es qatarí de nacimiento. Se casó con una árabe israelí y obtuvo un permiso de residencia. Se registró en la Universidad de Tel Aviv por un par de años donde realizó una extensión para un MA. Sacó una maestría sin tesis y quería seguir adelante con un PHD. Al final, no terminó allí. Pasó un par de años en la Universidad de Tel Aviv estudiando filosofía y ahí es cuando fundó el Movimiento BDS. Simplemente muestra que los recintos universitarios israelíes también están profundamente involucrados”.

Según la Dra. Barnett, dentro del Estado de Israel, hay unos 30 a 40 activistas anti-Israel que se hacen pasar por académicos, aunque no todos llaman al BDS: “Cuando comenzamos a monitorear a los académicos anti-israelíes en los campus en 2004, se encontraron peticiones contra Israel con firmas de alrededor de 360 académicos, llamando a los estudiantes a negarse a servir en los territorios durante su servicio en la reserva o una petición para que múltiples fuerzas extranjeras se desplieguen en Israel, en otras palabras, para despojar a Israel de soberanía y una petición afirmando que Israel es culpable de crímenes de guerra, pidiendo investigaciones. Estas tres peticiones fueron firmadas por cerca de 360 estudiosos. Desde entonces, el número se ha reducido, pero hay cerca de 40 que siguen activos promoviendo el activismo político en la clase y en el campus y no son verdaderos eruditos”.

El Día de la Nakba en la Universidad de Tel Aviv. (Foto: Alon Ron)
El Día de la Nakba en la Universidad de Tel Aviv. (Foto: Alon Ron)

“Un verdadero experto es alguien que investiga y publica en su campo, no recoge pruebas a su antojo para satisfacer su agenda política”, concluyó la Dra. Barnett. “Algunos de los activistas cambiaron sus temas después de conseguir la tenencia e investigaron otros temas para adaptarse a sus puntos de vista políticos. Algunos de los académicos incluso llaman al BDS. En vez de dejar la institución y seguir su propia regla de boicotear a Israel, se quedan y siguen predicando su agenda política. Esto es lo que está sucediendo hoy en el campus y no se hace nada al respecto por desgracia, aunque los contribuyentes están pagando sus salarios. Abusan del término libertad académica”.

Fuente: JerusalemOnline – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico