Mohammed Ali, quien murió el 4 de junio 2016, asistió en junio 2012 a los servicios de Shabat en la Congregación Rodeph Shalom en Filadelfia, Pensilvania, en abril, para celebrar el Bar Mitzvá de su nieto, Jacob Wertheimer.

Ali, cuyo nombre original era Cassius Clay y fue criado como bautista, reveló en 1964 que era miembro de la Nación del Islam, cambiando su nombre a Muhammad Ali. En 1975 se convirtió de nuevo, esta vez al islam sunita.

A lo largo de su carrera y desde su retiro del ring, Ali ha sido conocido como un activista social, exponiendo el mensaje de paz, amor y comprensión, un mensaje irónico para un hombre venerado extensamente como el mejor boxeador del mundo.

Y de pronto parecía que su propia progenie había tomado ese mensaje a corazón.

El sitio web de boxeo thesweetscience.com informó en junio 2012 que Ali había asistido a los servicios de Shabat en la Congregación Rodeph Shalom en Filadelfia, Pensilvania, en abril, para celebrar el Bar Mitzvá de su nieto, Jacob Wertheimer.

El biógrafo del ex campeón, Thomas Hauser, escribió en el sitio web que la hija de Ali, Khaliah Ali-Wertheimer, se planteaba como musulmana; pero ella misma se describía en palabras de Hauser como “no perteneciente a una religión organizada” y “más espiritual que religiosa.” Su marido, el abogado Spencer Wertheimer, e describía como judío y su hijo, de acuerdo con Khaliah, optó por tener una Bar Mitzvá porque “sentía un parentesco con el judaísmo y la cultura judía”, según el investigador.

Según el Islam, la religión de un niño se transmite a través del padre, mientras que, en el judaísmo tradicional, se transmite a través de la madre. Esto significa que el islam, la religión de la madre de Jacob, considera al nieto de Mohammed Alí judío, mientras la religión de su padre lo considera musulmán.