Slovie Jungreis-Wolff se presentó el pasado 21 de junio en Aish Hatorá México para impartir la conferencia “El Secreto para vivir con Alegría”, ella es profesora, autora, conferenciante y especialista en relaciones y en cómo educar a los hijos. Es autora del manual Crianza de un niño con alma e imparte clases y conferencias por todo Estados Unidos.

“Todos tenemos algún tipo de estrés en la vida, para algunos será emocional, para otros económico, otras personas tendrán presión con los hijos o en el matrimonio. Con todo el estrés que vivimos hoy en día la pregunta es ¿cómo mantenemos la felicidad?

Quienes me conocen saben que siempre digo que la solución a nuestros problemas está en la Torá: para cada problema y su solución, la Torá es nuestro GPS o Waze.

Si nos remontamos a la historia del pueblo judío, podemos decir que la primera generación que vivió con estrés fue el pueblo judío en Egipto. Era un estrés terrible: el trabajo, la falta de alimento y la esclavitud. Según la Torá, sólo una quinta parte del pueblo judío salió de Egipto. Cuando ya salen, se dan cuenta de que el faraón los persigue, nuevamente el estrés se apodera de ellos. Logran los judíos cruzar el Mar Rojo, se alegran y cantan.

¿Por qué cantan los judíos? Cuando dos personas hablan, hacen ruido y cantan hay armonía. Las palabras salen de la boca y las canciones del alma, significa que tienes pasión, que estás vivo. Por mucho que la vida sea dura, siempre existe la posibilidad de tener una sonrisa en la cara.

Mi cara no me pertenece a mí, le pertenece a todas las personas que me están viendo, es la única parte de mi cuerpo que nosotros no podemos ver por nosotros mismos, solo frente a un espejo. Si tengo la habilidad de cantar sin importar lo que pase quiere decir que estoy viva.

En una ocasión Itzhak Perlman, el violinista de fama internacional, se presentaba en un auditorio, al momento en que iba a comenzar el concierto, se le rompió una cuerda a su violín; hubo una gran conmoción entre el público, todos sabemos que no puedes tocar con una cuerda rota. Pero Perlman dio el concierto de su vida; después de las ovaciones, se paró, caminó hacia el público y dijo: “Damas y caballeros, venimos a este mundo con nuestros instrumentos intactos, cundo eso no es posible, porque siempre pasa algo, ¿continuamos haciendo música? Esa es la pregunta, no debemos darnos por vencidos cuando no podemos seguir haciendo música”.

Cuando estamos rodeados de oscuridad tenemos que cantar, ya hemos estados sentados por muchos años en el valle de la obscuridad, no perdamos la habilidad de cantar y vivir con pasión,

Cuando el pueblo judío comenzó a caminar por el desierto, tenían sed, comenzaron a quejarse, ¿por qué? Tenemos la habilidad de ver las cosas de forma negativa. Podemos estar en los mejores lugares y ver las cosas con ojos negativos, así no encontraremos una luz para hallar lo positivo de las cosas. Inclusive la mejor agua puede sabernos agria, por no tener una visión positiva de la situación.

¿Qué podemos hacer para no ver todo negativo? Todo lo negativo nos afecta a nosotros mismos, inclusive en el matrimonio. Tenemos que hacer una lista de todo lo positivo en la vida, reforzarlo en nuestra vida. La Torá nos dice que reforcemos lo bueno y tengamos ojo positivo y no ojo negativo. Así veremos las bendiciones que tenemos alrededor de nosotros.

Cuando salgamos en la noche después de la plática tenemos que preguntarnos ¿culpo, me quejo, tengo un buen ojo o un ojo negativo? Si tenemos un ojo negativo, por más que tengamos una casa hermosa con todas las comodidades y una familia hermosa, no podremos ver todas las bendiciones que tenemos en la vida.

Nuevamente en el desierto el pueblo judió comenzó a quejarse, en general por la comida. Se quejaron ante Moisés, diciéndole que en Egipto, donde eran esclavos, tenían todo; la realidad es que no tenían todo, y también se quejaban. La naturaleza humana ve el ayer y se preocupa por el mañana, pero nuca ve la realidad del hoy. Cuando estamos en esa situación nunca seremos felices. Generalmente pensamos que el futuro será mejor, al paso de los años recordamos lo bien que la pasábamos en el pasado, nunca estamos en el presente, ni lo gozamos.

Para poder ser felices a diario tenemos que decir la bendición: she ejeyánu ve kiymánu ve igiánu lazmán a zé (Gracias D-os porque llegamos a este momento). Todos debemos decir esta bendición todos los días.

¿Cuál es la solución? Guardemos en un tarro cerrado una porción de la alegría que tenemos cada día, para no olvidar todos esos momentos felices que hemos pasamos al paso de nuestros días y los años.”