“Todo lo que me pasa, es lo mejor que me puede pasar. Lo único que existe es el momento presente”, reflexiona en entrevista Sergio Lubezky, productor ejecutivo del recién estrenado documental “Catracholandia”, que se presentó el pasado 23 de Mayo en el Museo de Arte Moderno de Medellin.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO- Catracholandia es un mediometraje documental hecho a cuatro manos por el artista plástico Santos Orellana y el director y fotógrafo Peter Levermann -con la producción ejecutiva de Sergio Lubezky– que retrata las andanzas y reflexiones del artista plástico estadounidense de ascendencia hondureña Santos Leonel Orellana Paz.

Sergio Lubezky, productor de medios audiovisuales y miembro de la Comuidad judía de México, se comprometió con el proyecto después de un encuentro espontáneo en California con Orellana y Levermann.

En charla con Enlace Judío, Sergio nos compartió una parte de su filosofía personal, así como la satisfacción que le ha reportado involucrarse con este proyecto.

“Si todo lo dejas en tu mente, aunque tengas las mejores ideas del universo no sirve de nada. Aunque sea sonreírle a alguien, con eso cambiaste el mundo. Es tan fácil y es gratis que, ¿por qué no hacerlo?

“Si tienes ganas de involucrarte un poquito más, ayúdale a alguien. Sea cual sea tu causa, hazlo. De nada sirve tener un clóset lleno de dinero, y cuentas en el banco, el dinero no sirve de nada si no lo vas a usar”.

“En mi caso en particular, no tengo que guardar más que para mí, y no necesito mucho. Vivo de lo que puedo vivir en una maleta. Y estoy feliz, no me preocupo de cosas que no necesito, y no le tengo envidia a quien las tiene porque ya las tuve. Ahora lo que importa es todo lo que haga por servir”.

CATRACHOLANDIA: DE INGENIERO A MURALISTA

Catracholandia narra la historia de Santos Leonel Orellano Paz, quien a los 11 años emigra a Estados Unidos y, gracias a una reforma promovida por Ronald Reagan, logra obtener la Green Card. Tras graduarse con honores como Ingeniero Químico y obtener un empleo bien remunerado, se da cuenta de que no le satisface el mundo corporativo; así que decide mudarse a San Diego y dedicarse a vender jabones orgánicos. En una feria de arte a la que lleva sus productos, una compradora muestra interés por dos pequeños cuadros hechos por él mismo que estaban colocados como decoración. Él insiste en que esas piezas no están a la venta; a su vez, ella lo invita a colaborar en un mural que se realizará con motivo de la visita del nieto de Gandhi a San Diego, esto lo impulsa a aceptar y aquí da inicio su carrera artística.

Aprovechando los beneficios de su éxito, Santos vuelve a su natal Honduras, donde se ha dedicado a pintar murales en diversos orfanatos, labor que lo ha llevado a establecer lazos de convivencia y amistad con los niños, mismos que han transformado su vida.

CINE Y DERECHOS HUMANOS

“El día 23 de mayo Santos abre su segunda galería de arte, en La Jolla, California. Ahí el y yo presentamos la película, además de que se presenta el mismo día en Medellín, en el Museo de Arte Moderno. Esta película también habla de los huérfanos, y por qué estos niños salen de Guatemala, Honduras y El Salvador hacia EE.UU.. En Estados Unidos el inmigrante ilegal es considerado un delincuente, y desde los niños son considerados delincuentes”, apunta Lubezky, quien ha hecho suyo el tema “Este año (apenas mayo) van 20,000 niños detenidos como inmigrantes ilegales. Es un problema importante de derechos humanos, y por estas casualidades, el día 24 de mayo, inicia en Colombia el Festival Internacional del Cine por los Derechos Humanos, y estoy muy orgulloso de inaugurar el festival”.