“Nuestra alianza con la comunidad judía es determinante”: Claudia Ruiz Massieu, Secretaria de Relaciones Exteriores de México, será oradora principal de la sesión plenaria en la reunión anual de AJC, American Jewish Committee (Global Jewish Advocacy), que se llevará a cabo del 5 al 7 de junio en Washington. Otras oradoras serán Susan Rice, Consejera de Seguridad Nacional del Presidente Barack Obama y Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.

Acompañará a la Canciller una delegación compuesta de 32 judíos mexicanos, a la cual se unirá Jonathan Peled, Embajador de Israel en México.

El 6 de junio, AJC ofrecerá una cena en honor de la Canciller, a la cual participarán 50 cónsules de México en los EE.UU, reunidos para la ocasión.

AJC es la mayor organización de defensa judía del mundo.

El 1º de junio, en el marco de una comida ofrecida por la Comunidad Judía de México a Ruiz Massieu, la canciller se dirigió a la asistencia, compuesta de presidentes, líderes y empresarios:

“Quiero agradecer a Salomón Achar, presidente de Comité Central por esta invitación.

A Marcos (Metta, Presidente de Alianza Monte Sinaí) por abrir este espacio y permitirnos estar a todos los líderes de las distintas expresiones de la comunidad judía en México.

Existen numerosos paralelismos entre la experiencia judía en México, y la experiencia
mexicana en los EE.UU. y quisiera hoy destacar.

Ambas son historias de migrantes que tienen que dejar la tierra de sus padres: al llegar a su destino los retos que enfrentan tanto los emigrantes judíos en México en el siglo pasado, como los mexicanos hoy en día, son muy similares.

Es una historia de perseverancia, de lucha y valentía para integrarse y asimilarse, sin perder la identidad además de poder vencer estereotipos y estigmas.

Otro paralelismo es que son comunidades resilientes. Como comunidad, ustedes han prosperado, han contribuido desde todos los ámbitos. No se me ocurre un área donde la comunidad no destaque por su talento, su compromiso, y por todo lo que aporta en el crecimiento de nuestro país.

Es además una comunidad que se organiza, que es activa, que propone, que incide y que se asume como un agente de transformación para un mejor país.

La comunidad de mexicanos en los EE.UU. no puede ser ignorada, debemos de identificar áreas de oportunidad para construir una comunidad más resiliente, mejor integrada, más empoderada y que pueda tener mayores posibilidades de seguir contribuyendo.

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Aquí, nuestra alianza con la comunidad judía es determinante. Nadie mejor que ustedes sabe que cuando se permite ataques contra el grupo social que sea, es cuestión de tiempo para que otros grupos sociales sufran. La intolerancia y discriminación triunfan cuando hay pasividad, cuando hay silencio, y cuando no hay voces que se levanten y digan que está mal.

El Presidente Peña Nieto instruyó desde hace varios meses a toda la cancillería que diseñáramos una nueva estrategia de acción de trabajo sistemático en Estados Unidos para proteger mejor a la comunidad mexicana allá, y para darles mejores herramientas. Este esfuerzo del gobierno debe involucrar a todos los mexicanos, aquellos que no están de acuerdo que haya una retórica excluyente y estereotipada de México. En ese sentido, buscamos convocar a distintos sectores de la sociedad mexicana que no comparten esa visión.

La Comunidad Judía de México es un agente importante, y una pieza básica de este esfuerzo. El
gobierno de México comparte intereses y objetivos también con la sociedad civil en EE.UU., son significativos los esfuerzos que desplegamos para el bienestar de nuestras sociedades, buscando la protección de sus derechos.

Nuestra red de 49 consulados (próximamente 50), trabaja de manera cotidiana con organizaciones como el American Jewish Committee, en promoción de iniciativas para mejorar las condiciones de vida de nuestra comunidad.

La comunidad mexicano americano en EE.UU. es de casi 35 millones, incluyendo los 12 millones que nacieron en México así como los de segunda y tercera generación.

Esta comunidad contribuye en las trincheras, generando empleo y prácticamente 9 puntos del PIB de EE.UU.

México y la Comunidad tienen una relación que se basa en la solidaridad. Hemos estado siempre abriéndonos oportunidades, y fortaleciéndonos a lo largo de muchas décadas.

La Comunidad Judía en México es el mejor ejemplo de lo que una integración plena, activa, puede darle a un país a partir de esa preservación de identidad, a partir de esa asimilación de valores universales de derechos e inclusión, y reconocimiento de los demás.

Es un gran ejemplo de todo lo que se puede construir cuando se buscan las fortalezas, las coincidencias, lo que nos une y no se privilegia lo que nos divide.

Para mí, es un honor estar hoy con ustedes, con los líderes de las distintas comunidades judías. Quiero también tener la oportunidad de escuchar sus puntos de vista, consejos para ver con que mensaje podemos llegar el lunes a la AJC, para hablar de estas cosas que nos preocupan a todos y que en la medida que pueda transmitir una visión también de ustedes, será un mensaje más potente, más útil y que resuene más y mejor”.

La Secretaria de Exteriores ofreció también un mensaje a la Comunidad Judía de México:

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