LA MEIDELE

Lo que a todos los no paisanos de México les da una envidia tremenda son todos los “puentes” y fines largos que tenemos los judíos al año.

En la Ciudad de México los paisanos destacamos de varias maneras: con nuestros cientos de comercios de comida Kosher en la zonas de Teca, Interlomas y Bosques de las Lomas, por ser la mesa más ruidosa de cada restaurante de Las Lomas o Polanco, por ser la casa en la que más dan de comer en los pre copeos de tus amigos de la universidad, por mencionar unos pequeños ejemplos. Pero lo que a todos los no paisanos de México sí les da una envidia tremenda son todos los “puentes” y fines largos que tenemos los judíos al año.

Me acuerdo cuando era chiquita e iba a mi tnua que había una gran diferencia entre los niños que iban a escuelas paisanas y los que iban al Americano, al Eton o hasta la Hamilton (¡La Hamilton! ¿Se acuerdan? ¡Qué vieja me sentí!): Los que iban en escuelas judías teníamos un buen más de vacaciones al año que los que no. Y cuando digo que es un buen, me refiero a un buen… Aparte no es como si de por sí en México no dan día libre solamente porque a “chuchita la bolsearon”. Así que los paisanos de México nos vemos bendecidos año con año con lo que me gustaría llamar “un festín de días libres”.

Así transcurre más o menos nuestro año (aunque las fechas varían por el calendario judío):

Enero/Febrero: Venimos regresando de donde sea que pasemos año nuevo (no judío) y como nos encanta darnos las vacaciones largas, ya casi es mediados de enero. Pero para que no nos abrumemos mucho, a finales de enero o principios de febrero nos damos nuestro primer “puente” del año, ¿merecido no?, pues llegó Tu B’Shvat.
Nada mala idea darse un fin de semana largo en Cuerna o Valle para relajarse de las primeras 3 semanas que han transcurrido en el año.

Marzo: P-U-R-I-M, una de las fiestas favoritas de los niños, pero no sé que tan favorita sea de las mamás que tienen que preparar los disfraces y lidiar con dramas de sus hijos cada año. Pero no hay de que preocuparse, las instituciones paisanas nos dan un día libre en Purim para descansar a mediados de Marzo, pues ya va casi un mes y medio que no hay “puentes”.

Abril: Uno de los meses más vacacionados del año para todo el mundo, ¡pero para los paisanos más! Si tenemos suerte, Semana Santa cae separado de Pésaj y así tenemos doble vacación, en muchas ocasiones dos semanas seguidas. Así que los paisanos de plano armamos maletas en abril para aprovechar cada minuto posible fuera de la contingencia de la ciudad.

Mayo/Junio: Termina el Omer y comienza la fiesta. Entre tantas Bar-Mitzvot en jueves en la mañana y desvelones tremendos de todas las bodas, estamos a-go-ta-dos. Lo bueno es que, aunque a diferencia de lo que creerían los gringos en México no tenemos “puente del 5 de mayo”, los paisanos sí tenemos puente de Lag Baomer; aunque muchos confesarían que no tienen idea que es esa festividad. Y para rematar a mediados de junio Shavuot nos regala otro fin de semana largo. ¡Aparte ya casi es verano y nos urge una asoleadita!

Julio/Agosto: No tenemos ni festividades paisanas ni puentes mexicanos… ¡Pero son vacaciones de verano! Así que no se diga más y a disfrutar.

Septiembre/Octubre: Apenas empieza el ciclo escolar y con igual empuje empieza la temporada más fuerte de días libres paisanos. Y no se olviden del “puente” más esperado de los mexicanos: el 16 de septiembre. Las festividades comienzan con Rosh Hashaná, en donde, aunque por supuesto que no salimos de viaje, más por supuesto no vamos a la escuela o a trabajar. Seguido por Kipur a mediados de octubre en donde claro que tampoco laboramos. Y después, hacia el final de mes, Sucot y Simjat Torá, festividades que nos encanta pasar a los paisanos en familia, fuera de la ciudad. Se podría decir que en estos dos meses vamos a la escuela o a trabajar unos 10 o 15 días en total.

Noviembre: En este mes no hay festividades paisanas que nos lleven a días libres, pero no hay nada que temer. Hay dos días patrios que son fin de semana largo, el 2 de noviembre, por Día de Muertos, y el 20 por la Revolución. Además, seguramente en las escuelas paisanas habrá un día en que haya evaluaciones de niños o capacitaciones de maestros para no perder el ritmo de días libres que llevamos ya por 11 meses del año.

Diciembre: El último mes del año está repleto de fiestas por donde lo veamos, por un lado Janucá para los paisanos, por el otro las vacaciones que nos tocan de Navidad y Día de la Virgen de Guadalupe (aunque a los no paisanos nunca les han tocado vacaciones por nuestras fiestas). Y finalmente, Año Nuevo, las últimas vacaciones del año para recargarse para otra vez comenzar este ciclo taaaaaan pesado…