El 20 de mayo acudieron al Auditorio del Colegio Hebreo Sefaradí la Dra. Rina Gitler, directora de la Fundación Alma, así como Galit Laniado y Daniela Gancz, ambas alumnas de primero de secundaria del Colegio Hebreo Yavne; entre las tres, presentaron el libro “El brasier de mamá”, cuyo objetivo es crear conciencia acerca de cómo educar a nuestras hijas sobre su desarrollo físico. También impartieron una charla sobre la importancia del cuidado de las mamas desde una temprana edad. En el auditorio estaban las niñas de sexto año de primaria y primero de secundaria del colegio.

 

ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO- Gracias al donativo anónimo de una persona de la comunidad judía de México, se imprimieron libros que se entregaron a niñas de las escuelas de la red judía de México. El libro está dedicado “en memoria de Lila Stark “Baby”, mujer maravillosa, luchadora y sobreviviente de cáncer de mama”.

Rina Gitler comenzó dirigiéndose a las niñas: “La historia es que hace siete años a mí me dio cáncer. Decidí crear una fundación para ayudar a las señoras que han pasado por esta enfermedad en el tema de reconstrucción. El primer problema que se nos presenta es cómo le llamamos a las glándulas mamarias, que es el nombre científico de las mamas: las conocemos también con nombres comunes como: bubis, papas, chichis, Elsa y Ana, mamas, senos, juanas, gemelas, hermanas y muchos más. Si nosotras no sabemos cómo se llama una parte de nuestro cuerpo, no podemos saber que se puede enfermar”.

“El treinta por ciento de los casos de cáncer de mama que se diagnostican son hereditarios, genéticos. En todo el mundo, a las mujeres que más les da cáncer es a las judías que vienen de países europeos, Polonia, Rusia, etc. Después, cuando mis hijas crecieron decidí pedirle a Edmée Pardo, escritora de libros infantiles, que escribiera un libro para poder explicarle a niñas de quinto, sexto y primero de secundaria cómo explorarse sus chichis, y poder prevenir el cáncer de mama. Hay un análisis genético que se puede hacer al llegar a los dieciocho para saber si la mujer tiene el gen y, en caso positivo, lo que procede es quitar los senos y colocar implantes inmediatamente, es la forma de prevenir en caso de resultar positivo el análisis genético”.

“La única forma de saber si hay algo mal en nuestros pechos es autoexplorarse, lo que se recomienda es que se haga una vez al mes cuando menos, después de que termine de presentarse la menstruación”.

Gitler les enseñó a las niñas como autoexplorarse, además de pedirles que, al llegar a sus casas, hablaran con sus mamás para explicarles cómo debían realizar dicha autoexploración”.

Galit Laniado leyó fragmentos del libro “Ese monstruo tiene mi cara” y Daniela Gancz de “El brasier de mamá”.

UN MENSAJE DE RINA GITLER, FUNDADORA Y DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN ALMA

El cáncer de mama es un problema grave no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo. Uno de los proyectos más importantes de la fundación ALMA IAP tiene que ver con la educación para la salud mamaria a través de su publicación “El brasier de mamá”. En nuestro país se han distribuido más de un millón de copias de forma gratuita y, gracias a un generoso donativo de una familia de nuestra comunidad, esta vez las beneficiadas han sido las escuelas de la red judía en México.

Crecer es inevitable, usar brasier es cuestión de responsabilidad. El simple hecho de ser mujer nos predispone a desarrollar la enfermedad, y pertenecer a la comunidad Azkenazí aún más, ya que son las mujeres de esta comunidad a nivel mundial las que más desarrollan cáncer de mama; es nuestra obligación hacer entender a nuestras niñas que nadie está exento.

Sólo mediante la autoexploración y las mastografías a partir de los 40 años podemos hacer un diagnóstico temprano que permita una recuperación total siempre y cuando se detecte a tiempo; para ello, debemos educar en el tema de la autoexploración a nuestras niñas desde el principio de su desarrollo, lo que ocurre en nuestro país a partir de los 11 o 12 años de edad. Aunque el tabú de “no te veas, no te toques” ha ido desapareciendo, sólo con la ayuda y concientización entre padres de familia y maestros podremos lograr que esta tarea de la autoexploración mamaria sea rutinaria desde temprana edad.

Para la fundación ALMA es primordial seguir transmitiendo el mensaje y llegar a más niñas en nuestro país; somos una comunidad privilegiada pero también parte de la comunidad que más casos presenta de cáncer de mama. Si quieres sumarte a la causa y conocer nuestros proyectos, contáctanos.

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