GIULIO MEOTTI

Occidente ha perdido su brújula moral. ¿Qué podemos esperar?

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – ¿Puede la muerte de un gorila en un zoológico de Cincinnati, destinada a salvar la vida de un niño, dar rienda suelta a más emoción y más cobertura mediática que la decapitación de 21 cristianos en una playa en Libia? Sí.

El Centro de Investigación de Medios revela que los canales de televisión convencionales dedicaron seis veces más tiempo en el aire a la muerte del gibón Harambe que a la bárbara ejecución por el Estado Islámico de 21 cristianos coptos.

El sábado 28 de mayo agentes de seguridad dispararon contra el gorila para proteger a un niño de tres años que cayó en la jaula. Durante los cinco días posteriores a la muerte del animal, las tres principales cadenas de Estados Unidos dedicaron a esta historia 1 hora, 28 minutos y 17 segundos.

En febrero de 2015, un grupo de matones islamistas vestidos de negro sacrificaron 21 cristianos coptos en una playa cerca de Trípoli. El Centro de Investigación de Medios de Comunicación ha calculado que ABC, CBS y NBC gastaron un total de sólo 14 minutos y 30 segundos para informar de la matanza de los cristianos: menos de una sexta parte del tiempo dedicado a las transmisiones sobre el gorila.

La tristeza por la muerte de un animal hermoso se ha transformado en una plataforma para los sentimientos dirigidos contra los padres del niño de clase obrera. Desde la CNN a MSNBC, los medios de comunicación despertaron rápidamente la histeria contra la “negligencia” de los padres del niño que terminó en la jaula, Deonne Dickerson y Michelle Gregg. Una petición en línea para pedir al Estado de Ohio quitar la custodia del niño a sus padres recogió 400.000 firmas, un número impresionante.

¿Cuántas firmas se recogieron en favor de los cristianos de Oriente?

Decapitación islamistasUn grupo de manifestantes afligidos por la muerte del gorila organizaron vigilias en el zoológico para llorar al animal. Para los cristianos, sólo el silencio. Para los yazidis, silencio aun mayor.

No recordamos la misma histeria contra los padres de voluntarios europeos que se unieron al Estado Islámico; de hecho, incluso hubo comprensión hacia ellos cuando sus hijos dejaron de ser miembros de los carniceros de Oriente Medio.

Jack Hanna, un empleado del zoológico, dijo en un comunicado a los medios: “Apuesto mi vida en esto, ese niño no estaría aquí hoy”, si los funcionarios del zoológico no hubieran matado al gorila. A menos que su nombre sea Peter Singer, hay una distinción precisa entre el valor de la vida de un gorila y la de un niño.

Lo que carecen los medios de comunicación es, al menos, la misma compasión por las víctimas cristianas de los carniceros de ISIS. Pero tal vez los medios de comunicación sólo nos dan lo que la gente quiere: “pan y circo”, como se ha dicho de los romanos.

¿Es posible que la muerte de ese primate enjaulado conmueva a la opinión pública más que 19 niñas Yazidi quemadas en una jaula por violadores islamistas?

No se sorprenda de que el siguiente paso fuera Orlando.

¡Merecemos la barbarie en este mundo al revés!

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico