La ONG israelí “Se Rompe el Silencio” ,  cuyo presidente es el el fotógrafo Miki Kratsman (Buenos Aires, 1959) de nuevo envuelta en la polémica. En esta ocasión por motivos económicos.

P HUERGO CASO PARA AGENCIA DE NOTICAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Israeli-photojournalist-Miki-Kratsman-poses-during-an-interview-centering-on-his-first-solo-exhibition-in-Spain
Miki Kratsman, hasta hace unos años, fotógrafo del diario Ha´Aretz.

“Shobrím Shtiká” (Se Rompe el Silencio, en hebreo) es una O.N.G. fundada en el año 2004 con el objetivo de denunciar a las Fuerzas de Defensa de Israel.  Su esponsorización, a base de donativos privados y de gobiernos de países como el Reino Unido, HOlanda y  España a través de  la Agencia Española para la Cooperación al Desarrollo. En 2014, el monto recaudado ascendía a 3 millones y medio de euros, recibidos de  la Unión Europea, Oxfam o la NGO, la  Agencia Palestina por el Boicot a Israel (BDS)

El mes pasado,  la facultad  de Estudios del  Oriente Medio en  la Universidad de Ben Gurión anunció que otorgaría el premio Berelson – en memoria de Itzjak Rabin y por el  entendimiento entre judíos y palestinos-  a la organización no gubernamental Se rompe  el Silencio,  dedicada a tramitar protestas de veteranos soldados israelís contra presuntas violaciones de derechos humanos por parte del las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)  Sin embargo, poco después del anuncio, la rectora de dicha universidad israelí,  Rivka Carmi,  anuló la decisión, aduciendo que la susodicha O.N.G.   no formaba parte del  “consenso nacional israelí ” y que  por tanto la entrega del premio podría ser interpretada  como un  hecho de marcado cariz  político.

Miki_kratsman
M. Kratsman, director del departamento de fotografía de la Academia de Bellas Artes Bezalel y presidente de Shobrim Shtiká

En respuesta a esta objetiva decisión académica, Se Rompe el Silencio, por medio de su presidente,  Miki Kartsman,   emitió un comunicado en su página de Facebook para decir  que a costa de perjudicar los derechos de libertad de expresión y de libertad de cátedra, la rectora de la universidad había elegido vetar  la  decisión de un  comité profesional, rindiéndose al caos reinante en el entorno universitario. Previamente ya habían acusado a Rivka Carmi de replegarse ante la campaña de incitación llevada a cabo por quien se opone a los críticos de “la ocupación” y el gobierno en general. También se pedía que la ” cobarde” decisión de la rectora fuera revocada para fortalecer las instituciones democráticas y atender a quienes se oponen a la violencia y el nacionalismo.

Así que la Nueva Fundación de Israel, para compensar, ha decidio premiar a la O.N.G. con una dotación que cuatriplica la cuantía de la dotación del premio universitario, esto es, unos 20. 000 $-.La Nueva Fundación de Israel sostiene que vivimos en una cansina era de populismo en la que es importante que aparezcan voces disonantes y valientes y que se le otorga a la ONG un premio que previamente les  habían robado (sic)

Reproducción autorizada: © enlace judío