EVELYN GORDON

El brutal ataque terrorista en que un adolescente palestino asesinó a una israelí de 13 años de edad en su propia cama —una israelí que era también ciudadana estadounidense—es un ejemplo perfecto de por qué es esencial un artículo de legislación que ahora está pasando por el Congreso. El proyecto de ley no terminará la aberrante práctica de la Autoridad Palestina de pagar salarios generosos a los perpetradores de tales asesinatos. Pero al menos le impedirá hacerlo con el dinero de los contribuyentes estadounidenses.

Una breve recapitulación: La AP durante años ha pagado salarios por encima del mercado a los perpetradores de ataques terroristas anti-Israel. Los salarios van desde 2,400 a 12,000 shekel mensuales y son pagados por la duración de la condena a prisión del perpetrador en Israel (la gente ejecutada mientras cometía ataques obtiene otros beneficios). La cifra más baja es aproximadamente equivalente al salario promedio–no mínimo–para gente que en verdad tiene empleos en la Margen Occidental, y un 40% más alto que el salario promedio en Gaza; las cifras en el extremo superior de la línea son el tipo de salarios con los que la mayoría de los palestinos no pueden soñar siquiera. En resumen, la AP ha hecho mucho más lucrativo el terror que el trabajo productivo.

No menos repulsivo es el hecho que el tamaño del salario mensual esté atado a la extensión de la sentencia de prisión. Los pagos más altos van a los que cumplen cadenas perpetuas, significando los que se las arreglaron para asesinar a al menos un israelí, mientras que los más bajos van a los que cumplen las sentencias más cortas–o sea, terroristas fallidos que no se las arreglaron para matar o herir a nadie. Por lo tanto, la AP no sólo incentiva cometer actos terroristas por sobre obtener un empleo, sino que también incentiva el asesinato en masa por sobre los delitos menores.

Después de descubrir esto en el 2011, la organización Palestinian Media Watch (PMW) comenzó a perseguir a los donantes occidentales de la AP sobre si ellos realmente querían estar gastando el dinero de los contribuyentes para pagar salarios a atacantes suicidas. La respuesta que resultó fue sí: Prácticamente sin excepción, los gobiernos occidentales se negaron a cortar las donaciones a la AP por este tema. Pero bajo presión de algunos legisladores y periodistas que encontraron esto reprochable, ellos finalmente decidieron que necesitaban una forma de salvar la imagen para fingir que su ayuda no estaba siendo usada para pagar a asesinos. Entonces la AP proporcionó una amablemente. En el 2014, anunció que ya no pagaría estos salarios; en su lugar lo haría la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Y como los donantes occidentales dan dinero a la AP, no a la OLP, ya no estarían involucrados.

Esta siempre fue una ficción transparente. Ambas organizaciones son dirigidas por el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, y controladas por su partido Fatah, y el dinero fluye libremente entre ellas. Pero la infatigable PMW pronto proporcionó evidencia dura de esto. En enero del 2015, por ejemplo, el Ministerio de Finanzas de la AP anunció que su presupuesto anual incluía dinero para estos salarios. Por otra parte, cuando Israel detuvo las transferencias fiscales a la AP a principios del 2015 por una disputa no relacionada, la AP anunció que debido a esta escasez de dinero, serían cortados los salarios de los prisioneros. Eso no habría sido necesario si la OLP hubiese estado pagando de hecho esos salarios de sus propios fondos, ya que la OLP no obtiene ningún dinero de Israel, para empezar.

Nada de esto molestó a los gobiernos occidentales. Ellos siguieron fingiendo que la AP realmente había dejado de pagar estos salarios, y el gobierno de Obama no fue la excepción. Pero eso molestó a los legisladores estadounidenses.

A principios de esta semana, el Subcomité del Senado para Operaciones Estatales y Extranjeras, y Programas Relacionados, aprobó un cambio en el Proyecto de Ley de Apropiaciones de Operaciones Estatales y Extranjeras del año próximo. El cambio requiere que sea cortada la ayuda para la AP “por un monto que el secretario determine es equivalente al monto gastado por la Autoridad Palestina y la Organización para la Liberación de Palestina y cualquier organización sucesora o afiliada, como pagos para actos de terrorismo por parte de individuos que están encarcelados después de ser juzgados y condenados en forma justa por actos de terrorismo, y por individuos que murieron cometiendo actos de terrorismo durante el año calendario anterior.”

La Cámara aprobó una versión ligeramente diferente, que también menciona a la OLP pero no incluye la frase “y cualquier organización sucesora o afiliada.” El Senador Dan Coats (R-Indiana), quien introdujo esa frase en el Senado, dijo al Jerusalem Post que él intentaría persuadir a la Cámara de adoptarla, también, y sus colegas debían prestar atención. Como dijo correctamente él, ausente el léxico para prevenir la posibilidad, la AP simplemente creará otra elusión salvadora de imagen, y el Departamento de Estado seguramente la aceptará así como aceptó la ficción de la OLP.

Coats dijo que él comprende las inquietudes que cortar la ayuda a la AP podría desestabilizarla, pero cree que “hay una cuestión moral aquí que trasciende esa inquietud.” Y tiene razón: Simplemente es inmoral que Estados Unidos esté financiando terror.

Además, agregando insulto a la injuria, Estados Unidos siempre ha deducido el costo de la construcción en asentamientos de las garantías de préstamo a Israel. Así que esencialmente, la política del gobierno estadounidense, así como está hoy, es que construir casas es un crimen mucho peor que cometer asesinato en masa. Sin importar lo que ustedes piensen de los asentamientos, ese es un ultraje moral.

Coats también tuvo razón en llamar la atención a Israel en esta cuestión. “No comprendo cómo los israelíes pueden aceptar esta práctica bajo el argumento de mantener la estabilidad en ese gobierno”, dijo, presuntamente en referencia al hecho que Israel no deduce el costo de estos salarios de sus transferencias fiscales a la AP.

Cierto, el caso israelí es más complicado porque, a diferencia de la ayuda estadounidense, esas transferencias fiscales no son regalos; son impuestos palestinos sobre actividad palestina que recolecta Israel en favor de la AP. No obstante, transfiriendo este dinero, Israel es cómplice en incentivar el asesinato de sus propios ciudadanos, y por lo tanto muy probablemente está violando sus propias leyes contra la financiación del terror. Ya es hora que eso pare; Israel simplemente debe deducir un monto mensual equivalente a esos salarios y usarlo para pagar las deudas palestinas adeudadas hace tiempo a empresas israelíes (como los 1700 millones de shekels adeudados a la Corporación Eléctrica de Israel).

Por último, tanto funcionarios estadounidenses como israelíes deben presionar a los gobiernos europeos en esta cuestión. Un buen lugar para empezar podría ser Inglaterra, donde justo este mes, un informe independiente encargado por el Departamento para Desarrollo Internacional concluyó que facilitando a la AP pagar salarios a terroristas, la ayuda británica a la AP había hecho “más probable” el terror contra Israel. El DPDI descartó el informe, como era previsible, pero este causó una tormenta en el Parlamento.

Alentando los ataques terroristas, tal financiación contradice también el objetivo declarado del Occidente de promover la paz entre israelíes y palestinos, ya que el terror palestino simplemente convence a la mayoría de los israelíes que ceder la Margen Occidental sería una mala idea. Pero aún si este no fuera el caso, es hora que el Occidente deje de incentivar el asesinato de israelíes a través de su ayuda exterior. Como dijo Costa, algunas cosas simplemente son muy inmorales como para ser toleradas.

Nota: Después que fue publicado este artículo, Israel anunció que de hecho comenzaría a deducir los salarios pagados a terroristas de sus transferencias fiscales a la Autoridad Palestina

Fuente: Commentary
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México