VICTOR PEREZ

El viernes 3 de junio de 2016 será, al parecer, la fiesta de la Perdiz israelí asada con salsa picante y Oriente Medio y Próximo. Francia organizará una conferencia porque, si creemos al jefe de la diplomacia francesa, Jean-Marc Ayrault, “Estamos en una situación de crisis particularmente preocupante, la situación sobre el terreno se deteriora cada día”.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Para el presidente François Hollande, hay que crear “(…) con todos los actores, los países grandes y los países vecinos, los parámetros que permitan a israelíes y palestinos terminar en la mesa de negociación”.

¡Nada menos!

Todo fulano ingenuo, por supuesto, no tendrá más remedio que suscribirse a esta generosa búsqueda de compromiso, que permanezca en el imaginario popular, por parte de ¡la cuna de los derechos humanos!

La conferencia se compromete, si nos atenemos al objetivo declarado, a diseñar la “configuración” que permita la solución de “dos estados”.

No se espera, sin embargo, ateniéndonos a la política árabe occidental, que la exigencia básica de Israel de una solución de “dos estados para dos pueblos” siquiera se plantee en la reunión para la “paz”! ¡Ni siquiera por EE.UU.!

Si cada uno de los miembros participantes constata, a cual mejor, los “derechos del pueblo palestino”, esperar que el estado de Israel sea reconocido como del pueblo judío permanecerá en el terreno de la ficción. Un derecho básico descartado de entrada exclusivamente para permitir la inclusión, en la redacción de las conclusiones de la cumbre de la “paz”, una “solución justa” para los “refugiados”.

Un requisito intangible de la Ouma que, si se retrasa por la indiferencia de los occidentales, podría ¡hacer descarrilar la ”paz”! ¡Nada menos!

Una afirmación que sin embargo no quedará en papel mojado, sino que los occidentales se ahogarán en ella, elocuentes, en el verbo. Sin especificar que la única solución aceptable, prevista por la Ouma no es otra que el “derecho de retorno” de millones de extranjeros, “refugiados” de padre a hijo, incluso dentro del Estado de Israel. Lo cual, por el juego demográfico, cambiará la naturaleza del único estado del pueblo judío en el mundo, país refugio contra una enfermedad incurable: el antisemitismo.

¡Occidente tiene el coraje del que puede! ¡Incordiar y protestar contra el judío no comporta ningún peligro!

Kotel noche
Muro Occidental o Kotel en Jerusalem, con la mezquita de Al Aqsa al fondo.

En esta conferencia, por supuesto, se hablará de la necesidad de un “Estado viable para los palestinos viviendo en paz junto a Israel”. Las “colonias”, inevitablemente, serán condenadas, declaradas “ilegales”, “frenos a la Paz” y todo el mundo entenderá que tendrán que ser desmontadas. Esto implicará el segundo parámetro cuyas consecuencias más absolutas estarán, de nuevo, camufladas por las palabras “Derechos humanos”, como le complace a Occidente etiquetar.

Esto último, de hecho, concederá sin lucha que la futura “Palestina” sea oficialmente ‘judenrein’, limpia de toda presencia judía, tal como concibió para Europa Adolf Hitler.

Una petición más de la Ouma satisfecha secretamente en una tierra que no tiene otros nombres, desde hace milenios, más que Judea y Samaria, y que ninguna ley internacional jamás concedió a nadie ¡más que al pueblo judío!

La tercera cuestión de importancia será declarar el este de Jerusalem “capital de Palestina”. Esto se hará a través de una generosa frase como “Jerusalem capital de los dos estados”. Sin embargo, pocos dudarán de que Jerusalem Este se establecerá como “capital palestina”.

¡Otro punto para la Ouma, con la Autoridad Palestina a la cabeza!

Así, los lugares sagrados e históricos del judaísmo, incluyendo el primero de ellos el Monte del Templo, no estarán más en manos de los judíos, que tendrán que conformarse con la buena voluntad de los nuevos propietarios de campo. Con la ocupación jordana de 1948 a 1967 como mal recuerdo, queda fuera de toda duda que el pueblo israelí tenga acceso.

¡Pero eso qué importa a los voceros de la ”paz”!

Al final de esta triste conferencia parisina, el resultado de estos tres “parámetros”, estos tres edictos de la comunidad musulmana teniendo, al parecer, que servir a la negociación de la “paz” será, de hecho: dos estados para el único pueblo “Palestino”, elegantemente depurado de todo lo étnicamente judío, y el fin de cualquier vínculo de Jerusalem con el judaísmo.

La idea del enfoque francés es, según París, volver a involucrar a la comunidad internacional en el conflicto: “Se trata de dar un horizonte político para que las negociaciones puedan dar algo”. Sin lugar a dudas, este ”algo” es nada menos que la paz de los cementerios para los israelíes y, a través de ello, la del pueblo judío.

Imaginar que el estado de Israel negociará su erradicación por el juego demográfico, permitirá a su lado una “Palestina” libre de judíos creada en la cuna del judaísmo, o que Jerusalem sea la capital de otro estado, levanta fantasmas. Occidente lo sabe a ciencia cierta.

Lo ‘cómico’ de este fracaso inevitable será que este último, pero no sólo, a continuación, acusará al Estado de Israel de matar la “paz”! Por su parte ¡nada nuevo!

Fuente: Europe Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico